Si hay un asunto en el que todos deberíamos estar de acuerdo es en la lucha contra el cambio climático. No hay que ser un versado en la materia para saber que en esta ardua batalla, la humanidad suele reaccionar tarde. Las medidas adoptadas hoy parecen haber sido hechas para el ayer. Cada día, cada hora, cada minuto que pasa es crucial para la salvaguarda del que es nuestro único hogar, y la naturaleza no se cansa de enviarnos señales de alerta.

El año pasado, la temperatura media en China fue de 10,71 grados centígrados, el nivel más alto desde que en 1951 comenzaron a llevarse registros meteorológicos oficiales en el país. Según un informe de la Administración Meteorológica de China, la precipitación media fue de 615 milímetros en 2023, un 3,9 % menos que el promedio general. Se trata del segundo nivel más bajo desde 2012. Más aún, la provincia de Yunnan sufrió el año pasado su peor sequía desde 1961. Y la situación es mucho más preocupante en diversas partes de nuestro mundo, que acaba de experimentar en enero el mes más cálido jamás registrado.

Sin embargo, el cambio comienza por uno mismo. Consciente de que la situación no da para más, China ha ido llevando a cabo en los últimos años una verdadera “revolución ecológica”, en consonancia con los principios de la civilización china, la cual ha defendido siempre la armonía entre el ser humano y la naturaleza. Producto de ello son los dos ambiciosos objetivos que el país se ha trazado: alcanzar el punto máximo de emisiones de dióxido de carbono para 2030 y lograr la neutralidad de carbono para 2060.

China respalda el llamado hecho en el Foro Económico Mundial por el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, en el sentido de que es hora ya de abordar seriamente las amenazas que plantea el cambio climático. Estamos seguros de que la reciente designación del ex subsecretario general de la ONU Liu Zhenmin como enviado especial de China para el cambio climático contribuirá a apuntalar la transición global hacia un desarrollo ecológico y con bajas emisiones de carbono.

El 8 de febrero, en un discurso de saludo a todos los chinos por la llegada de la Fiesta de la Primavera, el presidente Xi Jinping destacó la notable mejora que ha tenido el entorno ecológico del país. El jefe de Estado recordó que la defensa de la naturaleza es un principio indispensable en la marcha de la modernización china, la cual, a través de una serie de medidas innovadoras, busca conciliar un desarrollo económico sostenible con la preservación de nuestro medio ambiente. De nada nos sirve crecer aceleradamente y a tasas altísimas, si a las próximas generaciones les dejamos un mundo inhabitable.

En julio del año pasado, China Hoy dedicó su tema principal a la construcción de una civilización ecológica en el país. Siguiendo con ese enfoque, en esta edición hemos querido ser un poco más precisos y mostrarles los avances que las políticas ambientales están teniendo ya en nuestros ríos, lagos y diversos recursos hidrográficos, los cuales han sido tan importantes para el surgimiento de la civilización china. Cabe resaltar, por ejemplo, que los ríos Yangtsé y Amarillo, los dos más importantes del país, registraron en 2023 una buena calidad de agua. Asimismo, en enero pasado, China inauguró la oficina de control de inundaciones y mitigación de sequías para la cuenca del río Liaohe, el cual abarca múltiples regiones del norte y noreste del país, y ofrece una potencialidad agrícola e industrial de importancia nacional.

Como se ha dicho en numerosas ocasiones, la modernización china implica también una gran oportunidad para el mundo, y el sector del medio ambiente no es ajeno a ello. De hecho, en 2023, China aportó más de la mitad de la capacidad global adicional de energías renovables, y los productos de energías eólica y fotovoltaica de China se han exportado ya a más de 200 países y regiones.

En tiempos de polarización y en donde es cada vez más difícil encontrar espacios de diálogo, China apela a la responsabilidad de la comunidad internacional para remar juntos hacia ese amanecer que nos lleve a conservar ese hogar que tanto queremos. El mundo no puede esperar.