El embajador de Venezuela en China, Giuseppe Yoffreda Yorio. Embajada de Venezuela

En el objetivo de transformar la economía venezolana hacia una economía productiva, la cooperación con China es de vital importancia, manifiesta el nuevo embajador de dicho país, Giuseppe Yoffreda. De hecho, en julio pasado, el presidente venezolano, Nicolás Maduro, anunció la creación de zonas especiales que buscan promover la llegada de inversiones extranjeras, bajo la inspiración del proceso chino de la Reforma y Apertura. “Es mucho lo que podemos aprender de China para apalancar el proceso de reestructuración económica en Venezuela”, asegura.

China Hoy (CH): Señor embajador, muchas gracias por aceptar esta entrevista. ¿Cuál es el principal objetivo que se ha trazado como nuevo embajador de la República Bolivariana de Venezuela? ¿Hay algún sector de la relación bilateral que espera fortalecer más?

Giuseppe Yoffreda Yorio (GYY): Muchas gracias por abrirnos un espacio para dar a conocer nuestro hermoso país, así como mi propia experiencia. Aprovecho esta ventana para enviar un caluroso saludo fraternal al pueblo de la República Popular China, y manifestarles el honor que siento de representar a mi país en tan importante nación para nosotros y el mundo.

El Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, bajo el liderazgo del presidente Nicolás Maduro, está enfocado en transformar la economía venezolana hacia una economía productiva, con capacidades exportadoras en rubros no tradicionales. En este sentido, la Embajada, como representante del Gobierno Bolivariano en China, tiene como meta contribuir a dicha transformación, para lo cual la cooperación con China es de vital importancia.

Como plan de trabajo, nos hemos planteado la ampliación de la cooperación económica y del intercambio comercial, no solo en volumen sino también en la variedad de sectores y productos con grandes potenciales, con el objeto de dar un impulso decidido a la participación de China en proyectos productivos en Venezuela, y para el fomento de la colocación de productos venezolanos en el mercado de este país.

De cara a la nueva realidad económica que se construye en Venezuela, en la que se promueve la diversificación de la economía nacional para disminuir la dependencia de la actividad petrolera, la cooperación económica y comercial con China se proyecta de gran escala, gracias a la gran base de recursos naturales con la que cuenta Venezuela y a las facilidades para la inversión que ha venido fomentando el Gobierno Nacional, por medio de la institución de entes como el Centro Internacional de Inversión Productiva (CIIP) y la adecuación del marco legal venezolano al contexto actual, con cuerpos normativos como la Ley Antibloqueo, donde se proveen prerrogativas especiales para la protección de las inversiones productivas extranjeras frente al riesgo que representan las medidas coercitivas unilaterales, así como la Ley de Zonas Económicas Especiales, en las que se crean cinco zonas económicas especiales en Venezuela, y se ofrecen condiciones aduaneras y tributarias exclusivas a favor de las inversiones extranjeras.

CH: ¿Cómo vislumbra el panorama del intercambio comercial entre ambos países?

GYY: La cooperación comercial entre ambos países cuenta con el apoyo de una fuerte estructura del Gobierno venezolano para el fomento de las exportaciones por parte del empresariado nacional. Instituciones como el Banco de Comercio Exterior de Venezuela (Bancoex) promueven la colocación en mercados internacionales de productos como el ron, café y chocolate, emblemáticos de Venezuela y de muy alta calidad, así como de otros rubros de importancia como el pesquero, ante lo cual me permito destacar que Venezuela ya está exportando camarones a este país, por lo que esperamos que pronto puedan ser disfrutados por los paladares chinos muchos de los productos venezolanos, aprovechando también las facilidades que otorgan las nuevas plataformas tecnológicas chinas para el comercio electrónico.

Adicionalmente, nos encontramos trabajando con la Administración General de Aduanas de China en la obtención de los permisos correspondientes para la exportación de productos venezolanos de gran calidad como el pescado tahalí, el cangrejo azul, el aguacate, el café verde, el maní, el cacao en grano, el frijol chino, entre otros, por lo que estamos seguros de que muy pronto el pueblo chino también tendrá la posibilidad de conocer Venezuela a través de sus sabores. 

