El artista uruguayo Bruno Sfeir durante la inauguración de su exposición en Beijing, China.
Por ABEL ROSALES GINARTE
“Para mí fue una sorpresa y una alegría que me invitaran a China”, dijo Bruno Sfeir a China Hoy. Luego de inaugurar la exposición “Dinámica intuitiva” el pasado 28 de mayo como parte de las actividades por el 30.° aniversario de los vínculos diplomáticos entre China y Uruguay en el Recinto Residencial Diplomático de Liangmaqiao, habló de sus expectativas y de los gratos momentos que vivió en la capital china.
“Antes había estado en el país pero en Beijing es la primera vez”. Recordó que hace un tiempo mientras trabajaba en una galería de arte en Florencia, Italia, conoció a una chica china que le dijo: “Tendrías que ir a China con tus obras”. Finalmente la Embajada de Uruguay en China y el Centro de Diplomacia Pública le abrieron las puertas del dragón asiático. Bruno, nació en la ciudad de San José de Mayo en 1970 y estudió en la Escuela Nacional de Bellas Artes de Montevideo. Luego de asistir a talleres de varios maestros, en el año 2007 continuó estudiando en el Instituto Superior de Pintura Van Der Kelen en Bruselas, Bélgica.
Nuevas expectativas
“Tengo la esperanza de que esta exposición que hemos hecho en Beijing sea el inicio de una relación más profunda con este gran país”, destacó Sfeir. Se siente agradecido de que la inauguración de su muestra haya coincidido con la conferencia del ex canciller Enrique Iglesias. “No puedo imaginar mejores circunstancias y mejor carta de presentación considerando lo que el ex canciller Iglesias representa para nuestro país y el mundo”. Agradeció especialmente a las autoridades de Uruguay en China como el embajador Fernando Lugris y a la encargada de asuntos culturales Agustina Casavalle.
“Me llama mucha atención Beijing porque es una ciudad muy vibrante, muy dinámica y moderna. Este país integra conceptos que aparentemente pueden parecer contradictorios pero ellos los integran perfectamente. Entonces uno se encuentra aquí con la tradición y la modernidad conviviendo”. A pesar de su corta estancia la capital de China lo ha conquistado. “Me ha encantado la ciudad. Mi expectativa es que haya interés en mi trabajo y pueda volver para empezar un intercambio más profundo”. Las expectativas crecen porque estamos hablando de un mercado inmenso. “Tendremos que descubrir dónde pueden encajar mis obras pictóricas.
Sus obras de naturaleza introspectiva han conectado con el público chino. “Existen elementos dentro de mis pinturas que también están presentes en la manera de ser de China, en conceptos como la armonía”. Lleva 20 años viviendo fuera de su país en Oriente Medio, Brasil, México, Estados Unidos y actualmente en España. “Mi trabajo de alguna manera se trata del itinerario de un hombre que está en busca de su ser interno y dentro de eso se establece una necesidad de orden, de equilibrio, de armonía y todos esos elementos tienen que ver con China”.
En un ambiente íntimo el público chino disfruta de las obras del artista uruguayo Bruno Sfeir.
Vínculos culturales entre China y Uruguay
Bruno llegó a China tras haber recibido importantes premios en su país como el del Banco de la República Oriental del Uruguay y el del Ministerio de Turismo del Uruguay. Sus obras han recorrido el mundo con exposiciones en diversas naciones del planeta y se encuentran en colecciones públicas y privadas en Uruguay, Argentina, Brasil, Paraguay, Panamá, Chile, México, Líbano, Kuwait (Museo de Arte Moderno), Estados Unidos, Bélgica, España, Francia y China.
“Sé que la Embajada de Uruguay y el Gobierno uruguayo, después de la visita del presidente Tabaré Vázquez en 2016, han aumentado el nivel de relaciones con China. Por ejemplo en Montevideo se creó el Instituto Confucio, un centro cultural chino y hay intercambios de becas”. Dijo sentirse confiado de que los intercambios entre ambas naciones se multiplicarán en el futuro. “Haber llegado en este momento es algo que corre a mi favor porque con los buenos artistas que tiene Uruguay que me hayan elegido es todo un honor. Creo que las relaciones entre los dos países se irán intensificando mucho más”.
Durante el recorrido por su exposición en Beijing muchos de sus cuadros llamaron la atención de los asistentes, especialmente el primero. “El cuadro de la máscara del principio de la exposición representa lo externo, la imagen que mostramos al mundo, a partir de ahí esa máscara se cae y entramos en todo ese mundo interior de símbolos y una relación con el mundo subconsciente en el que está de pronto la verdadera naturaleza del ser que ha pintado eso”.
Sus muchos viajes por el mundo han influenciado sus creaciones artísticas. “No diría que hay algo preestablecido cuando empiezo a hacer un cuadro, existe una reflexión continua como ser humano, una serie de preguntas que pueden ser existenciales que están todo el tiempo presentes y van tomando forma a medida que voy trabajando”. Bruno, tiene la capacidad de fluir como un río en sus obras pictóricas, como muchos de los grandes pintores clásicos de la antigua China. “Son imágenes mentales que van surgiendo y el proceso creativo a veces se vuelve muy agotador”.
El Recinto Residencial Diplomático de Liangmaqiao, en Beijing, acoge las obras del reconocido pintor uruguayo Bruno Sfeir. Fotos de Abel Rosales Ginarte
Una relación más larga
El universo pictórico de Bruno Sfeir convence al público de unirse a ese viaje de símbolos en el que convergen presente, pasado y futuro. “Me he guiado a veces en la vida por la intuición porque la vida siempre propone cosas y es importante no resistirse. Creo que en el fondo de mi ser siempre he querido conocer mundos nuevos, conocer gente distinta, ese deseo me mueve y me presenta estos escenarios”.
Un artista que permite apreciar los muchos caminos que se abren ante nuestros ojos, los caminos visibles y los invisibles también. “Ahora me toca digerir todo esto que he visto en Beijing que luego emergerá en mis futuras obras”. Son obras que acarician el alma, iluminan los sentidos y advierten la magia de la libertad individual. “Espero que pase mucho tiempo y que pueda volver, que hayan recibido de buen grado mi obra, que me consideren un amigo y ojalá que sea el comienzo de una relación más larga”.
El público chino, hijos de una tierra de grandes artistas, con una enorme tradición pictórica, indudablemente han sabido y sabrán apreciar los designios y la personalidad de los cuadros de Bruno Sfeir.