10 de diciembre de 2017. Bai Chunhui (der.) posa junto a unas actrices panameñas en una celebración navideña.
Al hablar de Panamá, ¿qué es lo primero que se viene a la mente? Quizás sean el Canal, los sombreros de paja, los cocoteros, el sol, o el lavado de dinero y los mafiosos que muestran las series televisivas estadounidenses. Sin embargo, estos son solo una parte mínima del caleidoscopio de Panamá, con muchos elementos que han sido exagerados notablemente y otros tantos mal entendidos.
Siendo franca, antes de ir a Panamá, era muy poco lo que sabía de esta tierra centroamericana. Sin embargo, por el trabajo, forjé un vínculo indisoluble con el país durante casi siete años, y tuve la fortuna de ser testigo del momento histórico en el que China y Panamá establecieron relaciones diplomáticas en junio de 2017. Mis recuerdos de este país centroamericano son tantos que no caben en un solo artículo. Con motivo del quinto aniversario del establecimiento de relaciones diplomáticas, me gustaría compartir algunas memorias sobre la inserción china en Panamá desde la perspectiva de una empleada expatriada.
Empresas chinas en Panamá
Si América Latina fuera el cuerpo de una persona, Panamá sería el cuello, el lugar por donde debe pasar la sangre. Como un punto estratégico en el planeta, el pequeño istmo del Canal de Panamá es el responsable del 5 % del volumen de carga marítima a nivel mundial y un puente que conecta los océanos Atlántico y Pacífico. Esta tierra centroamericana reúne muchas empresas de renombre, con más de cien firmas multinacionales que han establecido sedes regionales aquí. El país también tiene un gran flujo aéreo: más de 10 millones de pasajeros vuelan cada año a través de Panamá a diversas partes del mundo y es también el principal punto de entrada a América Latina.
Cabe mencionar que Panamá tiene un sistema de doble moneda: además del balboa, que es la moneda nacional, también se utiliza el dólar estadounidense, el cual se puede usar directamente sin control cambiario. El Gobierno panameño ha creado políticas preferenciales para atraer la inversión extranjera, gracias a las cuales un gran número de grandes empresas multinacionales han abierto sedes regionales en el país. Además, con la exención del impuesto estatal para empresas offshore, muchas compañías se han establecido en Panamá para insertarse en el resto del mercado latinoamericano. De esta forma, pese a tener una superficie relativamente pequeña, Panamá se ha convertido en un centro de logística, transporte y finanzas para toda América Latina, y es uno de los pocos países desarrollados de la región según su PIB per cápita.
Muchas empresas e individuos chinos han sido fundamentales para el desarrollo de este país, que tiene una ubicación geográfica privilegiada y una economía activa. Ya en la década de 1980, China Ocean Shipping Company (conocida como COSCO) y el Banco de China se establecieron aquí, convirtiéndose en las primeras empresas de capital chino a gran escala en ingresar a Panamá. Ambas entidades son un reflejo de los dos pilares de la economía panameña: la logística marítima y las finanzas.
Desde la década de 1980 hasta 2017, más de 20 empresas con capital chino llegaron a Panamá para explorar el mercado y, en 2000, se estableció la Cámara de Comercio China. Al haber sido el primer país latinoamericano en integrarse a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, y tras el establecimiento de relaciones diplomáticas entre ambos países en 2017, Panamá ha recibido más atención tanto del Gobierno como de las empresas de China. La iniciativa ha servido para estimular el potencial de Panamá, con lo cual se han empezado a establecer aún más empresas de capital chino, la mayor parte de las cuales son líderes en sus respectivos sectores. Una serie de proyectos emblemáticos han sido o vienen siendo desarrollados por empresas chinas, como el cuarto puente sobre el Canal de Panamá, el Centro de Convenciones, Exhibiciones y Eventos de Amador, entre otros. Todo esto ha dejado una marca indeleble en los intercambios entre China y Panamá en la nueva era.
Las empresas chinas también han retribuido a la sociedad local mediante actividades de bienestar público y donaciones. Por ejemplo, desde el comienzo de la pandemia de COVID-19, empresas con fondos chinos, bajo el liderazgo de la Embajada de China en Panamá, han donado materiales y suministros médicos, además de alimentos, a través de diversos canales y métodos, lo cual ha sido profundamente apreciado tanto por el Gobierno como por la sociedad de Panamá.
12 de junio de 2017. Bai Chunhui (der.) y su colega toman parte en una celebración con motivo del establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Panamá. Fotos cortesía de la autora
Cultura y tradiciones chinas
El vínculo entre China y Panamá comenzó a mediados del siglo XIX, cuando la fiebre del oro en California llevó a los primeros buscadores de oro chinos que estaban en Estados Unidos a Panamá en busca de oportunidades. Luego, con la construcción del Ferrocarril y el Canal, decenas de miles de trabajadores chinos llegaron a este remoto país tropical, donde contribuyeron con su labor. Estos hombres y mujeres son los antepasados de los casi 400.000 chinos panameños que hay en la actualidad. Hoy en día, la mayoría de ellos gestionan restaurantes y pequeños mercados, y se reúnen en el barrio chino de Panamá llamado El Dorado.
Los chinos se han ido integrando a la sociedad panameña a su manera y esta los ha recibido con los brazos abiertos. Para referirse a sus compatriotas, los panameños generalmente no usan la palabra “chinos”, sino “paisanos”, que denota la cercanía y el nexo que sienten, y que en última instancia quiere decir una persona del mismo país, provincia o lugar que otra. Esta palabra también refleja la actitud de los panameños hacia los chinos. En vísperas de la Fiesta de la Primavera de 2022, el Gobierno panameño anunció que el Año Nuevo chino sería un feriado nacional en todo el territorio, lo que refleja una vez más la amistad entre China y Panamá, y la creciente influencia de la cultura y tradiciones chinas en el ámbito local.
Cinco años después, todavía recuerdo claramente la noche del 12 de junio de 2017, cuando el entonces presidente de Panamá, Juan Carlos Varela, pronunció un discurso transmitido por televisión abierta en el que anunció el fin de las “relaciones diplomáticas” con Taiwan y el establecimiento de lazos diplomáticos con la República Popular China. Para los chinos que trabajábamos y nos encontrábamos en Panamá en ese entonces, esta fue una alegría indescriptible y, personalmente, una de las experiencias más memorables que he tenido en la vida. Espero de corazón que la amistad entre China y Panamá se siga fortaleciendo con el paso del tiempo y que todas las empresas chinas y compatriotas que vayan a Panamá puedan cosechar buenas experiencias y logros brillantes.
*Bai Chunhui es gerente intermedia de cuentas de la sucursal del Banco de China en Beijing. Ella trabajó en la sucursal del Banco de China en Panamá desde enero de 2015 hasta junio de 2021.