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Proteger nuestro pasado para nuestro futuro

2022-09-28 14:52:00 Source:China Hoy Author:SHAHBAZ KHAN*
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25 de agosto de 2022. Turistas visitan el Museo del Palacio Imperial en Beijing, uno de los primeros sitios en ser declarados como parte del Patrimonio Mundial en China en 1987. Wei Yao

Un firme compromiso

China ratificó la Convención del Patrimonio Mundial en 1985 y, desde entonces, ha demostrado su firme compromiso con su implementación. Desde el primer lote de inscripciones en 1987, China ha agregado 56 sitios a la Lista del Patrimonio Mundial, incluidos 38 sitios culturales, 14 naturales y cuatro mixtos. En el marco de la Convención, China ha desarrollado rigurosos sistemas legislativos y directrices operativas para los sitios del patrimonio mundial cultural, natural y mixto a lo largo de los años, con un equipo de más de 50.000 empleados en las administraciones locales relacionadas con la conservación del patrimonio.

Asimismo, los jóvenes chinos se han vuelto cada vez más conscientes y comprometidos con la conservación del patrimonio. Miles de estudiantes de más de 100 colegios y universidades de China han participado activamente en el Foro Anual de Estudiantes Universitarios sobre el Patrimonio Mundial y en el Concurso de Propuestas de Conservación, organizado por la Cátedra Unesco de Turismo Sostenible en los Sitios Designados por la Unesco en la Universidad Sun Yat-sen desde 2011. Con la designación del Día del Patrimonio Cultural y Natural de China en 2006 como una celebración cultural a nivel nacional, y el surgimiento de una serie de programas de televisión y espectáculos sobre los sitios que forman parte del patrimonio mundial en los últimos años, este importante legado material ha ganado visibilidad y popularidad, tanto a través de visitas in situ como en línea.

Durante las últimas décadas, China también se ha convertido gradualmente en un actor clave en la facilitación del diálogo y la colaboración internacional sobre la conservación del patrimonio y el desarrollo sostenible entre los Estados miembros, los órganos consultivos, los expertos y la sociedad civil. En este proceso, el país ha realizado esfuerzos encomiables para ayudar a otras naciones en vías de desarrollo con el fin de mejorar la implementación de la Convención del Patrimonio Mundial. Existen muchos ejemplos al respecto.

Desde 1989, China ha brindado asistencia técnica a Camboya en pos de la restauración de las ruinas de Angkor Wat, y tras el terremoto de 7,8 grados que azotó el sitio patrimonial del Valle de Katmandú en Nepal en abril de 2015, el país comprometió 94 millones de yuanes para iniciar un proyecto de restauración de la Torre Basantapur de cinco años de duración. Además, desde 2017, China ha organizado cuatro Foros Internacionales de Jóvenes sobre Creatividad y Patrimonio a lo largo de la Ruta de la Seda en conjunto con la Unesco, que han reunido a jóvenes de más de 100 países a lo largo de la Ruta de la Seda, para contribuir al diálogo sobre la conservación y el desarrollo del patrimonio. El Gobierno chino también ha forjado una fuerte colaboración con África en el campo del patrimonio mundial desde 2018, a través de proyectos de cooperación para apoyar el desarrollo de capacidades a largo plazo y el fortalecimiento de los sistemas de seguimiento y gestión del patrimonio mundial de dicho continente. Por otro lado, China se ha desempeñado como miembro del Comité del Patrimonio Mundial en cuatro ocasiones y ha sido patrocinador de la reunión del Comité del Patrimonio Mundial en dos oportunidades: la primera vez en Suzhou en 2004 y la segunda en Fuzhou en 2021.

Como el país en vías de desarrollo más grande del mundo y una importante economía que ha experimentado un rápido crecimiento y urbanización en las últimas décadas, China ha estado a la vanguardia en la resolución de los problemas relativos a la conservación del patrimonio en sinergia con el desarrollo socioeconómico. Es alentador ver cómo los planes nacionales de desarrollo quinquenales de China han situado la cultura y el patrimonio como pilares para la consecución de un desarrollo de alta calidad, además de los destacados componentes culturales que han sido incorporados en el Marco de Cooperación de las Naciones Unidas para el Desarrollo Sostenible 2021-2025 para China, que sirve como marco general para la colaboración entre la ONU y China en los próximos años. Esta reflexión resuena con el espíritu de la Agenda 2030 de la ONU para el Desarrollo Sostenible, en particular con la Meta 11.4 de los Objetivos de Desarrollo Sostenible, que busca “fortalecer los esfuerzos para proteger y salvaguardar el patrimonio cultural y natural del mundo”, donde se destaca el papel de la cultura y el patrimonio como fines y medios para el desarrollo sostenible.


