Por MARIA OSTERLOH*
Xi Jinping permanecerá como presidente de China, lo que le permitirá seguir ejerciendo un fuerte liderazgo necesario en un ambiente externo e interno que presenta muchos desafíos.
En el ambiente externo se tiene desafíos como el resurgimiento del proteccionismo, pues EE. UU. que tradicionalmente ha sido el defensor de la globalización, con su actual administración, busca restringir los flujos de comercio, inversión y movimiento de personas. Asimismo, existen conflictos regionales como en Medio Oriente y en la península coreana, así como el cambio climático que exige que China tome una postura de liderazgo
En el lado interno, los desafíos que enfrenta China son el combate a la contaminación, a la corrupción, y especialmente la eliminación de la pobreza extrema cuando se cumplan los 100 años de la fundación del Partido Comunista de China en 2021.
El año pasado en el XIX Congreso del Partido Comunista de China, el presidente Xi Jinping trazó la meta de construir para el año 2035 una sociedad modestamente acomodada y para el año 2049, cuando se cumplan 100 años de la fundación de la República Popular China, que el país sea uno poderoso socialista moderno, próspero, democrático, civilizado, armonioso y hermoso.
Mao Zedong fue el líder para terminar en 1949 con 100 años de humillación que China sufrió desde cuando fue abierta a la fuerza en la Guerra del Opio en la década de 1840. Deng Xiaoping empezó el proceso de modernización de China a partir de las reformas económicas en 1979 y Xi Jinping será el que lleve a China hacia el cumplimiento del sueño chino de la gran revitalización de la nación china y elevar sin cesar el nivel de vida del pueblo. El año pasado, en el XIX Congreso, el ‘Pensamiento de Xi Jinping sobre el socialismo con peculiaridades chinas de la nueva era’ fue incluido en la Constitución del Partido y este año en las “Dos Sesiones”, este pensamiento fue incluido en la Constitución del Estado.
Xi Jinping, además de ser presidente del país, es secretario general del Partido Comunista de China y presidente de la Comisión Militar Central. Esto le da a Xi los poderes necesarios para llevar a cabo las reformas que el país necesita. Por otro lado, desde que asumió el poder en 2012, Xi está llevando a China a ejercer un liderazgo en el mundo, por ejemplo, a través del rol protagónico que China ha asumido en el cumplimiento de las metas del Acuerdo de París sobre el cambio climático, por la defensa de la globalización para que el mundo siga teniendo un ambiente cada vez más libre para el comercio y la inversión. Finalmente, su Iniciativa de la Franja y la Ruta, que ha despertado el interés de más de 100 países en el mundo, posibilitara la construcción de la infraestructura necesaria en muchos países, lo cual ha elevado más su prestigio internacional.
De esta forma, China se ha consolidado como la segunda mayor economía del mundo, la mayor potencia comercial en el mundo, el segundo inversor a escala mundial y un país que cada vez da más préstamos y ayuda económicamente a otros países.
*María Osterloh es investigadora del Instituto de Estudios Políticos Andinos en el área de relaciones internacionales especialmente en el Asia Oriental.
