El retiro de Usain Bolt, uno de los mejores atletas de la historia y dominador absoluto de las pruebas de velocidad durante una década, dejó las pistas sin su hombre-espectáculo, y a aficionados y entendidos pendientes de la próxima gran estrella. Difícil será para su sucesor establecer una hegemonía inexpugnable como la del jamaicano, ganador del triplete (100 m, 200 m y 4 x 100 m) en Juegos Olímpicos y Mundiales con una facilidad pasmosa, como si cada carrera suya hubiera sido un duelo entre 7 mortales y un semidiós.
Al colgar el Hércules del atletismo los botines tras los Mundiales de Londres, en el verano de 2017, cual Hidra de Lerna ha comenzado a multiplicarse el número de candidatos a adueñarse de su otrora cetro, en un cuatrienio que tendrá en la cita estival de Tokio, en 2020, su momento culminante.
El estadounidense Christian Coleman se perfila por su edad (22 años) y resultados recientes como el posible heredero de ese trono vacante. Pero varios velocistas han presentado cartas credenciales en los últimos 12 meses como potenciales retadores de Coleman en la urbe tokiota. A uno de ellos, el chino Su Bingtian, habrá que tenerlo muy en cuenta en un par de temporadas si consigue dar continuidad a la increíble progresión que experimentó en 2018.
Su Bingtian.
2018: un año de récords
No fue el almanaque 2017 particularmente feliz para Su Bingtian, como tampoco 2016. Es por ello que los cronos de 2018, tanto en los 60 metros como en los 100, han revitalizado una carrera que no pocos ya veían abocada hacia un futuro de actuaciones discretas en lides de gran magnitud y victorias de poca relevancia en eventos regionales.
Se esperaba más de Su en los Juegos Olímpicos de Río de Janeiro, después de convertirse en finalista de un Mundial en Beijing 2015 en la prueba del hectómetro. Fue justamente aquella de 2015 una gran temporada para el velocista cantonés, quien hizo historia en el Prefontaine Classic estampando 9,99. Esa marca en la reunión atlética de la ciudad estadounidense de Eugene le convirtió en el primer corredor nacido en Asia que burlaba la barrera de los 10 segundos. Dos asiáticos habían rubricado tal hazaña con anterioridad, Samuel Francis y Femi Ogunode, pero en ambos casos se trataba de nigerianos naturalizados cataríes. Con un registro idéntico (9,99) avanzó a la disputa de las medallas en el emblemático Nido de Pájaro pekinés en 2015, razón por la cual su 10,08 en las semifinales de Río 2016 no puede catalogarse de actuación satisfactoria.
Tampoco sonrió al oriundo de Guangdong el siguiente calendario. De 2017, 12 meses bien discretos atendiendo a sus resultados, lo más salvable fue otro buen desempeño en el Prefontaine Classic, un estupendo 9,92 que, sin embargo, no contó como su tope personal y récord nacional de China por batir el viento a 2,4 m/s, por encima de los 2 m/s permitidos para homologar un crono. En el Mundial de Londres 2017, concluyó octavo en la final con un modesto 10,27.
Tras dos años sumido en un claro estancamiento, 2018 fue, sin duda, un calendario balsámico para el chino. En la temporada de pista cubierta comenzó un repunte que coronó en marzo, con una meritoria medalla en los 60 metros lisos del Campeonato Mundial de Atletismo en Pista Cubierta en Birmingham.
Solo el actual poseedor del récord mundial (6,34), el referido Coleman, se interpuso entre Su y el primer escaño del podio. El esprínter norteño detuvo los relojes 5 centésimas de segundo por delante de Su, quien cronometró un 6,42 que le sirvió para rebajar por tercera ocasión en el almanaque el tope continental.
