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Protectores de la cultura tibetana

Source:China Hoy Author:ZHAO YAO*
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Tras su liberación pacífica, las autoridades del Tíbet han trabajado con empeño para conservar y desarrollar su cultura tradicional, por ejemplo, al solicitar la inscripción de patrimonios culturales inmateriales y al proteger las reliquias históricas y los libros antiguos y valiosos. Desde 2005, año en que se puso en marcha la declaración de patrimonios culturales inmateriales, la Ópera del Tíbet y Gesar han sido incluidos en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad de la Unesco. Más de 70 patrimonios como el Tanka, el papel tibetano, entre otros, aparecen en la lista del Patrimonio Cultural Inmaterial de China y más de 200 han ingresado a la lista de nivel regional. En 2006 se iniciaron los trabajos de rescate y los estudios de los sutras escritos sobre hojas de pattra. Gracias a tantos años de esfuerzo, se ha alcanzado un conocimiento básico sobre dichos sutras, que en su mayoría han recibido una protección efectiva, garantizando que sus cientos de años de historia tengan una nueva imagen ante la gente.

 

Tseing Dorje separa el papel de la cortina.

 

Tseing Dorje: heredero del papel tibetano

 

El río Yarlung Zangbo, que tiene su origen en el norte del Himalaya, se extiende de oeste a este. Desde la antigüedad, las civilizaciones humanas han surgido a orillas de ríos y lagos. En el distrito de Nyinmo, en la orilla norteña del curso mediano del río Yarlung Zangbo, se ha forjado la brillante cultura tibetana. El inventor de la escritura tibetana, Thonmi Sambhota, nació en dicho sitio. El incienso de Nyinmo, el papel de Xoira y la escultura de Pusum son considerados los tres tesoros de Nyinmo y gozan de gran fama en todo el Tíbet.

 

El papel tibetano, como parte importante de la cultura de dicha región autónoma, ha registrado la historia y los cambios del Tíbet. Con el desarrollo de la época y el impacto de la industria papelera moderna, el papel tradicional hecho a mano ha decaído. El papel tibetano, que tiene su origen en la aldea de Xoira, distrito de Nyinmo, busca transformarse para adecuarse a los tiempos actuales.

 

En el parque de artesanías del distrito de Nyinmo secan al aire varias hojas de papel. En la pequeña fábrica de papel tibetano no se oye el ruido de máquinas. Tres obreros sentados bajo la red contra el sol del patio arreglan Gelsemium elegans, el principal material para producir el papel. Su esencia venenosa salva al papel tibetano de insectos y ratones, lo que permite su conservación por largo tiempo.

 

El material resistente que lo compone de color blanco es la parte central del rizoma de Gelsemium elegans. Después de sacarlo al sol, debe ser dejado hasta que esté medio seco. Luego, con un cuchillo hay que quitarle la cáscara negra de la superficie para que el papel salga con buena pureza. La cáscara se pone a hervir después de exponerla al sol para hacer la pasta de papel, que bien mezclada se amolda sobre una cortina específica. Cuando esa pasta queda pareja, se escurre el agua y la pasta queda pegada a ella. Después, se expone al aire y cuando se ha secado un 90 %, se separa la tela y queda el papel tibetano.

 

Debido a que solo la parte del rizoma se puede usar como materia prima, para una pieza entera de papel se requieren 1,5 kilos de Gelsemium elegans. Por esa razón, la materia prima escasea aunque sea comprada a los pastores. Tseing Dorje pretendía plantarla artificialmente, pero en dos años, el Gelsemium elegans solo puede crecer hasta el tamaño de un dedo.

