Ruvislei González Saez, jefe del Programa Sectorial de Relaciones Internacionales de Cuba.
El 5 de marzo se inauguró la primera sesión de la XIV Asamblea Popular Nacional (APN), el órgano legislativo de China, en la que se presentó el informe sobre la labor del Gobierno y se señaló el rumbo que espera tomar el país este año.
China se ha trazado como objetivo para este 2023 alcanzar un aumento de su PIB en alrededor del 5 %, así como crear unos 12 millones de puestos de trabajo en las zonas urbanas, entre otras metas que esperan afianzar la reactivación económica del país. ¿Cuáles son las expectativas que el nuevo panorama en China despierta en América Latina? Sobre este asunto dialogamos con Ruvislei González Saez, jefe del Programa Sectorial de Relaciones Internacionales de Cuba.
China Hoy (CH): El informe sobre la labor del Gobierno, presentado por el primer ministro Li Keqiang, ha trazado una meta de alrededor del 5 % como crecimiento económico para China este año. Este pronóstico coincide con el estimado por el FMI y otras agencias de inversión. ¿Cómo ve usted esta meta trazada por China y cuál es la importancia de dicho crecimiento económico para el mundo?
Ruvislei González Saez (RGS): Es cierto que el pronóstico del crecimiento de China del 5 %, previsto por el Gobierno, coincide con las previsiones de varias instituciones financieras internacionales, entre ellas el Fondo Monetario Internacional (FMI). Ello determina el contexto nacional, pero también en el que se desenvuelve la economía china en una región dinámica. En los últimos años se elevó el relacionamiento de la economía china con sus socios regionales y ello permitió un crecimiento razonable. Al menos en cuanto al volumen comercial, la Asociación de Naciones del Sudeste Asiático (ASEAN, siglas en inglés) desplazó a la Unión Europea como principal socio. Hay que plantear que la región de Asia, aun en momento de crisis económica internacional, continúa siendo la líder del crecimiento económico global.
Dentro de las proyecciones para 2023, China será una de las economías que tenga un mayor crecimiento a nivel mundial junto a la India, por lo que continuará siendo una locomotora del crecimiento global y la que puede contribuir a evitar que se agudice la recesión global. Más allá de cualquier ataque político de Occidente a China, todo el mundo está consciente de la importancia de un crecimiento estable de la economía china. China hoy constituye la esperanza del crecimiento mundial y de la estabilidad. En 2023 no se espera que otras grandes potencias mundiales como la Unión Europea, Japón ni Estados Unidos aporten mucho a la expansión del producto interno bruto, ni este año 2023 ni en 2024.
Es claro que China, al igual que el resto de los países del mundo, enfrenta los desafíos internacionales derivados de la continua afectación del COVID-19, los conflictos internacionales y las acciones unilaterales de algunas naciones occidentales. Aun así, la acción del Gobierno chino como palanca reguladora del mecanismo económico, así como la acción consciente y planificada de la economía en conjugación con la economía socialista de mercado condicionan el avance del cumplimiento de los objetivos de crecimiento económico nacional. Parece una frase discursiva, pero está claro que la estrategia de continuar elevando el nivel de vida de la población china puede condicionar un incremento de los ingresos y por tanto elevar el consumo. La elevación del consumo doméstico, más el de las empresas que están función de la estrategia de desarrollo hacia el oeste y en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, más el consumo del Gobierno, puede condicionar al menos en el segundo semestre una elevación de importaciones que podrá estimular a otras economías en su comercio internacional. Ello puede convertirse en una oportunidad para muchos países no solo de Asia, sino también de América Latina y el Caribe.
No obstante, China, como otras economías, tiene grandes retos en 2023 y, por tanto, requiere estabilizar sus variables macroeconómicas y financieras que le permitan un mejor manejo para el actual año y el futuro. Es importante entender que un mayor crecimiento chino contribuirá a un mayor crecimiento global, pero también es necesario aclarar que crecimiento no implica desarrollo, y China requiere centrarse en el desarrollo para cumplir otras metas que tiene previsto y que no solo se han reflejado con el informe presentado en las recientes sesiones o en el XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China, sino desde un poco más atrás, cuando se presentó el XIV Plan Quinquenal para el Desarrollo Económico y Social Nacional.