Nuestro plan de trabajo no se limita al impulso del área económica-comercial, sino que tiene todas las áreas como foco, tal como lo es nuestra Asociación Estratégica Integral. Como ejemplo de ello, la cooperación en materia turística y cultural tiene un gran peso dentro de las prioridades de la relación bilateral. Tenemos la aspiración de incrementar la cooperación en estas áreas.

En Venezuela existe una curiosidad cada vez mayor por China, su historia, su cultura, su gastronomía y sus destinos. Venezuela, a su vez, reconoce el crecimiento vertiginoso que ha tenido China como uno de los países con mayor turismo emisivo en el mundo. También sabemos que los chinos están cada vez más interesados en saber y conocer sobre Venezuela y la región latinoamericana, cautivados por sus bellezas naturales, su música, su comida y nuestra gente.

En años recientes, Venezuela ha aumentado la promoción y difusión de nuestros destinos turísticos en China, así como de nuestra cultura y nuestros productos a través de ferias, exhibiciones y exposiciones en medios tradicionales y digitales, que son muy importantes para las nuevas generaciones.

Venezuela mantiene un intercambio constante con la Administración de Aviación Civil de China para cumplir con todos los requisitos legales exigidos por el Gobierno, además de fomentar las relaciones con un variado y nutrido grupo de aerolíneas chinas para establecer más y nuevas rutas aéreas que permitan consolidar los destinos en Venezuela y toda Latinoamérica, como un factor esencial para aumentar el flujo de pasajeros en ambas direcciones, con el firme objetivo de continuar acercando a nuestros pueblos.  

Culturalmente, China y Venezuela son dos países extremadamente ricos, por lo que las iniciativas de intercambio en esta materia son de gran importancia para el conocimiento mutuo y para el fortalecimiento de los lazos de hermandad.

Actualmente, ambos países contamos con el Programa de Intercambio Cultural Venezuela-China, documento de gran importancia para la profundización de la relación bilateral, toda vez que tiene por objeto desarrollar actividades de cooperación en las áreas de artes escénicas y musicales, artes visuales y museología, bibliotecas, patrimonio cultural, intercambio intelectual, industrias culturales y la Iniciativa de la Franja y la Ruta, al tiempo que el mismo ha servido de marco para la realización de actividades culturales, tanto en Venezuela como en China.

Adicionalmente, Venezuela está comprometida con su activa participación en las distintas ferias culturales y de exposición país que se realizan en China, así como en la posibilidad de continuar participando en las actividades chinas para la promoción de artistas venezolanos en este territorio.

Estamos seguros de que, a pesar de las dificultades que ha traído la pandemia de COVID-19, la cual ha ralentizado el proceso que con muchas ganas hemos impulsado de manera conjunta, ambos gobiernos, poco a poco, superada esta situación, continuaremos ese bonito y provechoso intercambio que desean nuestros pueblos.

CH: En julio, el presidente Nicolás Maduro anunció el establecimiento de zonas especiales con incentivos fiscales y aduaneros para atraer inversiones a Venezuela. Para ello, dijo el presidente Maduro, se había tomado en cuenta la experiencia de más de 40 años de la Reforma y Apertura en China. Además del establecimiento de zonas especiales, ¿qué otros aspectos de la Reforma y Apertura china cree que podrían ser útiles a Venezuela?

GYY: Como sabemos, la política de Reforma y Apertura de China se ha venido ejecutando por medio de grandes líneas de acción, de las que podemos destacar, por un lado, la potenciación de las fuerzas económicas internas, permitiendo su participación activa en el desarrollo de una economía de mercado socialista y, por el otro, la apertura del país al exterior, aprovechando las inversiones extranjeras para aumentar las capacidades productivas, particularmente promoviendo el desarrollo de Zonas Económicas Especiales.

