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El arte de los faroles de palacio

Source:China Hoy Author:JIAO FENG
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El farol de palacio, como su nombre indica, tiene su origen en el Palacio Imperial. El uso de los faroles era un privilegio exclusivo del emperador y su séquito, hasta que se hizo accesible a toda la sociedad, popularizándose con el paso del tiempo. Los faroles se conservan hasta la actualidad, siendo una de las más distintivas muestras del arte palaciego chino.

 

A diferencia de la iluminación moderna, los faroles de palacio cumplen una función práctica y a la vez estética, que da cuenta de su característica tanto oriental como nacional. Se trata de un elemento decorativo fundamental en la arquitectura tradicional y de la decoración china en general, además de una muestra cultural en sí misma. En la Exposición Internacional Panamá-Pacífico de 1915, los faroles de palacio chinos obtuvieron dos medallas de oro.

 

Un farol hexagonal de palacio.

 

Un milenario arte palaciego

 

Según los registros históricos, el farol de palacio apareció por primera vez durante los primeros años de la dinastía Han del Este (25-220). Se dice que después de unificar el país, el emperador Liu Xiu ordenó realizar una gran celebración en su palacio en la nueva capital Luoyang, en la que ofreció magníficos banquetes y donde se exhibieron hileras de diversos faroles colgantes como parte de la decoración. Fue a partir de este momento que fueron bautizados como “faroles de palacio”. En las dinastías Sui (581-618) y Tang (618-907), los faroles al interior del palacio empezaron a ser utilizados gradualmente por la gente. En la Fiesta Yuanxiao o Fiesta de los Faroles, celebrada el decimoquinto día del primer mes lunar, la gente adquirió la costumbre de salir a las calles para contemplar los hermosos faroles y, con el paso del tiempo, esta práctica se convirtió en una tradición.

 

Fue en las dinastías Ming (1368-1644) y Qing (1644-1911) que los faroles de palacio alcanzaron su máximo apogeo. Ya que seguían ligados a la casa imperial, la confección y materiales de los faroles debían seguir estrictas pautas, y en su diseño, cada pincelada debía ser perfectamente ejecutada. Asimismo, se usaban no solo para la iluminación del día a día, sino también para la decoración de interiores. Después de que el emperador Zhu Di de la dinastía Ming trasladara la capital a Beijing, reclutó hábiles artesanos de todos los rincones de China para la producción de faroles para la corte. Durante la dinastía Qing, el Departamento de la Casa Imperial (Neiwufu, en chino), que se encargaba de los asuntos domésticos de la familia imperial, estableció una división especial para la fabricación y reparación de faroles. Previo a esto, los faroles eran hechos por artesanos fuera del palacio o eran obsequiados al emperador por diversos gobiernos locales.

 

Los faroles que aún se conservan en el Palacio Imperial tienen una estructura hecha de metal o madera y están cubiertos con gasa o cristal de variados diseños. Por lo general, tienen forma cuadrada, hexagonal y octagonal, y unos pocos son redondos. El farol se divide en dos secciones encadenadas; la sección superior llamada “gorro”, y la inferior que constituye el cuerpo principal donde están las ventanillas o la gasa traslúcida de donde emana la luz.
Zhai Yuliang hace un farol de palacio de Beijing en su taller.

 

 

Faroles de palacio de Beijing

 

Beijing, capital de las dinastías Ming y Qing, fue el epicentro de los mejores fabricantes de faroles del imperio, y la Fábrica de Bellas Artes de Faroles Rojos, fundada por Han Zixing –quien fue comisionado por la Ciudad Prohibida para fabricar y reparar faroles–, fue quizá su más fiel representante. Incluso hasta el día de hoy sobreviven algunos artesanos de este tradicional arte, tales como Zhai Yuliang, quien trabaja en dicha fábrica desde la década de 1970. Según Zhai, en otras ciudades que sirvieron como capital del imperio en algún momento de la historia (a saber, Xi’an, Luoyang y Kaifeng), se desarrolló un estilo particular de faroles. Aquellos de Beijing, por ejemplo, se caracterizaron por su estructura de madera, ventanas pintadas, borla decorativa o nudo chino y su forma hexagonal. “Los faroles que ganaron medallas de oro en la Exposición Internacional Panamá-Pacífico de 1915 eran de este tipo”, señala el artesano mientras apunta precisamente a un farol representativo de Beijing. Pese a la popularidad que alcanzaron los faroles entre el pueblo, la tradición prohibía que los objetos que usaban los plebeyos tuvieran el mismo diseño que los de la familia imperial. Por lo tanto, los faroles de palacio para uso del pueblo, a diferencia de aquellos que había en la Ciudad Prohibida, no tenían gorro. Asimismo, Zhai también hizo hincapié en otra razón de índole práctica. “Nuestros productos tampoco tienen ‘gorro’ por un asunto de conveniencia. Los faroles con gorros necesitan mayor espacio, pero los edificios residenciales modernos no tienen techos tan altos”, explica.

