Nicole Wong. Foto cortesía de la entrevistada
No había llegado a cumplir los 30 años de edad cuando Nicole Wong asumió uno de los retos más importantes de su vida. Como directora general de política exterior del Ministerio de Relaciones Exteriores de Panamá, fue partícipe de las históricas conversaciones y negociaciones que derivaron en el establecimiento de relaciones diplomáticas con la República Popular China, anunciado en el país centroamericano el 12 de junio de 2017.
En entrevista con China Hoy, Wong recuerda que el entonces presidente panameño, Juan Carlos Varela, tenía como visión entablar lazos con China desde el inicio de su mandato en 2014. Ese deseo no solo se hizo realidad tres años después, sino que Panamá se convirtió también en el primer país de América Latina y el Caribe en unirse a la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
“Establecer relaciones con China fue una decisión importante para Panamá porque esto representaba oportunidades en todos los ámbitos posibles. Tenía sentido que ambos países establecieran relaciones”, manifiesta Nicole Wong, quien actualmente es fundadora y directora de la agencia de consultoría WG Consulting.
Wong, quien estudió chino mandarín en la Universidad de Jinan, en la ciudad de Guangzhou, subraya que la decisión tomada por Panamá en 2017 se dio en el momento indicado, “pues China asumía cada vez más relevancia a nivel global y su apertura al mundo representaba un crecimiento para cualquier país que decidiera establecer relaciones diplomáticas con China”.
Nicole Wong, por cuyas venas corre sangre china, nos ofrece sus expectativas sobre el futuro de las relaciones sino-panameñas y nos habla un poco sobre aquella historia familiar que la une en particular a la provincia de Guangdong.
China Hoy (CH): Usted tenía 29 años cuando como directora general de política exterior de la Cancillería panameña participó en las conversaciones para el establecimiento de relaciones diplomáticas con China. ¿Cuánto desafío significó para una joven de 29 años el ser parte de ese hito en la historia sino-panameña?
Nicole Wong (NW): Más que desafío, representó un momento de muchísimo orgullo, crecimiento y aprendizaje para mí como profesional. Pude aprender sobre lo que es sentarse en una mesa representando a mi país y sentir esa presión sobre mis hombros de no fallar en proteger, promover y preservar los intereses nacionales de Panamá sobre todas las cosas. Aprendí, además, muchísimo sobre la cultura de negociación de China, un país con una cultura completamente distinta a la de nosotros.
Recuerdo claramente cómo mis dos jefes, el presidente Juan Carlos Varela y la vicepresidenta Isabel de Saint Malo, se mantenían despiertos en Panamá hasta casi las 3 de la madrugada esperando recibir noticias de los avances de la negociación que estábamos llevando a cabo en Beijing, para así poder darme instrucciones de cómo avanzar y tratar de llegar a un consenso ese mismo día. El hecho de haber podido estar en constante comunicación con los tomadores de decisiones al más alto nivel fue clave para llegar a un acuerdo exitoso con China. Esto también demostró a mi contraparte china que este tema era de alta prioridad para el Gobierno panameño.
CH: Cinco años después, ¿cuál es el balance que hace de aquella decisión tomada por el Gobierno panameño?
NW: Cinco años después, somos testigos de que esta decisión fue la decisión correcta. Hoy en día, los logros son muchos y muy positivos. En el ámbito político, la relación se fortaleció en sus inicios con diversos intercambios de visitas de alto nivel, incluyéndose la del entonces presidente panameño a la República Popular China en noviembre de 2017, así como la del presidente Xi Jinping a nuestro país en diciembre de 2018.
Cancilleres y ministros de todas las carteras, así como primeras damas y otras autoridades, intercambiaron visitas de manera regular entre 2017 y 2019, creándose así una dinámica de trabajo bilateral fluida y llena de negociaciones con resultados inmediatos, como fue la apertura de la Embajada de la República de Panamá en Beijing, así como la de la Embajada de la República Popular China en nuestro país. Igualmente, se inauguraron tres consulados panameños en la ciudades de Guangzhou, Shanghai y Hong Kong, y se firmaron 48 acuerdos para el inicio de intercambio de experiencias y cooperación en materias de turismo, migración, logística, seguridad, tecnología, comercio, educación y cultura.