El Gobierno Bolivariano trabaja también en ambas líneas de acción. El anuncio por parte del presidente Nicolás Maduro sobre la promulgación de la Ley Orgánica de Zonas Económicas Especiales y de la creación de las Zonas Económicas Especiales de Puerto Cabello-Morón, Paraguaná, Isla la Tortuga, Isla Margarita y La Guaira forma parte del accionar dirigido a impulsar la reactivación del aparato económico-productivo y a promover una reestructuración de la economía nacional desde su base, en cuya estrategia la experiencia de China en la creación y desarrollo de este tipo de zonas ha sido de gran ayuda.

Adicionalmente, el Gobierno venezolano ha impulsado la unificación de esfuerzos con los agentes económicos nacionales para promover su participación decidida en las actividades productivas, incorporándolas al proceso de desarrollo económico y tomando medidas para ello, como la derogación de la Ley de Ilícitos Cambiarios, la flexibilización del sistema de precios, la implementación de incentivos fiscales, la emisión de acciones en la bolsa de valores de empresas y bancos estatales, entre otras.

Sin embargo, a pesar de las iniciativas que ha puesto en marcha el Ejecutivo Nacional venezolano, todavía es mucho lo que podemos aprender de China para apalancar el proceso de reestructuración económica en Venezuela, tomando en cuenta los más de 40 años de exitosas experiencias que ha cosechado el país asiático.

En este contexto, aspectos como el entendimiento de la gradualidad en la aplicación de las políticas, con base en el establecimiento de mecanismos de seguimiento, control y adaptación de las mismas, han sido fundamentales para el éxito de la Reforma y Apertura en China, cuestión que, a mi criterio, sería de gran utilidad su réplica en Venezuela, tomando para ello en consideración las distintas realidades políticas, geográficas, económicas y culturales de ambos países.

La fructífera experiencia de China con la Reforma y Apertura es muestra de que cada país tiene la posibilidad de escribir su propio destino de la mano de su pueblo. Venezuela, al igual que China, cree firmemente en la autodeterminación de los pueblos y en el respeto a la soberanía, razón por la que el Gobierno Bolivariano trabaja firmemente en el desarrollo económico del país, con base en el gran potencial de recursos con los que cuenta, a fin de asegurar el bienestar de los venezolanos.

CH: El presidente Maduro también ha aseverado que, sin la ayuda de China, hubiera sido imposible enfrentar el COVID-19 en Venezuela. ¿Cómo evalúa la cooperación entre ambos países en la lucha contra la pandemia?

GYY: El presidente Nicolás Maduro y el equipo designado para atender la pandemia de COVID-19, con la vicepresidenta ejecutiva Delcy Rodríguez al frente, abordaron desde el primer momento los embates del virus en Venezuela, logrando atender con prontitud los casos de infección y brindando atención inmediata a la población venezolana. De esta manera, Venezuela ha logrado hacer frente a la pandemia, manteniendo hasta la fecha bajos números de contagio y decesos, en comparación con otros países de la región.

La ayuda de China fue y sigue siendo fundamental para la lucha contra la pandemia en Venezuela. Desde el primer momento, el Gobierno chino brindó su ayuda desinteresada a través de la donación de medicamentos e insumos médicos, así como por medio del envío a nuestro país de una delegación de médicos y especialistas chinos, quienes compartieron con doctores venezolanos sus experiencias y protocolos para mitigar la expansión del virus y los tratamientos más efectivos entonces aplicables a los pacientes de COVID-19.

La cooperación entre China y Venezuela, como socios estratégicos integrales, no solo llegó a ese punto, pues en marzo de 2021 comenzaron a llegar a Venezuela los primeros lotes de dosis de la vacuna contra el COVID-19 desarrollada por China. Desde entonces hasta este momento, ya sobrepasan los 45 millones de dosis despachadas hasta Venezuela, lo cual ha permitido vacunar de manera gratuita a la población del país, contando hasta ahora con una vacunación del 100 % de la población mayor de edad, incluyendo dosis de refuerzo, así como la vacunación progresiva de los menores de edad, a partir de los 2 años.

