Abanico de Rongchang producido en una fábrica local.
Inicialmente la función de los abanicos era mitigar el calor. Sin embargo, con el paso del tiempo, se fueron vinculando profundamente con la poesía y la pintura, convirtiéndose en preciados objetos artísticos.
Al repasar la cultura china, uno puede encontrar muchos cuentos relacionados con los abanicos. Por ejemplo, está el abanico de plumas de ganso de Zhuge Liang, conocido estratega del Periodo de los Tres Reinos; o el de hojas de palmera en la boca de la princesa Tieshan de la novela Peregrinación al Oeste, entre otros. En las pinturas tradicionales chinas aparecen frecuentemente muchachas preciosas con un abanico imperial redondo en la mano, de exquisita hechura. Hasta el día de hoy muchos chinos utilizan abanicos, los cuales son también un hermoso adorno.
Hacer un abanico de buena calidad requiere una alta habilidad.
La cultura del abanico
Los abanicos chinos eran usados tanto por los emperadores como por la gente común. En la antigua China, su uso dependía de la clase social de su portador: los literatos usaban abanicos doblados; los estrategas, abanicos de plumas; las señoritas de familias ricas, abanicos redondos imperiales; y la gente simple, abanicos de hojas de espadañas.
La evolución de los abanicos, desde artículos de uso diario hasta obras artísticas, está relacionada con los literatos. Los eruditos solían pintar o escribir caracteres en los abanicos para expresar su sentimiento y regalarlos a sus amigos. Más tarde, la gente los fue convirtiendo en objetos de arte que reunían poesía, caligrafía, pintura, escultura, bordado, etc.
Entre los abanicos, destacan los de poemas y dibujos. Una anécdota sobre el famoso calígrafo Wang Xizhi (siglo III) cuenta que un día este se encontró con una anciana vendedora de abanicos. Como había pasado ya el verano, poca gente los compraba y la abuela estaba muy preocupada. Al conocer tal situación, Wang escribió algunos caracteres en cada abanico y le dijo a la anciana que los vendiera a un alto precio. Como era de esperarse, los abanicos se vendieron rápidamente. Wang Xizhi fue un gran calígrafo y ha ejercido una gran influencia en el país, donde es considerado el “sabio de la caligrafía”. Es una gran pena que sus obras no hayan podido ser conservadas. Solo existen exquisitas imitaciones hechas durante la dinastía Tang (618-907).
Precisamente, en aquella dinastía se puso de moda el pintar sobre los abanicos, una práctica que se popularizó luego en las dinastías Song (960-1279) y Yuan (1206-1368). La pintura sobre el abanico alcanzó un estilo particular. A lo largo de la historia, y gracias a la innovación de los chinos, los abanicos han mostrado un esplendor extraordinario. Existen muchas variedades como los de bambú, los de hojas de palmera, los de hierbas, los de madera, los de papel, de hilo, de plumas, de seda, de huesos de animales, de plástico, entre otras. Sus formas varían: redondas, rectangulares, escalonadas, de elipse, hexagonales, etc.
Tejer la base original del abanico es un proceso importante.
Abanicos de bambú de Zigong
Los abanicos redondos de bambú de Zigong, en la provincia de Sichuan, son un tesoro del arte tradicional chino. Fueron diseñados por la familia Gong, de ahí el sobrenombre de “abanicos Gong”. Hoy en día, este arte está en manos de la quinta generación de la familia Gong.
El creador de los “abanicos Gong” fue Gong Juewu, quien era muy listo. Además de cultivar la tierra, también vendía artículos de bambú de uso diario que él mismo hacía. En verano preparaba algunos abanicos de bambú, los cuales, gracias a su exquisita habilidad y esmerada hechura, tenían una gran acogida. Una vez, al ver que en los artículos de bambú figuraban motivos y caracteres chinos que simbolizaban la felicidad, se le ocurrió ponerlos también en sus abanicos. Aprovechando el contraste de colores del hilo de fibra de bambú, tejió caracteres y dibujos en sus abanicos. Posteriormente, usó hilos más finos y los dibujos en los abanicos fueron cada vez más preciosos. Así nacieron los “abanicos Gong”.
Con Gong Yuzhang, el hijo de Gong Juewu, prosperó el arte familiar. Tanto los montes, las aguas, los pájaros, como la caligrafía china de estilo xing o xiaokai, aparecieron en los tejidos de los abanicos. Un día, un comerciante llevó un dibujo en el que una doncella cubría la mitad de su cara con un abanico redondo, y la otra parte que quedaba escondida se veía vagamente tras el abanico. El comerciante le pidió a Gong Yuzhang que reprodujera tal composición artística. Empleando hilos de bambú de diferente densidad, Gong Yuzhang logró exactamente lo que el cliente deseaba. En ese momento se volvió famoso. Incluso, algunos altos funcionarios lo invitaban a hospedarse en sus casas para que les fabricara abanicos. En 1953, uno de sus abanicos fue enviado a la Exposición Mundial de Leipzig en Alemania, donde ganó la medalla azul.