CH: El informe sobre la labor del Gobierno reafirma también la voluntad de China de continuar un desarrollo pacífico y de defender el orden internacional, para lo cual, se recalca en el informe, se han presentado propuestas como la Iniciativa para el Desarrollo Global y la Iniciativa para la Seguridad Global. En un mundo actual de grandes desafíos, como valora usted este llamado de China a buscar un desarrollo de paz y con respeto al orden internacional?
RGS: Todos los países del mundo, para poder tener un crecimiento estable y a la vez avanzar hacia el desarrollo, necesitan estabilidad. Garantizar la paz contribuirá al crecimiento estable y, ya particularmente para China, permitirá avanzar hacia el desarrollo. La fase en la que se encuentra la gran nación asiática es la promoción de la innovación y el desarrollo, y ahí es donde está la esencia de por qué algunos no desean que exista paz. El avance de la innovación mediante la inteligencia artificial, la robótica, la nanotecnología, el Internet de las cosas, etc., condicionará un ascenso más rápido de China, y así dar el paso para convertirse en una gran nación tecnológicamente y de innovación. Para países como Estados Unidos es un reto porque China tiene la capacidad para desplazarles en importantes sectores. Sin embargo, para la inmensa mayoría de los países del Sur Global es una gran oportunidad para poder avanzar conjuntamente hacia un crecimiento y desarrollo armonioso.
La visión de China enfocada en un mundo compartido de mutuo beneficio para la humanidad está basada en la concepción del desarrollo y el mejoramiento del nivel de vida de la sociedad china, pero también en el principio de compartir esos avances con el resto del mundo, de lo que todos podrían beneficiarse. Es lo que se concibe dentro de la Teoría de las Ventajas Compartidas como que todas las partes podrán beneficiarse de las ventajas absolutas de cada parte, sin la sobreexplotación o sobreapropiación de los beneficios de una de estas. No son las concepciones capitalistas de las Ventajas Absolutas de Adam Smith o las de las Ventajas Comparativas de David Ricardo como clásicos de la economía política burguesa. Hay una necesidad urgente de lograr la paz mundial y el desarrollo armonioso no solo entre los seres humanos, sino también con la naturaleza.
La Iniciativa para el Desarrollo Global y la Iniciativa para la Seguridad Global podrían considerarse como bienes comunes globales, y en su presentación en la primera sesión de la XIV Asamblea Popular Nacional por el primer ministro Li Keqiang se recalcó una vez más el valor que China le otorga a la centralidad del sistema de Naciones Unidas. China determina claramente las prioridades de cooperación y las plataformas y mecanismos de cooperación, a la vez que demuestra el sentido de responsabilidad respecto a la defensa de la paz mundial, así como su firme determinación de salvaguardar la seguridad global. Una cosa es el discurso político de varias potencias occidentales contra la nación asiática y otra cosa es la realidad de lo que promueve China. Beijing desempeña hoy un gran rol en la estabilidad global cuando otras naciones promueven la confrontación y las acciones unilaterales.
El mundo requiere de estabilidad para lograr un crecimiento necesario y urgente en tiempos de crisis. Millones de seres humanos hoy han regresado a la pobreza, mientras otros están obligados a migrar o se encuentran en situación de desempleo. Los conflictos y sanciones de algunas potencias occidentales impactan directamente sobre los precios mundiales, la inflación, la deuda externa y especialmente el nivel de vida y calidad de los pueblos. China, en medio de este complejo escenario, presenta una propuesta concreta al sistema internacional. Con sus iniciativas apuesta por la institucionalidad de las Naciones Unidas y la resolución pacífica de los problemas, pero a la vez expone la voluntad y propuesta de acciones para lograr resultados concretos y la construcción de espacios de desarrollo que pueden generar empleo, crecimiento y otros elementos positivos en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta.
17 de febrero de 2023. Imagen de brazos robóticos trabajando en una línea de producción en una fábrica de vidrio, en Jiamusi, en la provincia de Heilongjiang, en el noreste de China. Foto de Xinhua
CH: En el informe sobre la labor del Gobierno también se hace mención al objetivo de China de incrementar su demanda interna, en especial tras la optimización de las medidas contra el COVID 19. ¿Qué oportunidades cree usted que se abren para su país ante este nuevo escenario económico en China?
