14 de febrero de 2018. Empleados chinos y personal local trabajando conjuntamente en el proyecto hidroeléctrico del Belo Monte en Brasil. Xinhua
La amistad entre China y América Latina-Caribe (ALC) tiene una larga historia. Aunque están separadas por miles de kilómetros, tienen amplios intereses en común. En los últimos diez años, la cooperación económica y comercial ha experimentado un rápido desarrollo, caracterizado por cambios de gran envergadura. Ha sido una década en la que el despegue económico ha sido evidente, toda vez que ha habido un apoyo y una ayuda mutua de manera continua. En ese sentido, la cooperación entre China y ALC es un modelo de los beneficios mutuos y de los buenos resultados que se pueden alcanzar.
En estos diez años, la cooperación económica y comercial entre China y ALC se ha desarrollado continuamente, con el consiguiente aumento del grado de integración y dependencia entre ambas economías. La estructura comercial también se ha diversificado y complementado cada vez más, de tal forma que en 2018, China se convirtió en el segundo socio comercial de ALC. Más aún, desde el brote de la pandemia de COVID-19 en 2020, ALC se ha convertido en una de las regiones del mundo con mayor crecimiento en sus exportaciones a China.
Nuevos máximos
Según la Administración General de Aduanas de China, entre enero y noviembre de 2011, el volumen comercial entre China y ALC fue de 220.000 millones de dólares. Las exportaciones chinas alcanzaron los 110.743 millones de dólares, mientras que las importaciones desde ALC sumaron 109.263 millones. En cambio, al cierre de 2021, el volumen comercial entre China y ALC había ascendido a 451.590 millones de dólares, con 229.010 millones de dólares en exportaciones chinas y 222.580 millones de dólares en importaciones desde ALC. Estas cifras dan cuenta del progreso en este campo, sobre todo considerando que en los últimos diez años el volumen comercial total entre China y ALC se ha duplicado. En la actualidad, los cinco principales socios comerciales de China en ALC son Brasil, México, Chile, Perú y Colombia.
Por otro lado, durante la última década, la inversión directa de China en ALC evidenció tres nuevas características: la inversión directa de China en ALC constituye una gran parte del total, la inversión se ha diversificado cada vez más y la influencia del sector estatal ha aumentado significativamente. Según el Boletín Estadístico de la Inversión Extranjera Directa de China, a fines de 2011, la inversión de China en ALC era de solo 54.000 millones de dólares, mientras que a fines de 2020, había alcanzado los 629.810 millones de dólares. Estos fondos fueron destinados principalmente a las Islas Caimán, las Islas Vírgenes Británicas, Brasil, Venezuela y Argentina.
La demanda en infraestructura de los países latinoamericanos y caribeños también ha experimentado un alza, con lo que un número creciente de empresas chinas ha comenzado a explorar mercados en el extranjero y a adjudicarse proyectos a través de licitaciones. De acuerdo con el Ministerio de Comercio de China, a fines de 2021, las empresas chinas habían firmado acuerdos de contratación para diversos proyectos en ALC por un total de 237.150 millones de dólares, con una facturación de 152.400 millones de dólares. En 2021, el valor de los nuevos contratos firmados por empresas chinas en ALC fue de 19.980 millones de dólares y la facturación completa de 7970 millones de dólares.
Resultados fructíferos
En los últimos diez años, diversos productos latinoamericanos y caribeños han llegado a las mesas chinas, como las cerezas y el vino de Chile, los arándanos de Perú, la piña de Costa Rica, el aguacate de México, los camarones blancos de Ecuador, la carne de res de Uruguay y Argentina, entre otros. Esta diversificación es una muestra clara de cómo los avances en la cooperación entre China y ALC han beneficiado directamente a sus respectivas poblaciones.
La cooperación entre China y ALC en el campo de la infraestructura se ha vuelto también una importante fuerza impulsora para el desarrollo de los lazos económicos y comerciales. Los países latinoamericanos y caribeños han trazado una serie de proyectos y planes de infraestructura de gran envergadura. Gracias a la madurez de su tecnología, su capacidad de construcción y su experiencia en gestión, las empresas chinas han puesto en marcha el proyecto hidroeléctrico del Belo Monte en Brasil, el proyecto del Tren Turístico Transpeninsular en México, la línea 1 del Metro de Bogotá, el proyecto de reconstrucción ferroviaria en Argentina, entre otros.