 

Otro reto que enfrenta es cómo perpetuar la herencia del arte de hacer el papel tibetano. Hace más de 10 años, Tseing Dorje empezó a aprender de su padre, y desde entonces viene dedicándole toda su vida. Actualmente tiene dos discípulos: sus dos hijos. Anteriormente había aceptado a otros, pero lamentablemente lo abandonaron por los pocos beneficios que genera este arte. Hoy día, padre e hijos persisten en transmitir la tradición y esperan que se perpetúe por 100 generaciones, razón por la cual urge realizar reformas e innovaciones. Unos años antes, para adaptarse al mercado turístico, Tseing Dorje se dedicó a crear productos culturales y creativos, explotando un nuevo tipo de papel decorativo que estaba dividido en dos capas, y entre ellas puso flores frescas, hojas, hierbas, entre otras plantas. Como cada hoja tenía características distintivas, el resultado conquistó a los turistas. Además, el papel tibetano que antes se usaba para imprimir sutras, actualmente se usa para hacer faroles y cuadernos de papel tibetano, que se venden en todos los sitios de interés. Aunque Tseing Dorje no es muy hablador, en los últimos años ha estado en los medios de comunicación con la esperanza de que más gente conozca el papel tibetano, una artesanía tradicional.
Escritura en sánscrito hecha por Jukem Tsultrim.

 

 

La “mano santa” de Jukem Tsultrim

 

Pinos, cipreses y flores se multiplican por todas partes en Norbulingka durante la primavera. Jukem Tsultrim lleva trabajando 21 años en la zona. Sus colegas le llaman el “tesoro” del departamento de administración del Parque Norbulingka. En tibetano Norbulingka significa “jardín de la joya”. Situado en el oeste de Lhasa, es un parque representativo del estilo local. El departamento de administración fue establecido en 1995, y dos años después, Jukem Tsultrim se incorporó al parque para encargarse de la protección de reliquias históricas.

 

Lo que más le impresionó fue el trabajo de recuperación de los sutras en pattra en 2006. Provienen de la antigua India y su contenido tiene estrecha relación con Kangyur y Bstan-hlgyur, que comprende la cultura de las “diez disciplinas grandes y pequeñas” del Tíbet. Se trata de los primeros datos de gran valor documental que permiten el estudio de la historia del budismo, de la traducción de textos budistas, de la ciencia y la tecnología y del intercambio entre las culturas de China y la India.

 

Dichos sutras nacieron entre los siglos VIII y XIV. Se han podido conservar bien gracias al clima local seco, al especial modo de conservación y a la fuerte conciencia de protección. De los casi mil existentes en el mundo, un 60 u 80 % pertenecen al Tíbet. Hasta hoy día, en la región existen más de mil sutras en sánscrito, con cerca de 60.000 hojas pattra.

 

El extraño carácter de los sutras escritos en hojas pattra en sánscrito provoca que muy contadas personas puedan conocerlos. Después de leer un artículo de Jukem Tsultrim sobre la historia de estos sutras, el grupo de protección de los sutras escritos en pattra lo visitó para invitarle a incorporarse a los trabajos de recuperación, lo cual se convirtió en un gran desafío para él.

 

El trabajo de recuperación ha incluido varios pasos: buscar, ordenar, fotocopiar, juntar, catalogar, entre otros. Generalmente el fotocopiar y el juntar se hacen simultáneamente. Jukem Tsultrim ha usado por primera vez el pegamento tradicional que sirve para recuperar las estatuas de budas para no dañarlos. Reparar los escritos en sánscrito fue muy difícil, pues tuvo que distinguir los caracteres uno por uno, lo que requirió al mismo tiempo pruebas adicionales. Para cumplir con este trabajo, Jukem ha estudiado más de diez tipos de sánscrito y, junto con los expertos del grupo, expuso en el reportaje sus análisis y dudas para llamar la atención de la gente. La protección de estos sutras exige mantener el principio de “examinar a domicilio los sutras que un ciudadano tenga en su poder y fotocopiar en el sitio”, es decir, no pasa por alto ninguna pieza rota.

 

De acuerdo con los documentos en tibetano, mandarín, inglés, etc. en los que hay registros relacionados con la propagación y traducción de estos sutras, Jukem y los otros expertos han efectuado en seis años investigaciones generales en templos, ruinas y numerosas familias de 41 distritos del Tíbet, recorriendo en total 17.000 km.

 

La tradicional cultura tibetana ha obtenido un espacio de desarrollo más amplio en la nueva era. Jukem es un verdadero tesoro por sus ricas experiencias en la protección y recuperación de reliquias históricas y por su profunda bondad como estudioso de la herencia cultural tibetana.

 

 
 
*Zhao Yao es periodista de www.tibet.cn.

 

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