Ismael Arturo Montero García es investigador del Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología de México.

　　En Beijing se acaba de celebrar el Foro de Cooperación China-África. Son ya 18 años de reuniones bilaterales entre la nación asiática y el continente africano, con encuentros que buscan fortalecer la cooperación y el desarrollo. Esta fue la séptima ocasión en la que los líderes de África y el Gobierno chino se congregan en este siglo. El primer foro se celebró en el año 2000.

　　Este moderno diálogo entre naciones encuentra sus antecedentes siglos atrás. Por lo menos, tenemos que remontarnos al siglo XIV, cuando Ibn Battuta, un erudito y viajero marroquí, relató sus viajes a Oriente en su libro Un regalo para los que contemplan los prodigios de las ciudades y las maravillas de viajar. En esa época tenemos también la visita diplomática y comercial que el explorador Said de Mogadiscio realizó a China como representante del Sultanato Ajuran. A cambio, el emperador Yongle, de la dinastía Ming, despachó a principios del siglo XV una de las mayores flotas que la historia ha conocido para comerciar con la nación somalí. La flota, bajo el liderazgo del famoso Zheng He, llegó a Mogadiscio, capital del Sultanato Ajuran, durante su apogeo. Junto con el oro, incienso y telas, Zheng llevó la primera vida salvaje africana a China que incluía hipopótamos, jirafas y gacelas.

　　Pero África no prosperó. Con el paso del tiempo tuvo que soportar siglos de explotación por parte de otras naciones. Fue despojada de sus riquezas y miles de sus hijos sufrieron amargamente la esclavitud. Fue así como África se convirtió en un escenario de pobreza e injusticia, pero esa imagen de subdesarrollo está por cambiar con los proyectos de cooperación que se están consolidando con China, que, por cierto, es actualmente su mayor socio comercial. El Foro de Cooperación China-África celebrado este año fue el espacio en el que se ha fortalecido la propuesta de un intercambio asentado en la igualdad y la inclusión. Este foro tuvo como punto de partida el beneficio mutuo que busca alcanzar un destino compartido.

　　La Unión Africana se ha marcado para el año 2063 el objetivo de ser un continente autosuficiente y sostenible. Es la llamada “Agenda 2063”, que se plantea la construcción de una nueva África, arraigada en su historia y cultura, pero con un plan de desarrollo sostenible, proyecto en el cual China es fundamental porque incorpora a África en la Iniciativa de la Franja y la Ruta (conocida también como Nueva Ruta de la Seda). África quiere tomar la experiencia del crecimiento de China de las últimas cuatro décadas, que es un ejemplo para los pueblos africanos. Con la Iniciativa de la Franja y la Ruta, África superará la escasez de infraestructura, que es un problema fundamental que frena su desarrollo.

　　El Foro de Cooperación China-África es uno de los eventos diplomáticos más importantes celebrados este año en China. Con la participación y guía del presidente Xi Jinping, se reanudó un diálogo entre el continente africano y la República Popular China que encuentra en la justicia y la amistad elementos primordiales. Estas son las fortalezas que promueven el crecimiento a partir de la ganancia compartida. China da la bienvenida a los países africanos para abordar el tren expreso del desarrollo chino. Estos son algunos de los criterios expresados por el presidente Xi Jinping durante la apertura del foro con la presencia de mandatarios de varios países de África que engalanaron la sesión.

　　Sin duda, somos muchos en el mundo los que queremos ver un continente africano aliviado de la hambruna, lejos de las guerras civiles, sin pobreza extrema, sin epidemias, sin verse obligados a migrar, preservando el medio ambiente y protegiendo especies en peligro de extinción. Estamos seguros de que lo alcanzado en este foro será uno de los componentes necesarios para llegar a esa meta.