Durante la última década, la profundización de la cooperación entre China y ALC ha servido para impulsar las relaciones bilaterales hacia una nueva era en la que destacan la igualdad, el beneficio mutuo, la innovación y la apertura. Junto con la exploración de soluciones que se adapten a sus propias condiciones, muchos países de ALC han comenzado a replicar los casos económicos y comerciales que han tenido éxito en China, lo que muestra aún más la condición de nuestro país como socio confiable.
Profundización de las relaciones
A la par de la cooperación económica y comercial entre China y ALC, se ha registrado también un continuo avance en las relaciones bilaterales. El 10 de diciembre de 2021, Nicaragua reanudó las relaciones diplomáticas con China, con lo cual ya son 25 los países de ALC que tienen lazos diplomáticos con nuestro país. En este contexto, la profundización y el desarrollo de las relaciones entre China y ALC se han convertido en una importante fuerza impulsora para el avance continuo de la cooperación económica y comercial.
El 14 de febrero de este año se celebró el 50.o aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y México. Con el paso del tiempo, el nexo entre ambos países se ha ido fortaleciendo cada vez más. Según estadísticas del Ministerio de Comercio chino, México es el segundo socio comercial de China en ALC y China el segundo socio comercial de México en el mundo. En 2011, el volumen total del comercio bilateral fue de 33.366 millones de dólares, mientras que en 2021 alcanzó un récord de 86.600 millones de dólares. La cifra se duplicó en comparación con hace diez años y registró un incremento de más de 7000 veces desde el comienzo de las relaciones diplomáticas en 1972. México es un importante mercado para la contratación de proyectos y un destino de inversión para China en ALC. La cooperación entre ambos países ha avanzado de manera sostenida en los sectores del transporte, el procesamiento y la manufactura, las telecomunicaciones, y la energía tradicional y limpia.
Empresas chinas como la Corporación Nacional de Petróleo Submarino de China (CNOOC), Lenovo, la Corporación Automotriz de Beijing (BAIC) y Huawei han iniciado operaciones en México, mientras que un número creciente de empresas mexicanas están expandiendo sus negocios en China. La economía digital y la transformación ecológica también se han vuelto fuerzas impulsoras para el crecimiento económico de China, además de ser vitales para la transformación y mejora económica. A medida que China y México han ido consolidando la cooperación en sectores tradicionales como la agricultura, la infraestructura y la energía, también han ido expandiendo su ámbito de cooperación hacia industrias emergentes como la red 5G, los vehículos eléctricos, la economía digital y el desarrollo verde, lo que sin duda ayudará a impulsar nuevos polos de crecimiento en el comercial bilateral.
El 19 de febrero de este año marcó el 50.o aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Argentina. El tren Belgrano Cargas, el ferrocarril San Martín o la central fotovoltaica de Cauchari en la provincia de Jujuy son algunos de los proyectos que dan cuenta de los fructíferos resultados de este nexo y del enorme potencial que existe para seguir ampliando la cooperación bilateral.
En Argentina, al igual que en México y otros países latinoamericanos, las empresas chinas han participado en numerosas licitaciones de proyectos, sobre todo en los sectores del transporte, la infraestructura, la energía, la electricidad y las telecomunicaciones. Hasta la fecha, China ha invertido en más de 30 proyectos en Argentina por contratos que superan los 10.000 millones de dólares y que han creado casi 20.000 empleos directos y 100.000 empleos indirectos, lo cual, a la vez, ha ayudado a aumentar la recaudación de impuestos y se ha traducido en beneficios tangibles y un mejor bienestar para el pueblo argentino. De cara al futuro, China y Argentina han acordado seguir aprovechando al máximo sus ventajas complementarias, poner en marcha importantes proyectos existentes en el sector hidroeléctrico y ferroviario, y seguir explorando nuevos campos para la cooperación, como son la economía digital y el desarrollo verde. Además de la asociación estratégica integral China-México, China-Argentina y China-Brasil, a partir de 2011 las relaciones de China con Ecuador, Chile, Perú y Venezuela también fueron elevadas al nivel de asociación estratégica integral.
En estos diez años, China y ALC se han entendido y apoyado, estableciendo un modelo para la cooperación internacional en el campo económico y comercial. La amistad ha soportado la prueba de los años y está profundamente arraigada en el corazón de ambos pueblos.