Introducción:
En lo profundo de las montañas de la provincia de Sichuan (suroeste de China) vive la bloguera Li Ziqi junto con su abuela, quien tiene un hermoso jardín con flores en frente de la casa y vegetales en la parte de atrás. Li Ziqi filma su vida diaria en el campo y la comparte con millones de seguidores en Internet.
La producción de la tela azul con diseño en blanco: En el verano de 2019, Li siembra las semillas de índigo chino, las cuales trasplantará cuando germinen. En el otoño del mismo año, cosecha las plantas y las sumerge en agua limpia hasta que el agua sea azul. Agrega agua de cal viva en el agua azul y la mezcla. Aclara y filtra el exceso de agua para condensar el índigo. Lo conserva lejos de la luz durante todo un invierno. En la primavera del año siguiente, agrega vino de arroz y agua de ceniza de madera al índigo condensado. Tiñe varias veces las telas con los patrones dibujados con el líquido mencionado. Cocina las telas y las tiende bajo el sol.
La producción del colorete con flores frescas: Agrega flor de Jamaica, rosa y gromwell púrpura en aceite de oliva y las remoja por más de diez días. Incorpora cera de abeja en el líquido preparado y lo cocina hasta que la cera se derrita. Añade harina de rosa, perla y maíz en el fluido mencionado, y ya está preparado el colorete para los rostros.
Acompañada por una música clásica china de fondo, Li, vestida de ropa tradicional china, presenta un oasis de paz que ha construido con su increíble sabiduría: hace muebles de bambú, presenta los denominados “cuatro tesoros del estudio” (el pincel, el papel, la tinta y el tintero), produce aceite de colza, prepara una variedad de platillos con los ingredientes que ella misma cultiva, etc. Frente a la lente, Li Ziqi luce como una mujer omnipotente.
Cuatro estaciones al año, arado en primavera y cosecha en otoño. Son las reglas de la naturaleza y es lo que Li Ziqi obedece. Nunca se plantea qué va a filmar el día de hoy, sino que le basta con salir de casa y apreciar qué flores están brotando y qué verduras están listas para comer. Es así como se le ocurre una idea para un video. Por ejemplo, en marzo, cuando aparecen las flores de melocotón, ella las recoge para preparar vino de flores de melocotón; cuando las cerezas maduran en mayo, ella las usa para hacer salsa de cereza; en octubre, cuando los guisantes están maduros, ella los utiliza para preparar un tazón de gelatina de guisantes.
En el campo, a unos 2200 km de Beijing, Li Ziqi vive su vida como ella quiere, con una gran pasión, con una sabiduría extraordinaria, con mucho coraje y con una serie de habilidades de supervivencia, las cuales ya no se ven en este mundo de bosques de cemento.
Como escribió uno de sus seguidores extranjeros en YouTube: “Ziqi me hace darme cuenta de que no necesito un trabajo bien remunerado para ganarme la vida y cuidar de mis seres queridos, de que no necesito un idioma para entender el mundo, de que no necesito una ciudad que me brinde todo lo necesario para tener una vida hermosa, de que no necesito de otra persona que me cuide. Todo lo que necesito es conocimiento y fuerza de voluntad para trabajar”.
Cuando uno se atreve a deshacerse de toda su carga pesada, es cuando comienza a ver la originalidad de la vida.