El proceso de fabricación de los “abanicos Gong” es muy complicado. Primero se debe seleccionar en el monte Qingyin un bambú de un año de vida, el cual será la materia prima para elaborar hilos de bambú transparentes mediante un procedimiento manual. Además de tejer la base original del abanico, también se deben tejer las tiras, los bordes y aplicar el pegamento. El paisaje del abanico es tan fino como el ala de una cigarra y de peso muy ligero, por lo que muchas personas creen que es de brocado.
La elaboración de los hilos de bambú es un paso clave. Entre más finos sean y más se usen, más claros y vívidos serán los dibujos. Para alcanzar un mejor efecto, Gong Yuzhang preparó una serie de instrumentos para cortar el bambú en hilos tan finos como el cabello humano y los usaba para tejer las cejas de sus figuras. Aprovechaba el color original de los hilos verdes y blancos para componer la parte brillante y oscura del abanico. Por eso, los montes, ríos, animales, caligrafía y flores lucen tan vívidos en el abanico.
Gong Daoyong, perteneciente a la cuarta generación de esta familia de artistas, redujo el grosor de los hilos de bambú de 0,025 milímetros a 0,01-0,015 milímetros, o sea, una séptima parte del cabello humano, con lo cual disminuyó la anchura del abanico en un 30 %. Su base era más ligera, fina y transparente. Según la hija y la sobrina de Gong Daoyong, herederas de la quinta generación, la clave de los “abanicos Gong” está en perfeccionarlos constantemente.
En 2008, el arte de los “abanicos Gong” fue incluido en la lista del patrimonio cultural inmaterial de la nación.
Abanico con motivo de la Diosa del Río Luohe.
Abanicos doblados de Rongchang
Rongchang es un distrito que se encuentra en la municipalidad de Chongqing. Tras asiduos estudios y exquisita fabricación, los abanicos doblados de Rongchang son considerados objetos artísticos tradicionales. Su hábil modelado, la esmerada selección de materias primas y su meticulosa fabricación se han ganado la preferencia de la gente. Como Chongqing limita con la provincia de Sichuan, los abanicos doblados de Rongchang son conocidos también como “abanicos Chuan”.
Su historia se remonta desde la dinastía Song hasta el reinado Yongle (1403-1424) de la dinastía Ming. Rongchang fue uno de los tres principales lugares de fabricación de abanicos del país. Cada año pagaba más de 10.000 abanicos como tributo a la corte imperial. En las postrimerías de la dinastía Qing (1644-1911), el modelo de gestión se transformó de una ocupación familiar secundaria a una profesión. En 1842 se estableció el Gremio Yingfeng para unir a los fabricantes de los abanicos doblados de Rongchang, ampliar sus niveles de producción, mejorar su modelo administrativo y elevar su proceso artístico, lo que promovió su acelerado desarrollo. A finales de la dinastía Qing había más de 200 talleres profesionales con más de 2000 trabajadores especializados y una producción anual de 4 millones de abanicos, los cuales se vendían en las provincias de Yunnan, Guizhou, Shaanxi, entre otras.
Chen Zifu nació en una familia productora de abanicos de Rongchang.
El proceso, que se realiza manualmente, consta de 145 pasos y 16 etapas, que incluyen pintar dibujos, aplicar pegamento, esculpir, incrustar, etc. Fue así como estos abanicos se volvieron un artículo no solo artístico, sino también práctico por su uso diario. Sin embargo, el empleo extendido de ventiladores y aires acondicionados ha ido sustituyendo en las familias el uso de los abanicos. Ello motivó a Chen Zifu, nacido en una familia productora de abanicos, a innovar.
Para hacer abanicos doblados se usan tradicionalmente papel y seda, pero Chen utilizó tela xiabu, un tipo de lino típico de Rongchang, tejido manualmente con ramio (Boehmeria nivea). Aprovechando sus características tradicionales, su color y su transparencia, y gracias a la técnica de montaje de la caligrafía y la pintura tradicionales chinas, Chen comenzó a usar la tela xiabu y recibió el reconocimiento del mercado. Él mismo diseñó un juego de abanicos para conmemorar el 50.° aniversario de la fundación de la República Popular China en 1999. En ese juego, Chen usó 50 modelos y técnicas de pintura planchada, dibujos coloridos, grabados en yin y yang (yin quiere decir que se graban líneas tridimensionales que están debajo, y yang, líneas tridimensionales convexas que quedan a relieve en el cuerpo del abanico), incrustaciones, etc.
Chen Zifu no ha monopolizado su nueva técnica, sino que ha invitado a sus colegas del sector a visitar su laboratorio para explicarles el proceso de producción y así cada vez más personas sepan elaborar abanicos con tela xiabu. De esa forma espera que se generen más oportunidades de desarrollo para los abanicos de Rongchang. En 2008, la técnica de fabricación de los abanicos doblados de Rongchang fue incluida en la lista del patrimonio cultural inmaterial de la nación.