La verdadera cooperación, amistad y hermandad entre países se ve reflejada en la relación existente entre Venezuela y China, así como entre sus líderes. A pesar del criminal bloqueo de los recursos financieros venezolanos y el asedio al país, instaurado y ejercido por Estados Unidos y sus aliados en el mundo, y que dicha situación imposibilitó a Venezuela acceder a insumos médicos en el mercado mundial en un primer momento, China decidió solidarizarse con el pueblo venezolano, lo cual ha sido determinante para materializar la implementación de políticas para la prevención y control de la pandemia en el país.

CH: El Gobierno venezolano, a través de su Cancillería, expresó su rechazo enérgico al reciente viaje de la presidenta de la Cámara de Representantes de EE. UU., Nancy Pelosi, a la región de Taiwan, y lo consideró una “violación a la soberanía e integridad territorial de China”. ¿Cuál es su análisis sobre esta situación?

GYY: La visita de la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, a Taiwan forma parte de los actos de injerencia e intromisión perpetrados por Estados Unidos contra China y demás países del mundo. Por esta razón, el Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, enalteciendo su principio de diplomacia de paz, adherido al respeto del derecho internacional, y honrando los grandes lazos de amistad, cooperación, solidaridad que nos unen a China, rechaza este acto provocador de Estados Unidos contra la soberanía de la hermana nación china.

Esta acción constituyó una violación a la soberanía e integridad territorial de la nación china y desconoce la resolución 2758, adoptada el 25 de octubre de 1971, en la que se reconoció como verdadero y único representante legítimo del pueblo chino al Gobierno de la República Popular China, país que actualmente mantiene relaciones diplomáticas con 181 países sobre la base del principio de una sola China, vociferado por el presidente Joe Biden, pero que en la práctica no lo cumple.

Este tipo de acciones injerencistas que sigue perpetrando Estados Unidos, no solo contra China, sino contra nuestro propio país Venezuela y otras naciones soberanas, hará que la mayoría de los países nos unamos más y que se fortalezca la lucha por el desarrollo pacífico, por el respeto a la Carta de la ONU, el derecho internacional y el multilateralismo.

Estados Unidos no solo irrespetó el derecho internacional y el consenso de casi todos los países del planeta respecto a este tema, sino que violó sus propios acuerdos bilaterales con China, a saber, los tres comunicados conjuntos que se suscribieron al momento de establecer relaciones diplomáticas, por lo cual cabría preguntarse por la credibilidad del Gobierno de Washington y los peligros de que Estados Unidos desconozca el contenido de los acuerdos con otros países y en cualquier tema, erosionando el desarrollo normal y pacífico de las relaciones internacionales.

El total desprecio de Estados Unidos por el derecho internacional y por el principio de no injerencia en asuntos internos, así como su constante entorpecimiento de la estabilidad no solo de Asia Oriental, sino de todo el globo, se volvió a manifestar con la visita a Taiwan de la delegación de congresistas encabezada por el senador Ed Markey desde el 14 de agosto, en la cual se busca provocar al gigante asiático para que tome acciones drásticas que lleven a Estados Unidos y sus adláteres a tomar el mismo camino de asedio y ataque que han emprendido contra Rusia. Sin embargo, China, ha mantenido una posición responsable, tomando medidas drásticas ante la insolente ruta que Estados Unidos ha elegido, pero sin empeorar la situación regional.

Reiteramos la posición del Gobierno de la República Bolivariana de Venezuela, el cual, bajo la bandera de la diplomacia de paz y adherido al respeto de la Carta de la ONU, al derecho internacional, a los principios de igualdad, la no intervención en los asuntos internos de otros Estados, y honrando los grandes lazos de amistad, cooperación, solidaridad, así como la Asociación Estratégica Integral que une a China y Venezuela, reafirma su apego irrestricto al principio de una sola China y al reconocimiento de Taiwan como parte inalienable del territorio de ese país.

CH: Muy pronto tendrá lugar el XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China. ¿Cuáles son sus expectativas de cara a este evento político considerado de suma importancia en el país?

