Primera página>En Portada

Un gran primer paso

Source:China Hoy Author:JULIA TASSE*
【Cerrar】 【Imprimir】 GrandeMedianoPequeño

 

En un momento en el que el compromiso de Estados Unidos con el medioambiente sigue siendo incierto –a pesar de la victoria de Joe Biden en las elecciones presidenciales–, China se está posicionando como líder en la lucha contra el cambio climático.

 

De hecho, el anuncio realizado el pasado 22 de septiembre por el presidente Xi Jinping ante la 75.a Asamblea General de las Naciones Unidas, en el sentido de que China espera alcanzar la neutralidad de carbono en 2060, es un reflejo del fuerte anhelo del país asiático y una señal de esperanza de cara a la 26.a Conferencia de la ONU sobre el Cambio Climático (COP26), que se celebrará este 2021. El compromiso fue recibido con gran entusiasmo por parte de la comunidad internacional y representa un importante avance hacia el cumplimiento de los objetivos del Acuerdo de París.

17 de octubre de 2020. Un proyecto de clase mundial de generación de energía mediante la incineración a cargo de Dynagreen Environmental Protection Group Co., Ltd., en el Parque Industrial de Economía Circular de Tongzhou, Beijing.

 

Un fuerte simbolismo

 

En primer lugar, la neutralidad de carbono anunciada por China no pretende ser igual a la de otros países, sino que apunta a marcar una diferencia sustantiva, rompiendo definitivamente con las prácticas en marcha hasta ahora. Puesto que este objetivo proviene del mayor emisor de gases de efecto invernadero del mundo, su simbolismo es más fuerte y sus repercusiones son mayores. Así, según estimaciones de Climate Action Tracker, la neutralidad de carbono por parte de China en 2060 podría restringir considerablemente el aumento de la temperatura media global de 0,2 °C a 0,3 °C para 2100. Puede que esta reducción no parezca muy grande, pero es necesario ponerla en perspectiva con el aumento de la temperatura media global actual. Se calcula que desde el inicio de la era industrial hasta 2017, la temperatura media global ha aumentado 1,1 °C. De esta forma, la disminución de las emisiones chinas representaría la mayor reducción de efecto invernadero hecha por un solo país.

 

En ese contexto, el anuncio sobre la neutralidad de carbono representa el primer paso en una serie de objetivos mayores trazados de cara a la COP26, que son claves para lograr las metas del Acuerdo de París. Las negociaciones y los objetivos establecidos en 2015 se basan en compromisos voluntarios por parte de cada país que buscan generar confianza. En lugar de imponer a las partes de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático objetivos que se necesitan materializar, la idea del Acuerdo de París es empoderar a cada país o parte para que construya sus propios compromisos. Aunque se sumen todos los programas planteados en la 21.a Conferencia Internacional de la ONU sobre el Cambio Climático, no se puede mantener el aumento de la temperatura media global por debajo del límite objetivo, es decir, 2 °C por encima de la temperatura media global preindustrial. Sin embargo, los países renovarán sus aspiraciones cada cinco años de acuerdo con la situación general de ese momento, con vistas a cumplir el objetivo de la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero que permita mantener el calentamiento global por debajo de 2 °C.

 

Además, el anuncio chino fue realizado poco después de que la Unión Europea presentara en septiembre a su Parlamento el proyecto de la ley climática destinado a lograr la neutralidad de carbono para 2050 (ley aprobada el 8 de octubre de 2020). Estas dos potencias son responsables de un tercio de las emisiones globales de gases de efecto invernadero a nivel mundial, lo que explica el entusiasmo detrás de ambos anuncios. El objetivo de Europa ya era conocido por todos, pero el discurso de Xi Jinping ante la ONU resultó mucho más inesperado, dando lugar a una ola de compromisos que solo las grandes potencias son capaces de generar por su peso estratégico en las negociaciones. Siguiendo el compromiso de China, el primer ministro japonés, Yoshihide Suga, y el presidente de Corea del Sur, Moon Jae-in, también anunciaron la neutralidad de carbono para 2050 en sus respectivos países con apenas unos días de diferencia. Todo ello abre una ventana de esperanza de que las emisiones se limitarán lo suficiente como para mantener una temperatura media global en la que los seres humanos puedan seguir prosperando.

 

Confianza y colaboración

 

Para la consecución de este trascendental objetivo, la confianza y la colaboración son fundamentales. El acercamiento entre Francia y China respecto al clima y la biodiversidad en los organismos internacionales tiene un gran significado. El 6 de noviembre de 2019, los presidentes de Francia, Emmanuel Macron, y de China, Xi Jinping, suscribieron el Llamamiento de Beijing sobre la Conservación de la Biodiversidad y el Cambio Climático, que subraya el deseo de ambas partes de actuar hacia una mayor protección de la biodiversidad en ciertas áreas, la reducción de las emisiones globales de gases de efecto invernadero y el respeto de los compromisos climáticos internacionales. Asimismo, es una vía para que tanto Francia como China ejerzan su liderazgo en temas que competen a la humanidad a nivel global y, al igual que otros anuncios recientes hechos por China, se inscribe dentro de la estrategia de una “civilización ecológica” desarrollada a principios de la década.

 

Al adoptar esta estrategia, mediante la cual se puede mejorar la eficiencia energética o incluso reducir la dependencia de los hidrocarburos, China se está proporcionando los medios para que su economía continúe creciendo en un mundo sujeto a serios desafíos climáticos. A la vez, le permitirá reducir su dependencia estratégica de países proveedores de hidrocarburos, posicionarse como el país con la industria más avanzada en electrificación de transporte y financiar con mayor facilidad los enormes proyectos de centrales nucleares civiles en planes o proceso de construcción. Por último, responde a una demanda por parte de la sociedad deseosa de respirar un aire más limpio y vivir de manera más sustentable.

 

Tras el anuncio de Xi Jinping, muchos observadores han señalado el desafío que enfrentará China para lograr dicha neutralidad de carbono. El hecho de ser el principal emisor de gases de efecto invernadero se debe, en gran parte, a que la principal fuente de energía proviene del carbón. El combustible, que es económico pero altamente contaminante, es en parte la causa de la contaminación del aire en determinadas zonas. En julio de 2020 aún se estaban construyendo y planificando nuevas centrales eléctricas de carbón, pero tras el reciente anuncio, China ha asumido un compromiso no solo con sus ciudadanos, sino también con el resto del mundo. La mitad de la energía producida por las centrales eléctricas de carbón a nivel global es china, por lo que el cierre gradual de estas tendría efectos positivos en la lucha contra el cambio climático y en la reducción de la contaminación atmosférica en el mundo. Estas medidas permitirán, en efecto, lograr una ostensible caída en las emisiones de carbono y, además, serán ampliadas con el XIV Plan Quinquenal (2021-2025).

 

 
 
*Julia Tasse es investigadora del Instituto de Relaciones Internacionales y Estratégicas (IRIS) de París y jefa del Programa de Energía Climática. Es también codirectora del Observatorio Geopolítico de los Riesgos del Cambio Climático en Materia de Seguridad y Defensa, un proyecto financiado por el Ministerio de las Fuerzas Armadas de Francia.

 

Compartir con:
Editor: Wu Wen Da-->

Copyright © 1998 - 2016

今日中国杂志版权所有 | 京ICP备10041721号-4

京ICP备10041721号-4