Los ojos le brillan a Edwin Mwenda cuando asegura que mudarse a China hace cuatro años fue "una de las mejores decisiones" que ha tomado en su vida.
Mwenda, nacido en Kenia, decidió venir a China desde Reino Unido, donde creció y tenía un trabajo. Su decisión desconcertó a su familia y amigos.
"Ellos hubieran esperado que continuara mi carrera en Reino Unido, ya que el empleo que tenía me permitía tener una vida bastante cómoda", dijo.
"Pero pienso que China se está abriendo para que las personas de todo el mundo, especialmente las procedentes de África, vengan y estudien", continuó el joven, de 30 años. "China tiene una larga historia y ha obtenido un rápido progreso en las últimas décadas. Quiero saber cómo China ha logrado esto y qué puede África aprender de ello".
En 2014 Mwenda inició su programa de maestría en ciencia e ingeniería ambiental en la Universidad Tsinghua, en Beijing, y se graduó en 2016, lo que considera su "mayor logro" en China.
"La experiencia en esta universidad me ha dado muchas habilidades valiosas", apuntó con entusiasmo.
En la actualidad, Mwenda está completando su doctorado en economía política en la Universidad de Negocios y Economía Internacionales. Asimismo, ha llevado sus conocimientos a la práctica con un proyecto con algunos amigos, que tiene como objetivo mejorar la vida de los pequeños agricultores de África.
"Queremos integrar y empaquetar las tecnologías agrícolas para ofrecer 'soluciones agrícolas' avanzadas y adecuadas para Kenia y África", señaló.
Aunque rica en vastas tierras cultivables, Kenia, así como muchas partes de África, se enfrenta a varios problemas que disminuyen la productividad agrícola y hacen que los campesinos sigan viviendo en la pobreza.
Mwenda señaló un mapa de Kenia para explicar que la mitad de las tierras del país son difíciles de cultivar debido a la sequía y, además, las instalaciones de cultivo poco desarrolladas, la gestión deficiente del cultivo, la falta de información y el mercado disfuncional no mejoran las cosas.
"Las condiciones son malas, pero esto también muestra que África tiene un gran potencial agrícola", indicó Mwenda.
Para ayudar a los agricultores de escasos recursos, el equipo de Mwenda propuso soluciones integrales que incluyen digestores de biogás, invernaderos automatizados, hardware alimentado con energía solar, licencias de software de tecnología móvil para pagos, seguimiento de fincas y mantenimiento de registros y maquinaria de procesamiento de productos agrícolas.
El grupo nombró su proyecto "AHAVAH", que significa "amor" en hebreo. Mwenda apuntó que este amor va más allá de los sentimientos y se muestra a través de las acciones.
Sin embargo, el primer paso es siempre el más difícil y es aún más difícil iniciar un proyecto multinacional, subrayó, e indicó que una de las principales barreras es el idioma. "Hablo solo un poco de chino y estoy mejorando".
El equipo logró establecer un programa piloto. "Necesitamos conversar con más inversores potenciales y que nos den más orientación y encontrar compañías que usen las técnicas apropiadas", expuso Nelly Njoroge, miembro del equipo.
"Si funciona, se puede ampliar para incluir a cada vez más campesinos", destacó Mwenda. "Al hacerlo, no solo podrían alimentarse, sino también tener un exceso de producto que podrían vender, lo que les permitiría tener dinero para enviar a sus hijos a la escuela y llevar una vida mejor".
Mwenda destacó que China está a la vanguardia en la investigación en tecnología y conocimientos y cree que las prácticas del país asiático en cuenta a gestión de problemas durante su desarrollo en las recientes décadas podrían proporcionar soluciones para África.
"(Esperamos que) el pueblo africano pueda cambiar su vida, cómo se ve a sí mismo y cómo puede aprovechar las soluciones para sí mismo", añadió.
Mwenda no está solo en Beijing. Mediante el nuevo programa de talentos "Proyecto Cirrus", puesto en marcha por la Asociación de Promoción Industrial de "la Franja y la Ruta" de Zhongguancun, más de 20 equipos internacionales, de los cuales muchos proceden de África, persiguen su sueño en China.
Si bien es trabajo duro, Mwenda y sus amigos explican que les gustaría dedicar su pasión, tiempo y energía para seguir adelante. "Hemos visto muchas respuestas realmente positivas", señaló Mwenda. "Estoy seguro de que superaremos (las dificultades) con tiempo".