GYY: La Embajada de la República Bolivariana de Venezuela saluda con entusiasmo la celebración del XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh) en el próximo mes de octubre, reconociendo el peso que este reviste para el rumbo de la política interna de China en los próximos cinco años. Este Congreso, que representa una característica propia de la democracia china, siendo un asunto interno de China, aglomerará a los más de dos mil delegados de la organización política más grande del mundo, con sus más de noventa millones de militantes, y expresará las necesidades y propuestas del pueblo chino.

Este XX Congreso el PCCh lo celebrará con grandes logros en su currículum, particularmente con la derrota de la pobreza extrema en 2021, cuando el Partido alcanzó su primer centenario desde su fundación, con la tarea ahora de establecer la ruta para defender este histórico logro, alcanzar la revitalización del sector rural y consolidar la modernización de la sociedad socialista de China, con miras a la celebración del segundo centenario, esto es, los 100 años de la fundación de la República Popular China en 2049.

El Congreso resumirá la labor del Partido en el último lustro, así como los logros significativos y las valiosas experiencias del Comité Central del Partido, con el presidente Xi Jinping como núcleo, para unir y liderar a todo el pueblo chino de todos los grupos étnicos y desde todas y cada una de sus regiones a defender y desarrollar el socialismo con peculiaridades chinas en la nueva era.

Este año del XX Congreso del PCCh coincide con la celebración en Venezuela del V Congreso del Partido Socialista Unido de Venezuela (PSUV), que con más de 1500 delegados renovó el liderazgo del Partido y le dio un nuevo impulso a la tarea de construcción del socialismo. Asimismo, entre agosto y septiembre de este año se realizó un masivo proceso de renovación de los liderazgos de base, demostrando una vez más la fortaleza de la democracia y la vocación de pueblo del PSUV.

Con este panorama optimista de renovación y de mayor empuje, y reafirmándose los valores socialistas de ambas organizaciones, el PCCh y el PSUV tienen un camino abierto de cooperación, intercambio y trabajos conjuntos, y estoy convencido de que podrán aprender el uno del otro y enriquecer sus labores de dirección y liderazgo, con miras a promover el desarrollo en la nación china y venezolana respectivamente.

Estos procesos de revisión, renovación y fortalecimiento de nuestros partidos no hacen más que consolidar su posición como ejes fundamentales de nuestras sociedades en su decidido empeño por ofrecer cada vez mejores condiciones de vida para nuestra gente en el camino de la construcción de nuestros modelos socialistas.

Venezuela seguirá con gran atención y detenimiento todo el proceso durante la celebración del XX Congreso Nacional del PCCh, primero por los fuertes lazos que conectan a ambas organizaciones políticas, por lo que representa el Partido Comunista de China para el Partido Socialista Unido de Venezuela, que siempre ha representado un modelo de referencia en nuestro país, pero también porque este evento conlleva una gran importancia al celebrarse en un momento crucial tanto para China como para el resto del mundo.

El PCCh continúa hoy, 101 años después de su fundación, en esa férrea lucha por la defensa de su gente y el cuidado de su nación, superando los embates de fuerzas foráneas que sueñan con causar estragos en su interior. Pero estamos seguros de que se seguirán encontrando con esa Gran Muralla que repelerá todo aquello, como lo hizo antes, como lo hace ahora y como lo hará siempre. Por ello, desde Venezuela estaremos en primera fila, acompañando al hermano pueblo chino y atentos al desarrollo del XX Congreso, que es de gran repercusión para toda la humanidad.

CH: En su primera visita oficial a China en 1999, el presidente Hugo Chávez calificó la hermandad con China como un ejemplo para el mundo. Aquella vez dijo: “Hemos comenzado a producir una política mundial autónoma, independiente de cualquier centro de poder y en eso también nos parecemos a China”. 23 años después, ¿en qué se parecen hoy Venezuela y China?