Baste puntualizar dos detalles para ilustrar la relevancia de este desempeño del chino en su cuarta cita mundialista en estadios techados. Su metal plateado es tan solo la quinta presea que gana un atleta del gigante asiático en las pruebas rápidas de estos eventos bienales, siguiendo la estela de Liu Xiang, bronce (60 m con vallas) en 2003, precisamente en esa pista de Birmingham. Además, el crono de 6,42 es nada menos que la quinta mejor marca de todos los tiempos y le coloca en un listado que incluye a varios ilustres del mundo de la velocidad.
Su estelar temporada en los 60 metros se vio premiada con el galardón al mejor atleta en esa prueba en el Tour Mundial en Pista Cubierta de la IAAF (Asociación Internacional de Federaciones de Atletismo), una serie de 6 escalas anuales de las cuales Su Bingtian ganó tres: un par en Alemania, en Karlsruhe (6,47 RA) y Dusseldorf (6,43 RA), y una última en la urbe escocesa de Glasgow (6,50).
El mismo paso triunfal siguió su temporada al aire libre. En dos ocasiones volvió a quebrar el umbral de los 10 segundos con sendos récords continentales. El primero de ellos sobrevino en Madrid (22 de junio), un crono de 9,91, idéntico al tope asiático que implantara el mencionado Femi Ogunode en los Campeonatos de Asia de Atletismo de 2015. Una semana después, en París, el hombre más veloz de China repitió ese registro.
Al evento con el que concluía su calendario competitivo, los Juegos Asiáticos Yakarta-Palembang 2018, llegaba bajo extrema presión, con la etiqueta de favorito y todos los reflectores apuntándole por su condición de recordista continental. Como los grandes, supo responder a tal reto, estampando un muy plausible 9,92 y relegando a la segunda posición, en una suerte de revancha, al catarí Tosin Ogunode (10 s), hermano menor de Femi (quien venciera a Su Bingtian 4 años antes en la ciudad surcoreana de Incheon).
26 de agosto de 2018. Su Bingtian saluda a los espectadores después de coronarse en la competición de 100 metros en los XVIII Juegos Asiáticos de Yakarta, Indonesia. Fotos de Cnsphoto
Aspirando al podio mundial y olímpico
Para un corredor que siempre ha poseído una de las capacidades de reacción más relampagueantes en la salida de los bloques, muy explosivo en los primeros 50 metros, era imprescindible para codearse con la élite trabajar en lo que muchos entrenadores denominan la “resistencia a la velocidad”. Su bajón en los últimos metros no pocas veces le privó en temporadas previas de un lugar en el podio. Aunque no erradicado del todo, Su Bingtian ha conseguido neutralizar ostensiblemente tal hándicap en los 100 metros.
Con 29 años y tal vez otro ciclo olímpico en perspectiva, Su no ha querido crear falsas expectativas y ha sido claro en su deseo de colgar los guantes después de su participación en el certamen olímpico de la capital japonesa. Sus opciones de medalla en el venidero Mundial en Catar (27 septiembre-6 de octubre) no son descabelladas, sobre todo si consigue superar la barrera de los 9,90.
Después vendrá el Mundial en Pista Cubierta Nanjing 2020 (13-15 de marzo), en el que se sentirá aupado por una afición que ya le incluye entre los principales ídolos del deporte chino. Y al final del trayecto, le esperan sus terceros Juegos Olímpicos, en los que, para despedirse como medallista, debería seguir un guion fácil de escribir en dos líneas: rondar los 9,85 y no perder de vista a Coleman, Gatlin o al jamaicano Yohan Blake, un trío que se perfila como candidato a copar los principales premios.
Cuando se encienda la llama del pebetero en Tokio, habrán pasado ya 16 años desde que Liu Xiang estremeciera al mundo con su oro olímpico en Atenas, en los 110 metros con vallas. Aquella fue la primera y única medalla de un velocista chino en eventos bajo los cinco aros. En las raudas piernas de Su Bingtian se cifran entonces las opciones más realistas de poner punto final a esa prolongada sequía.
*Jorge Ramírez Calzadilla es un periodista cubano que reside en Beijing. Ha colaborado con publicaciones y medios audiovisuales nacionales y extranjeros por más de una década.