Desde que iniciara la epidemia del COVID-19, Jack Ma (o Ma Yun, su nombre en chino) ha estado muy ocupado apoyando proyectos de investigación científica en la materia. Frente al nuevo coronavirus, Ma invirtió de inmediato 100 millones de yuanes (unos 14 millones de dólares) para el desarrollo de vacunas y medicamentos en diez proyectos, entre ellos dos liderados por los académicos Zhong Nanshan y Wang Chen.
Asimismo, a través de donaciones, Jack Ma ha proporcionado más de 100 millones de suministros médicos como una forma de contribuir a la prevención y el control del COVID-19 en 150 países, regiones y organismos internacionales. Además, ha establecido la plataforma GMCC (siglas en inglés de Global MediXchange for Combating COVID-19), que cubre a más de 230 países y regiones del mundo, en la que se comparten conocimientos y experiencias relativos al nuevo coronavirus y en la que se han realizado 27 actividades transmitidas en vivo.
“100 millones de yuanes son mucho y poco”
“Solo a través del avance tecnológico, la innovación, la investigación y el desarrollo de la medicina podremos ser una verdadera ayuda en estos tiempos difíciles”. Tras el cierre de la ciudad de Wuhan, Jack Ma pensó en financiar una serie de investigaciones. “Se puede decir que 100 millones de yuanes son mucho y poco para expresar lo que siente un corazón”, dijo Ma, quien de este modo quiso transmitir confianza a los chinos y sobre todo a la gente de Wuhan en un momento crítico. En su opinión, una decisión puede afrontar muchos riesgos, pero si no se actúa, nunca se verá una esperanza.
Cuando la epidemia del COVID-19 se extendió por todo el país, hubo una escasez de suministros médicos. Gracias a la experiencia que tuvo Alibaba frente al SARS en 2003, Jack Ma pensó que ahora se debía ser mucho más rápido al emprender una acción.
“A través de la información por Internet, descubrimos que los suministros médicos estaban agotados. El problema era grave, así que el 26 de enero establecimos rápidamente un equipo para la adquisición de una amplia gama de suministros que serían enviados a Wuhan”, recordó Ma, quien resaltó las ventajas del comercio electrónico en momentos como este. “Salvar vidas es muy importante y contribuir con una mejor labor de prevención y tratamiento brinda una mayor esperanza”.
Si bien había conseguido aumentar la cantidad de suministros médicos en China, Jack Ma comenzó a ver la posibilidad de recaudar ayuda en otros países. “Volé a Japón para reunirme específicamente con Toshihiro Nikai, presidente honorario de la Asociación Médica Internacional de Japón, sobre la posibilidad de que nos brindara un apoyo. Durante la reunión, le pidió a su hijo que llamara de inmediato a los líderes del Partido Liberal Democrático y para la tarde siguiente sostuvo una reunión importante sobre posibles donaciones a China. Me dijo que iba a hacer todo lo posible”. En unos días, se llegaron a recaudar 120.000 trajes protectores para China. “En ese momento era muy difícil confeccionar la cantidad de trajes protectores que necesitábamos y Japón nos dio casi todo su stock”.
Los amigos de Jack Ma en todo el mundo se convirtieron en su poderoso grupo de ayuda para un momento de suma emergencia. En Sudáfrica, los amigos de Ma compraron mascarillas de muy buena calidad, pero estaban tan lejos que se necesitaba pasar por el espacio aéreo de más de una docena de países. “No había una solución viable. Sin embargo, a través del Ministerio de Relaciones Exteriores de China, la Comisión Nacional de Desarrollo y Reforma y los embajadores de varios países en China pudimos recibir la autorización en apenas 24 horas para ingresar a los respectivos espacios aéreos”. Poco a poco, China fue controlando la propagación del virus de manera efectiva y la capacidad de fabricación de suministros médicos mejoró considerablemente. Para ese momento, Ma pasó a una siguiente etapa en sus planes de ayuda.