 Shahbaz Khan, director de la Oficina de la Unesco en Beijing y representante en China, Corea del Norte, Japón, Mongolia y Corea del Sur. Foto cortesía del autor

Una serie de iniciativas

Durante más de 15 años, la Oficina de la Unesco en Beijing ha trabajado estrechamente con un conjunto de ministerios, administraciones de sitios, instituciones académicas y comunidades locales del país para mejorar la capacidad de gestión de los sitios que son parte del patrimonio mundial, fomentar plataformas para el intercambio y explorar medios basados en el patrimonio para las principales cuestiones relativas al desarrollo, como la reducción de la pobreza y la revitalización rural. En particular, la Unesco, a través del proyecto de fondo fiduciario “Conservación y Gestión de Sitios del Patrimonio Mundial en China” del Fondo Mercedes-Benz Star de la Fundación para el Desarrollo de la Juventud de China, ha implementado una serie de iniciativas, como las actividades piloto “Patrimonio Mundial y Vida Sostenible” para las comunidades locales, la iniciativa “Embajador Panda” de educación patrimonial para jóvenes, la iniciativa “Patrimonio Tan Joven” de comunicación patrimonial en la era digital, entre otras.

Ante los nuevos desafíos y oportunidades, es necesario ampliar la definición del patrimonio al igual que su marco de acción, además de involucrar a más partes interesadas. No solo se debe ver el patrimonio desde la perspectiva de la protección, sino también del desarrollo. Así mismo, no solo se necesita conservar la vitalidad y resistencia del patrimonio, sino también lograr que desempeñe un nuevo papel en el desarrollo sostenible de la economía, la sociedad y el medio ambiente.

El año 2022 marca el 50.º aniversario de la aprobación de la Convención del Patrimonio Mundial. Este año histórico llega en un momento decisivo para la conservación. La expansión urbana y el desarrollo de infraestructuras están ejerciendo una presión sin precedentes sobre los monumentos tradicionales y los paisajes urbanos históricos. El cambio climático global también ha avanzado a un ritmo implacable, con efectos que se extienden cada vez más allá de la esfera ambiental, causando impactos irreversibles en la naturaleza y la biodiversidad, así como multiplicando el riesgo de las comunidades vulnerables. La pandemia de COVID-19 ha mostrado la vulnerabilidad del ecosistema patrimonial ante una crisis repentina, como quedó de manifiesto con el cierre del 89 % de los sitios pertenecientes al patrimonio mundial. Por ello, es necesario explorar más que nunca los nuevos horizontes de la conservación del patrimonio frente a los desafíos globales, para lo cual la comunidad internacional debe aunar su sabiduría a través del diálogo intercultural, comprometerse con investigaciones y prácticas profundas, buscar medidas efectivas que satisfagan las condiciones nacionales y las particularidades de los sitios patrimoniales, y lograr un equilibrio entre la protección del patrimonio y el desarrollo comunitario.


 25 de julio de 2021. “Quanzhou: emporio del mundo en la China de las dinastías Song y Yuan” es añadida a la Lista del Patrimonio Mundial de la Unesco, con lo que asciende a 56 el número total de sitios del Patrimonio Mundial de la Unesco en China. Xinhua

La conservación del patrimonio mundial no se trata del pasado, sino del futuro. Mientras la Convención del Patrimonio Mundial empieza sus próximos 50 años de servicio, la Unesco invita a la sociedad internacional, incluida China, a reflexionar sobre cómo conservar el patrimonio, no solo por el bien del patrimonio propio, sino también como fuente de resiliencia, humanidad e innovación. En este proceso, la Unesco se ha mostrado plenamente dispuesta a aunar esfuerzos junto con China para desarrollar capacidades para la próxima generación, aprovechar las nuevas tendencias y transformaciones, y transmitir conocimientos. 

*Shahbaz Khan es director de la Oficina de la Unesco en Beijing y representante en China, Corea del Norte, Japón, Mongolia y Corea del Sur.

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Editor: Wu Wen Da-->

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