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El peso de no ser Yao Ming

Source:China Hoy Author:JORGE RAMÍREZ CALZADILLA*
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Ex ala-pívot de cuatro franquicias de la NBA, la mejor liga profesional de baloncesto del mundo, en dos períodos repartidos en cinco temporadas; perenne miembro de los equipos todos estrellas en la CBA, la competición más prestigiosa de los aros y las canastas en China, y artífice de 5 (2004-2006, 2013 y 2019) de los 9 títulos conquistados por la franquicia más laureada en este torneo, los Guangdong Southern Tigers; cuatro veces olímpico (Atenas 2004, Beijing 2008, Londres 2012 y Río 2016) y, hasta la fecha, reconocido como el hombre más joven en participar en la lid baloncestística bajo los cinco aros desde la edición londinense de 1948, al vestir los colores patrios con solo 16 primaveras en la capital de Grecia en 2004, Yi Jianlian ostenta una hoja de servicios envidiable para cualquier atleta de alto rendimiento.

 

Pero no ha sido todo halagos desde que debutara como profesional en 2002. Sucede que el oriundo de la sureña localidad de Heshan, ha debido forjarse su reputación a la sombra de un gigante que ha traspasado las fronteras de los escenarios deportivos para convertirse en una celebridad en la nación más poblada del mundo. En los prometedores inicios de su carrera en la CBA y luego, a lo largo de toda su incursión en las canchas estadounidenses, pocas veces se mencionó el nombre de Yi Jianlian sin que, acto seguido, saliera a relucir el de su compatriota Yao Ming.
 

 

Espinada ruta por la NBA

 

Con todo el boato que la ocasión podía ameritar, se inscribió Yi Jianlian en el draft de 2007 de la NBA. Sus siete pies de estatura (2,13 m), su aporte estelar a los tres banderines consecutivos de los Southern Tigers en la liga de su país y su inclusión en los equipos nacionales siendo todavía adolescente hacían presagiar un futuro promisorio para quien los medios de Estados Unidos se apresuraron a etiquetar de “el próximo Yao Ming”.

 

Desoyendo las exigencias de su agente, el fallecido abogado estadounidense Dan Fegan, quien aspiraba a que su representado luciera la franela de un equipo proveniente de una ciudad con una población asiática numerosa, los Bucks lo eligieron en el sexto turno de aquel proceso de selección.

 

Tras la negativa de Yi de firmar un contrato con la franquicia de Milwaukee, y mientras Dan movía cielo y tierra para que su cliente fuera intercambiado y aterrizara en otro equipo, pudo más la insistencia de los Bucks. El mismísimo propietario de la institución, Herb Kohl, viajó a la región china de Hong Kong para entrevistarse con el jugador personalmente y, tras prometerle a las autoridades del baloncesto en su país que el joven dispondría de los minutos de juego suficientes para continuar progresando con vistas a los Juegos Olímpicos de Verano de 2008, se llegó a un acuerdo contractual y el ala-pívot cantonés estampó su rúbrica en un documento que lo colocaría a las órdenes de Larry Krystkowiak de manera inmediata.

 

Y ciertamente Krystkowiak cumplió el compromiso de Kohl, pues no más enfundarse su nuevo uniforme, Yi ya era miembro del quinteto regular en el arranque de la temporada 2007-08. Con un revés ante Orlando Magic, se estrenó aquel otoño. Más feliz fue el debut en su nueva arena, pues con 16 puntos y 8 balones atrapados bajo los tableros contribuyó al triunfo sobre los Chicago Bulls.

 

Se estima que unos 100 millones de televidentes sintonizaron la señal de aquel encuentro, una cifra estratosférica que eclipsarían, un mes después, los más de 200 millones que vieron en sus telerreceptores el primer duelo entre los Bucks de Yi y los Rockets de Yao en Houston, ganado por los de casa, aupados por los 28 puntos y 9 rebotes del Goliat chino de 2 metros y 29 centímetros, a pesar del loable esfuerzo de su paisano (19 puntos y 9 rebotes).