 

Los faroles de palacio de Beijing siguen siendo hechos a mano y en ellos se combinan una serie de técnicas –desde el tallado en madera hasta la pintura de laca– con más de 100 pasos. Al exhibir un farol hexagonal de medio metro de altura, Zhai dice: “La estructura de un farol de palacio radica principalmente en su marco y ventanas. Este farol tiene más de 100 piezas de madera que están unidas sin un solo clavo o pegamento, sino a través del ensamblaje de caja y espiga. Esto exige un trabajo de gran esfuerzo y precisión, proporcionando una estructura delicada, pero a la vez firme y duradera. El marco incluso se puede plegar para facilitar el almacenamiento o el transporte”.

 

Cada farol de palacio es una obra de arte en sí misma, gracias al minucioso tallado en madera del marco, el fino diseño de coloridos paisajes, flores, animales y figuras humanas en la gasa o el cristal, y la trenzada a mano. De esta forma, la producción de un farol de tamaño mediano lleva más de un mes, mientras que los más grandes requieren aún más tiempo, convirtiéndose también en un fiel reflejo de la habilidad y talento del artesano.

 

En 2007, el farol de palacio de Beijing fue incluido como patrimonio cultural inmaterial a nivel del municipio de Beijing.
Faroles de palacio de Beijing.

 

 
 
 

 

Artesanía antigua en tiempos modernos

 

Aunque el personal actual de la Fábrica de Bellas Artes de Faroles Rojos de Beijing es menor que antaño, la demanda por los faroles de palacio no ha disminuido. “Como elemento decorativo de la arquitectura tradicional china, cada vez que se necesitan reparar o colocar nuevos faroles en las construcciones antiguas nos llaman, o incluso, para la decoración de interiores que siguen este estilo”, asegura Zhai.

 

También se pueden hacer pedidos especiales, en los que Zhai y el resto de los artesanos modifican el tradicional diseño a medida de los clientes. En una oportunidad llegaron a fabricar incluso un farol de cuatro metros de diámetro para el vestíbulo de un hotel de tres pisos de altura. Para que el farol fuera más ligero y evitar cualquier peligro de incendio, utilizaron una aleación de metal para el marco en lugar de la madera habitual. “No hay normas fijas para la fabricación del farol de palacio de Beijing. Hemos estado introduciendo continuamente nuevas ideas y cambios en el proceso de producción”, manifiesta Zhai.

 

En ese espíritu, la Fábrica de Bellas Artes de Faroles Rojos ha desarrollado faroles de formas no convencionales que toman prestados elementos de minorías étnicas o la estética occidental. “Todos los diseños son concebidos por diseñadores. Los artífices son tanto creadores como diseñadores que ajustan los detalles cada vez que sea necesario. Esta es la única forma para que el arte de faroles de palacio se mantenga vigente y actualizado”.

 

Gracias al renacimiento de la cultura tradicional en China, muchas escuelas primarias y secundarias invitan a Zhai y sus colegas a dar conferencias y enseñar a los estudiantes a hacer faroles en miniatura. Ver el interés que despliegan los niños por esta tradición artística tan antigua es algo que conmueve y alegra el corazón de Zhai. “¿Cuál es el espíritu que debe albergar un artesano? Creo que se trata de mantener la paz interior, resistir la soledad y permanecer sentado por mucho tiempo para la elaboración de un artículo. Espero que más jóvenes se interesen por los faroles de palacio y así mantener vivo este arte”, concluye Zhai.

 

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Editor: Wu Wen Da-->

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