Amigos de China Hoy:

Les deseo que sea un año de éxito y felicidad para todo su equipo y para todo en el mundo, pues lo necesitamos. Les comparto que yo nací en un Año del Dragón, en 1964, y este es mi año.

En sus páginas leí que, para los chinos, el dragón representa poder, sabiduría, fuerza y prosperidad. De verdad, espero que mi año esté lleno de eso.

Tuve la oportunidad de ver en diversos lugares la danza del dragón y me dejó fascinado, pues requiere coordinación, fuerza y habilidad, mientras que los dragones que llevan los bailarines son espectaculares, con esos colores vivos.

Estoy seguro de que no soy el primero en destacar la similitud entre los míticos dragones chinos y la figura de la mitología mexicana Quetzalcóatl. Con su cuerpo largo cubierto de plumas de ave, específicamente de quetzal, y su cabeza de serpiente con grandes fauces de largos colmillos, Quetzalcóatl es definitivamente una especie de dragón, y me gusta pensar que desde aquellos mitos que dieron forma a la idiosincrasia de los mexicanos, estamos unidos a la cultura china.

Tal vez por eso me dio tanto gusto ver en sus páginas la obra Dragón rojo del artista mexicano Sebastián. Sebastián tiene muchas esculturas monumentales icónicas que se han convertido en parte del paisaje y referencia para millones de mexicanos.

Me despido enviándoles mis mejores deseos para este Año del Dragón.

Nicolás Guerrero

México