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De la concepción a la ejecución

Source:China Hoy Author:MAGDALENA ROJAS
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A lo largo de los seis años que lleva en China, el arquitecto chileno Sebastián Loaiza ha desarrollado múltiples proyectos que lo han formado como profesional y que, a la vez, dan cuenta del dinamismo que ha movido a la sociedad china durante los últimos años.

 

Sebastián Loaiza recibe el premio WYDF 2020 junto con Roberto Bannura de Steven Holl Architects.

 

Corriendo para no perder el avión

 

El día que viajó había mucho tráfico, por lo que llegó tarde al aeropuerto. El check-in ya estaba cerrado y no pudo facturar su equipaje. Aun así, este no era cualquier vuelo, de modo que corrió a toda prisa hasta la puerta de embarque, subiéndose al avión con apenas el bolso de mano que cargaba. Así fue la partida de Sebastián Loaiza de Santiago a Beijing. “Todo fue bastante caótico”, recuerda el joven chileno. Sin embargo, lo más importante era que había llegado a su destino. Finalmente.

 

Como muchos, Loaiza no sabía que terminaría en China. Lo que sí había deseado desde siempre, no obstante, era una experiencia profesional fuera. “Quería tener una visión global de la arquitectura y para eso sabía que necesitaba salir”, señala. De este modo, el arquitecto graduado de la Universidad de Chile se dedicó de lleno a mejorar su portafolio durante tres meses: inventó nuevos proyectos, mejoró algunos que ya tenía y pidió ayuda a varias personas para que criticaran su trabajo. “Quería que mi portafolio fuera perfecto”, dice en sus propias palabras. Las respuestas de diversos estudios arquitectónicos no tardaron en llegar. Dentro de estos estaba Spark Architects en Beijing. Cuando tuvo las entrevistas de trabajo, según confiesa, se sentía nervioso. Pero quedó. Y a partir de ese momento, su vida ya no volvería a ser la misma.

 

“Tienes que dejar que China te cambie”

 

Desde que fue notificado que había sido aceptado en Spark Architects hasta que llegó a China, había transcurrido apenas un mes. Por ende, Sebastián Loaiza no tuvo el tiempo de digerir la noticia y los nuevos cambios que se avecinaban de forma pausada. Esta era una oportunidad –y una aventura– de aquellas que suceden pocas veces en la vida, y decidió tomarla.

 

Los primeros tres meses no fueron fáciles. “Yo era un persona muy diferente antes de llegar a China, muy poco tolerante”, admite. “Siempre quería que el resto se adaptara a mi forma de ver el mundo”. Al poco andar, se dio cuenta de que si seguía con esa mentalidad no lo pasaría bien. Debía despojarse de antiguos paradigmas, lo cual hizo. “Tienes que dejar que China te cambie, o si no, vives siempre infeliz y reclamando”, añade. Con esta nueva actitud, se percató de que muchas de las cosas que antes le molestaban eran superficiales y, al mismo tiempo, aprendió a valorar todo lo bueno del mundo que le rodeaba. Así, en el transcurso de un año, hizo amigos, trabajó con personas muy talentosas y participó en una serie de interesantes proyectos.

 

Dejando su impronta en la ciudad

 

Antes de llegar a China, Sebastián Loaiza se encontraba en Belfast, la capital de Irlanda del Norte, terminando su tesis para la Facultad de Arquitectura de la Universidad de Chile. El tema de su investigación eran los muros físicos y sicológicos que componen la ciudad amurallada contemporánea, lo cual le llevó a estudiar in situ la segregación física y social de comunidades católicas y protestantes en barrios vulnerables al oeste de Belfast. Su tesis tuvo una fuerte impronta en su modo de concebir la ciudad y respecto a la importancia de los espacios públicos como un lugar de encuentro y cohesión social, algo a lo cual presta gran atención hasta el día de hoy en el trabajo que realiza a diario.

 

Hace cinco años, Spark Architects tuvo una reestructuración y cambió su nombre al de CLOU Architects, pero Loaiza se ha mantenido allí desde el comienzo. Una de las cosas que más valora es que los proyectos que ha diseñado se hayan materializado. “Es muy gratificante ver tu diseño construido. Esto solo se ve aquí. La rapidez que existe en China es difícil de ver en otros lados”, explica. La firma arquitectónica se dedica, por lo general, a proyectos comerciales de uso mixto, oficinas, retail y diseño de interiores. El equipo con el que trabaja tiene una visión profesional muy similar, lo cual ha servido a la hora de poner proyectos en marcha y ha hecho que la experiencia a lo largo de estos años haya sido realmente formativa, incluso más que la propia universidad.

 

“Ponemos mucho énfasis en hacer nuestros proyectos responsablemente, con el fin de crear verdaderos activadores sociales en la ciudad, para que así contribuyan al espacio urbano positivamente y, además, sean proyectos inmobiliarios exitosos y sustentables en el tiempo”.

 

Sebastián Loaiza da una charla en el World Youth Designer Forum 2020 durante el Guanzhou Design Week 2020. Fotos cortesía del entrevistado

 

Visiones de la arquitectura yuxtapuestas

 

Sebastián Loaiza siente que su experiencia en China le ha cambiado como persona, lo cual también ha influido en su forma de “hacer arquitectura”. Por una parte, ha dejado de lado la idea de la “perfección”. Al fin y al cabo, la perfección es relativa y está sujeta al gusto y cosmovisión de cada individuo, por lo que el concepto se presta a un largo debate. Y, por otro, ha visto la importancia –en carne propia– de la eficacia y la ejecución. Asimismo, la forma en que se concibe la arquitectura y el espacio público en China y Chile es totalmente distinta. “Es como comparar una bicicleta y un tren”, aduce. Aun así, cree que ambos países pueden aprender mucho del otro. “No es que uno sea mejor que el otro, pero funcionan en envergaduras y dimensiones totalmente diferentes”, sostiene. “Me gustaría que la práctica de la arquitectura en Chile fuera más eficiente y ambiciosa como en China y, al mismo tiempo, me gustaría que China incorporara la modestia y el pragmatismo por los que la arquitectura chilena se ha caracterizado y ha sido reconocida en los últimos años”.

 

El joven arquitecto dice que China cuenta con los recursos económicos y políticos para movilizar proyectos eficazmente en tiempo récord. Más aún, los clientes ya no solo prestan atención a la eficacia, sino a que el inmueble sea sustentable en el tiempo y genere un impacto positivo en el entorno inmediato, algo que también se alinea con la visión del equipo de CLOU Architects.

 

Por otro lado, Loaiza destaca todo lo que ha logrado llevar a cabo en estos seis años. “Tener las atribuciones que tengo a mi edad es muy difícil en Chile. Aquí se me han dado buenas oportunidades de crecimiento profesional de lo cual estoy muy agradecido. Se trabaja mucho, pero vale la pena”.

 

Los planes de Sebastián Loaiza continuarán en China por el momento. Goza de una muy buena calidad de vida, ya que el trabajo lo tiene cerca y todo lo demás que requiere en su día a día está a menos de 15 minutos. Además, la seguridad que siente en Beijing –o en cualquier otra ciudad china– al caminar solo por la noche sería algo impensado en otros lugares. Extraña, como es natural, a su círculo cercano –sus padres, su hermana y sus perros–, pero está contento donde está. “Siento que China es un lugar donde están pasando muchas cosas y me gustaría ser parte de ese futuro”.

 

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Editor: Wu Wen Da-->

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