“El virus del COVID-19 no involucraba solo a China y era poco probable que desapareciera pronto, por lo que debíamos estar listos para organizar contribuciones a nivel global”, señaló Jack Ma, quien reveló que cuando quiso hacer donaciones a algunos países europeos, muchos de ellos inicialmente no las aceptaron. “‘Cuídense ustedes primero, no necesitamos una mascarilla’, nos decían. Pensaron que el problema no era tan grave, así que tuve que irlos convenciendo casi uno por uno”.
“Comenzamos a enviar suministros a los países que más los necesitaban: Japón, Corea del Sur, Irán, entre otros”, dijo Ma. “Cuando pasábamos nuestros momentos más difíciles, otros países también nos ayudaron e hicieron todo lo posible para apoyarnos”.
Un virus más veloz en América Latina y África
El 21 de abril, la revista Fortune presentó a los 25 mayores líderes contra la pandemia del COVID-19 en el mundo, entre los cuales incluyó a Jack Ma, situándolo en el tercer lugar. Fortune destacó el esfuerzo de Ma de superar las tensiones geopolíticas y lograr la donación de miles de kits de prueba y un millón de mascarillas para los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades de EE. UU., aunque también ayudó rápidamente a otros países con suministros médicos, especialmente a los de América Latina y África.
Según estadísticas parciales, la Fundación Alibaba y la Fundación Jack Ma han donado 2 millones de mascarillas, 400.000 kits de prueba y 104 ventiladores a 24 países latinoamericanos, entre los cuales figuran Argentina, Brasil, Chile, Cuba, Ecuador, la República Dominicana y Perú. Ante la dinámica de la pandemia, la Fundación Alibaba viene preparando una mayor ayuda para más países de Asia, África y América Latina. De hecho, Ma ha enfatizado que la prevención debe ser más rápida que el virus.
África despierta un sentimiento especial en Ma por las personas que viven en dicho continente. El 16 de marzo, a través de su cuenta en Twitter, anunció que donaría 100.000 mascarillas, 1000 trajes protectores, 20.000 kits de prueba y 1000 mascarillas especiales a cada uno de los 54 países africanos. El plan aún está en progreso.
“La economía digital será la principal tendencia”
La aparición del nuevo coronavirus hará que la economía mundial cambie enormemente, lo que también ocurrirá en China. “Si antes la tecnología en Internet solo había logrado que muchas empresas vivieran bien, ahora, a raíz del virus, se convertirá en un punto clave para que muchas empresas sobrevivan”, aseguró.
En lo más álgido de la epidemia, el comercio en Internet contribuyó a la mitad de la economía china. Sin duda, la recuperación progresiva que se va viendo en el país se ha acelerado gracias también a las empresas tecnológicas en la red.
La economía digital es compatible con la economía tradicional y debe ser la principal tendencia en el futuro. “Así como ocurrió con la electricidad en el pasado, este será el siglo de Internet. Cualquier país, cualquier empresa, cualquier persona no podrá evadir a Internet por completo”.
El 10 de septiembre de 2018, Jack Ma renunció a su cargo de presidente y director ejecutivo del Grupo Alibaba para dedicarse a otros asuntos. “Dejé de pensar en el dinero como objetivo, pero no podía quedarme ocioso, sin hacer nada”, mencionó Ma, quien señaló que a través de la Fundación Jack Ma ha comenzado a realizar proyectos interesantes y significativos en torno a la educación, el espíritu empresarial, el liderazgo femenino y el medio ambiente.
En ese sentido, recordó que la lucha contra la pandemia no tiene un rumbo prestablecido, por lo que se seguirán invirtiendo mucha energía y grandes sumas de dinero para controlarla. Por ello, siente que ha hecho algo correcto y valioso. “Es momento de invertir el dinero en este asunto. Solo de esta manera haremos que el dinero sea realmente significativo y que los negocios tengan un valor real para la sociedad”.
A menudo, Jack Ma encuentra un momento para reflexionar. “Suelo preguntarme qué tengo, qué deseo, a qué me estoy rindiendo. Sin embargo, a lo que no puedo renunciar es a mis principios”, señaló. Al fin y al cabo, se trata de respetar y apreciar lo que vivimos en el presente, pero también de sentirnos agradecidos. “No debemos recordar siempre lo malo. El odio no nos hace fuertes. La gratitud y la amabilidad son un signo de confianza en uno mismo y también una gran energía”.