RGS: Es un espacio de grandes oportunidades que, si bien ya se han plasmado en el tiempo reciente con la firma del Plan de Cooperación Cuba-China para la Inserción en la Franja y la Ruta en diciembre de 2021, ambas naciones se anticiparon en promover acciones para el fortalecimiento de las relaciones comerciales. Los datos reflejados en el informe destacan el incremento de las importaciones por parte de China y eso abre oportunidades para que la economía cubana pueda proyectarse hacia el mercado chino para elevar las exportaciones, incluso con productos no tradicionales. China es un gran mercado que abre espacios para los diversos actores socioeconómicos que contempla la economía cubana y, por tanto, pensar en la elevación de los envíos al mercado chino requiere también proyectarse con una estrategia más amplia, que involucre a productos tanto locales como a grandes empresas estatales o mixtas.
Por otro lado, se deben explotar más las potencialidades existentes en la exportación de productos como el tabaco, la miel, el cacao, productos de la biotecnología, el ron. Pero hay capacidades con apoyo gubernamental cubano para elevar en otras áreas que incluso con cooperación bilateral china pueda estimular a la producción nacional para el consumo interno cubano, que hoy tiene una gran demanda, especialmente de productos agroalimentarios y a la vez exportar. Ello incluye frutales por las propias características del clima nacional. Es decir, contribuirá a reducir costos de producción, precios de ventas y estimular a la exportación. Ello, a su vez, requiere un manejo eficiente de políticas financieras para evitar un estímulo solo a la exportación, y también de una adecuada política comercial para elevar el trasiego comercial en ambos sentidos.
Por otro lado, en el marco de los servicios, y dadas las políticas de enfrentamiento positivo al COVID-19 por Cuba, podría estimularse el turismo chino. Ello permitiría conducir a un incremento no solo de los arribos a la isla, sino también la oportunidades para que miles de chinos y en un ambicioso deseo, millones, puedan visitar y tener vivencias de un clima tropical, con nuevas aventuras, tras un período intenso de cuarentena tras el impacto de la pandemia que ha estado afectando al mundo.
CH: ¿Qué otros aspectos o medidas le han llamado la atención o considera importantes de recalcar del informe sobre la labor del Gobierno?
RGS: Uno de los elementos importantes a tener en cuenta en el informe es la prioridad que le está otorgando el Gobierno chino al desarrollo de la economía sustentable y a la reducción de los niveles de contaminación. Centrarse en un desarrollo más sustentable contribuirá no solo a una China más limpia, sino también a un mundo más limpio.
Por otro lado, China continúa elevando la capacidad de infraestructura a nivel nacional, donde las líneas férreas de alta velocidad en servicio han pasado de 25.000 kilómetros a 42.000, y los kilómetros de autopistas se han incrementado de 136.000 a 177.000. Ello, sin duda, es resultado del desarrollo de un país que muy pocos pueden lograr en tan poco tiempo.
China, tras una consecuente política gubernamental y con el objetivo de elevar el comercio de doble circulación, ha logrado desarrollar acciones concretas de gran beneficio para la nación. Se han establecido otras 152 zonas experimentales integrales del comercio electrónico transfronterizo y se ha apoyado la construcción de varios almacenes en el extranjero.
Pero un elemento relevante y que ha sido de gran atención es la elevación de la proyección externa de China. La diplomacia de gran país con peculiaridades chinas ha sido un factor importante en el despliegue y promoción de la cooperación con el mundo en momentos de multicrisis, es decir de crisis sanitaria, alimentaria, económica, financiera, y ha sabido apoyar a las naciones más subdesarrolladas que hoy están sufriendo las peores consecuencias. China ha ofrecido al mundo, y lo expresó el reciente informe, propuestas concretas para promover la cooperación conjunta y el avance pacífico. En cambio, otros se encargan de criticar a China, pero no ofrecen una propuesta clara o de mutuo beneficio. Solo estimulan el odio, el conflicto, la desconfianza y peor aún utilizan las sanciones para coaccionar a naciones más pequeñas.
Las metas de crecimiento para China son metas de crecimiento para el mundo. La incidencia como gran nación en el sistema internacional es tal que todos los ojos del mundo centran su atención en esta debido a su gran impacto. El informe no solo refleja la situación interna y las proyecciones, sino, a la vez, cómo las propias políticas nacionales y estrategias pueden contribuir a reanimar las economías de otras naciones, o fomentar la cooperación, o incluso promover la paz y la estabilidad que tanto necesita el mundo.