Uno de los acuerdos suscritos entre ambos países fue el de la suma de Panamá a la Iniciativa de la Franja y la Ruta, convirtiéndonos en el primer país en la región en hacerlo. Otro de los resultados más notables derivados de la relación entre China y Panamá fue el de haber logrado firmar acuerdos fitosanitarios para la exportación de varios productos panameños a la República Popular China. Uno de nuestros productos que ahora llega al mercado chino es la carne panameña. Esto ha sido algo que países como Colombia y Ecuador, que tienen muchos más años de haber establecido relaciones con China, aún no han podido lograr.
12 de junio de 2017. Gran festejo por el establecimiento de relaciones diplomáticas entre China y Panamá en el barrio chino de la Ciudad de Panamá. Xinhua
CH: Como sabe, la canciller panameña, Erika Mouynes, estuvo aquí en China. ¿Qué expectativas tiene respecto a la relación entre Panamá y China?
NW: Como toda relación, la voluntad es esencial para que continúe. Es por eso que celebro la reciente visita de la canciller Erika Mouynes a China. Su viaje, como primera ministra de Relaciones Exteriores de Latinoamérica en visitar China en la pospandemia, envió un mensaje político importante al mundo: ambos países tienen la voluntad política al más alto nivel de fortalecer su agenda bilateral. Y ese precisamente es mi mayor deseo: que estas relaciones sigan encaminadas hacia una constante evolución y que cada vez se logren más acuerdos que representen prosperidad y crecimiento para ambas naciones.
CH: Usted ha dicho que la apertura de relaciones diplomáticas entre China y Panamá fue un modelo y una historia exitosa para aquellos países latinoamericanos que posteriormente establecieron relaciones con la República Popular China. ¿Cuáles podrían ser las características de ese modelo?
NW: Una de las características más importantes de la negociación entre Panamá y China para establecer relaciones diplomáticas fue el hecho de que el Gobierno panameño no pidió nada a cambio del establecimiento. Esta característica es importante porque envió un mensaje claro a China: no queríamos establecer relaciones por donaciones, sino porque genuinamente creíamos que era la decisión correcta que traería resultados beneficiosos para ambos países en un largo plazo.
CH: Tengo entendido que usted vivió en China unos dos años. ¿Qué imagen o recuerdo tiene de ese periodo de su vida?
NW: Apenas me gradué de la secundaria tomé la decisión de mudarme a la ciudad de Guangzhou para aprender el idioma mandarín en la Universidad de Jinan. Recuerdo que en ese periodo de mi vida me sentí gratamente sorprendida al haber llegado a China. China era un país mucho más desarrollado e impresionante de lo que me imaginaba. También fue un periodo muy interesante en mi vida, pues aprendí un idioma que no es fácil de aprender, especialmente porque en la calle no se hablaba inglés ni español. Es decir, tuve que aprender mandarín para poder “sobrevivir”.
CH: Su apellido es Wong y fue educada en un colegio chino en Panamá. ¿Podría contarnos un poco la historia de su familia?
NW: En efecto, mi educación primaria y secundaria fue en el Instituto Sun Yat-sen, o como mucha gente lo reconoce: el Colegio Chino Panameño. Respecto a mi familia, mi padre se llama Daniel Wong Chen, es decir, tiene dos apellidos chinos, y mi madre se llama Charlotte Golding Lim, es decir, tiene un apellido inglés y el otro chino. Tengo sangre china por parte de ambos.
Como casi todas las familias chinas en Panamá, la mía proviene de la provincia de Guangdong. Mi bisabuelo por parte de padre se estableció en Panamá alrededor del año 1905 junto con su esposa –mi bisabuela nacida en Beijing– y 12 hijos, entre ellos, mi abuelo. Por parte de la familia de mi madre, los Lim llegaron a la provincia de Bocas del Toro alrededor del año 1890, cuando compañías bananeras empezaron a desarrollarse en esta provincia que aún era en ese momento parte de Colombia.
Me siento conectada con China por muchísimas razones. Me considero parte de la comunidad china al tener sangre cantonesa, me gradué de un colegio que me enseñó muchísimo de la cultura china, mis mejores amigos son en su mayoría de ascendencia china, viví en Guangzhou por dos años, convirtiéndose China en mi segundo hogar, y además tuve el honor de liderar las negociaciones para el establecimiento de relaciones diplomáticas entre mi país y China.