 

No fue este promisorio inicio preludio de un tránsito por la NBA al estilo del de Yao y, tras dos almanaques en Milwaukee, otro par con los New Jersey Nets y uno con los Washington Wizards, Yi determinó que lo mejor sería regresar al club que lo lanzó al estrellato, los Guangdong Southern Tigers, donde no sería condenado al desesperante ostracismo del banquillo.

 

Sus detractores y aquellos que por razones lógicas lo comparan con el otrora pívot chino de los Rockets habrán interpretado aquella decisión como una suerte de derrota personal.

 

Otros –a los que se suma un servidor–, sin embargo, consideran que Yi Jianlian llegó a la exigente competición norteamericana a destiempo, antes de que los estrategas de la NBA comenzaran a apreciar a los jugadores espigados con buena puntería de media y larga distancia tanto o más que aquellos que imponían su corpulencia en la zona pintada. De tal parecer se ha hecho eco el legendario Kobe Bryant, quien refiriéndose al ala-pívot chino expresó en la publicación online LakersNation: “Todos sabemos que él es extremadamente talentoso. Yo simplemente pienso que no ha tenido la oportunidad de mostrar todas sus habilidades, de desempeñarse en el sistema de juego correcto”.
 

 

Mejor cabeza de ratón…

 

La liga china no era la misma que había dejado en 2007, entonces dominada ampliamente por sus Southern Tigers y los Bayi Rockets. La llegada de estrellas foráneas, no todas en pleno declive, sino varias todavía con nivel para jugar en la NBA, supuso una nivelación de fuerzas de la que emergieron triunfales equipos históricamente poco exitosos como los Beijing Ducks (2012, 2014 y 2015).

 

En medio de ese competitivo panorama, Yi Jianlian comandó al quinteto cantonés en la conquista de los banderines de 2013 y 2019, una proeza que, salvo un descalabro monumental, los de Guangdong deben repetir este 2020. Para cimentar todavía más su condición de mejor jugador de todos los tiempos junto a Yao Ming, se convirtió el pasado noviembre en el líder anotador de la liga con 11.177 puntos superando a su excompañero de equipo Zhu Fangyu (11.165). Ocho meses antes, en marzo, había inscrito su nombre en los libros de récords como el primero en la CBA con 5000 rebotes (actualmente: 5378) y 10.000 tantos. Tales cotas, vale apuntar, no incluyen los 2148 puntos y 1339 balones atrapados bajo los tableros que registró en la NBA.

 

A sus 32 años, alcanzada la plena madurez física y mental como deportista, Yi será pieza clave para la selección nacional el próximo verano en Tokio 2020, certamen estival al que los chinos esperan clasificarse para borrar la pobre imagen que dejaron en el mundial de septiembre en suelo patrio.

 

De conseguir los billetes al certamen tokiota, como anticipan los pronósticos, el Jugador Más Valioso de las Copas Asiáticas Wuhan 2011 y Changsha 2015 se incluirá en el selecto club de basquetbolistas con cinco olimpiadas, un listado en el que solo figuran el puertorriqueño Teófilo Cruz (Roma 1960-Montreal 1976), el brasileño Oscar Schmidt (Moscú 1980-Atlanta 1996) y el australiano Andrew Gaze (Los Ángeles 1984-Sídney 2000), mientras la estadounidense Teresa Edwards es la única entre las damas (1984-2000). Yao, el espejo en el que todos obligan a Yi Jianlian a mirarse, acosado por las lesiones y un retiro prematuro solo estuvo en 3 (Atenas 2004-Beijing 2008).

 

 
 
*Jorge Ramírez Calzadilla es un periodista cubano que reside en Beijing y ha colaborado con publicaciones y medios audiovisuales nacionales y extranjeros por más de una década.

 

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