El primer ministro chino, Li Keqiang, presenta un informe sobre la labor del gobierno en la reunión de apertura de la segunda sesión de la XIII Asamblea Popular Nacional en el Gran Palacio del Pueblo, en Beijing, capital de China, el 5 de marzo de 2019. (Xinhua/Pang Xinglei)
El primer ministro chino, Li Keqiang, admitió que China afrontó "severos desafíos en los que se plasmaron los dolores de crecimiento del cambio de modalidad de la economía", al entregar el informe sobre la labor del gobierno a la sesión legislativa anual hoy martes.
"Al echar una mirada retrospectiva al año pasado, constatamos que lograr éxitos no fue nada fácil", destacó Li en la inauguración de la segunda sesión anual de la XIII Asamblea Popular Nacional.
"Las nuevas y viejas contradicciones se entrelazaron, los problemas cíclicos y estructurales se superpusieron, y el funcionamiento de la economía sufrió cambios en medio de la estabilidad y experimentó la inquietud inherente a estos", señaló.
Li añadió que China también afrontó una situación externa con profundos cambios en 2018.
Los altibajos en la globalización económica, las embestidas contra el multilateralismo, las sacudidas en los mercados financieros internacionales y, sobre todo, las fricciones económicas y comerciales entre EEUU y China, repercutieron negativamente en la producción y gestión de algunas empresas y en sus expectativas mercantiles, de acuerdo con el primer ministro.
Además, China estuvo afrontando una compleja situación marcada por el aumento de los problemas derivados de dilemas o encrucijadas. El país tuvo como fin múltiples objetivos, entre ellos, los de estabilizar el crecimiento y prevenir los riesgos, así como múltiples tareas por cumplir, incluidas las del desarrollo económico y social.
China también tuvo numerosas relaciones que gestionar, entre las que se incluyeron las existentes entre los intereses a corto y a largo plazo, mientras que se incrementaron notablemente las dificultades para elaborar políticas y propulsar los trabajos, indicó Li.