GYY: China y Venezuela comparten muchos valores y visiones, lo cual ha sido la base para construir esta alianza que tantos frutos ha brindado a ambos pueblos. En primer lugar, China y Venezuela son naciones en vía de desarrollo y, como tales, comparten la aspiración de brindarles a sus pueblos mayor bienestar y mayor prosperidad, pero con un enfoque humanista y socialista, de equidad y justicia social para todos los habitantes. Asimismo, con la vocación socialista de China y Venezuela, nuestro anhelo de desarrollo trasciende nuestras fronteras y trabajamos en conjunto para que, a través de la cooperación internacional, todos los países en desarrollo transitemos unidos hacia un planeta más próspero y unido.

Venezuela, bajo la guía del presidente constitucional de la República Bolivariana de Venezuela, Nicolás Maduro, ha liderado las grandes propuestas de integración de los países del sur, para cumplir los sueños de unión del libertador Simón Bolívar y del comandante Hugo Chávez, a través de la Alianza Bolivariana para los Pueblos de Nuestra América-Tratado de Comercio de los Pueblos (ALBA-TCP), la Unión de Naciones Sudamericanas (Unasur), la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños (CELAC), así como el Movimiento de los Países No Alineados (MNOAL) y demás mecanismos internacionales de integración y cooperación. Por su parte, China ha avanzado junto con los países en desarrollo por el camino de grandes iniciativas tales como la Franja y la Ruta, la Iniciativa de Desarrollo Global y la Iniciativa de Seguridad Global, a los cuales Venezuela se ha incorporado activamente.

En segundo lugar, íntimamente ligado a lo primero, China y Venezuela han tenido la tarea común de defender, en todos los espacios internacionales, la Carta de la ONU y los principios del derecho internacional, tales como la no injerencia, el respeto a la soberanía y la igualdad entre los Estados. Nos apegamos al multilateralismo universal como el mecanismo idóneo para alcanzar las metas de paz y desarrollo en el planeta, y repudiamos conjuntamente los ataques unilaterales de Estados Unidos y sus aliados, así como el intento de introducir alianzas selectivas, guerreristas, excluyentes y creadas para atacar a países específicos.

En este sentido, es propicio resaltar la exitosa coordinación en el ámbito multilateral entre China y Venezuela en la Asamblea General de la ONU, el Consejo de Derechos Humanos y las demás instancias de esa organización. Así, hemos defendido la no politización de los derechos humanos. Trabajamos estrechamente en el Grupo de Países Amigos en Defensa de la Carta de la ONU. Hemos realizado grandes avances para seguir consolidando el Foro de Cooperación China-CELAC, el cual no solo es un espacio de concertación política birregional, sino que es una ventana para dinamizar aún más la cooperación concreta entre el gigante asiático y la región latinoamericana y caribeña en todas las áreas.

Finalmente, nuestra convergencia en visiones y valores se ha puesto de manifiesto en la solidaridad política bilateral, gracias a la citada política exterior soberana que el comandante Hugo Chávez recalcó. En este orden de ideas, tanto China como Venezuela se han apoyado mutuamente en la defensa de los asuntos internos de cada uno. Ejemplo de ello ha sido el rechazo del Gobierno de Venezuela a la injerencia de Estados Unidos en el asunto de Taiwan, la manipulación política del tema de los derechos humanos en la región autónoma uigur de Xinjiang, los ataques a la estabilidad en Hong Kong, así como las intrigas de Washington en el Mar Meridional de China. Por su parte, China ha repudiado la aplicación de medidas coercitivas unilaterales contra el pueblo venezolano y la injerencia extranjera en el proceso político de nuestro país como asunto interno.

No podemos obviar las cada vez más cercanas relaciones entre los pueblos de China y Venezuela, que, con todo el esfuerzo de nuestros gobiernos para darnos a conocer mutuamente, comparten el amor patrio y la aspiración de verdadera paz y hermandad entre las naciones; en otras palabras, como lo propuso Su Excelencia el presidente Xi Jinping, y a la cual el presidente Nicolás Maduro se suscribió, la firmeza en construir la comunidad de destino compartido de la humanidad.