Desde tiempos inmemoriales, la civilización china se ha caracterizado por la búsqueda de una armonía entre la naturaleza y el ser humano. Tras décadas de un sorprendente crecimiento económico, China se enfoca actualmente en garantizar a sus ciudadanos un desarrollo sostenible, lo cual implica también una sólida defensa del medio ambiente. Dentro de este mayúsculo esfuerzo, la preservación de nuestros ríos y lagos es un asunto prioritario en la agenda nacional.