La Cuarta Revolución Industrial ha levantado una ola de innovación tecnológica. Nuevas tecnologías, como la inteligencia artificial, la realidad virtual, la tecnología de información cuántica, la tecnología no tripulada y la biotecnología, han surgido a un ritmo sin precedentes y han dado un nuevo impulso a la economía mundial, llevándola hacia una nueva era.

 

La forma de enfrentar la revolución tecnológica, las brechas económicas, el desafío ambiental global y la competencia regional provocados por la Cuarta Revolución Industrial, así como la construcción de un sistema de cooperación mundial más incluyente y sostenible, orientado por la ciencia y la tecnología, fueron los temas de discusión en la Reunión Anual de Nuevos Campeones 2019 (conocida como el Foro Davos de Verano), celebrada en Dalian a principios de julio.

 

La innovación tecnológica provocada por la Cuarta Revolución Industrial ha impulsado la transformación de la producción, representada en dos aspectos principales. En primer lugar, promueve la actualización y la integración de las industrias tradicionales. La amplia aplicación de las nuevas tecnologías fomenta el desarrollo inteligente de las industrias y acelera la actualización estructural y la reestructuración de las cadenas industriales globales. La penetración y la integración de las nuevas tecnologías en diferentes industrias promueven la formación de un nuevo modelo industrial. En segundo lugar, genera incesantemente nuevas industrias. Por ejemplo, el desarrollo de la inteligencia artificial ha creado una nueva industria robótica.

Sin embargo, al mismo tiempo de impulsar el desarrollo innovador de la economía mundial, la Cuarta Revolución Industrial también se enfrenta a nuevos desafíos: el proteccionismo y el unilateralismo arman hoy un gran alboroto, las disputas comerciales y de inversión se intensifican, el sistema multilateral de comercio ha sido dañado gravemente, se presentan crecientes riesgos sistémicos, entre otros desafíos globales. Este año, diversas instituciones internacionales como el Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial redujeron sus pronósticos para el crecimiento económico mundial. Tanto el riesgo como la incertidumbre en cuanto al desarrollo económico global han aumentado significativamente.

En enero de este año, el tema del Foro Económico Mundial (conocido también como el Foro de Davos) fue la “Globalización 4.0: Configuración de una arquitectura global en la era de la Cuarta Revolución Industrial”. La Globalización 4.0, como concepto, ha atraído la atención de la comunidad internacional. La Globalización 4.0 se refiere a una época en la que las estructuras geopolíticas están cambiando, las nuevas tecnologías no cesan de surgir y la ecología se enfrenta a graves desafíos. Según Klaus Schwab, fundador y presidente ejecutivo del Foro Económico Mundial, “estamos entrando en una nueva era de globalización, la llamamos Globalización 4.0. La Cuarta Revolución Industrial dará forma a la futura cooperación mundial. La Reunión Anual de Nuevos Campeones en Dalian busca planes de solución orientados al ser humano, incluyentes y sostenibles”.

El Foro Davos de Verano, bajo el tema central “Liderazgo 4.0: Triunfar en una nueva era de globalización”, se centró en cuatros subtemas: lograr el liderazgo tecnológico, mantener el liderazgo económico, promover el liderazgo responsable y cultivar el liderazgo flexible de la industria. Asimismo, se celebraron seminarios para emprendedores y subforos profesionales sobre la inversión en China, la tecnología y el comercio, la capacitación de la mano de obra del futuro, entre otras actividades.

En la era de la Globalización 4.0, el lazo económico entre países es más estrecho, la interacción entre las cadenas industriales es más evidente, el intercambio comercial y de inversión es más frecuente, y la integración de los intereses es más profunda. En este caso, con motivo de fomentar la Globalización 4.0, se necesita una cooperación internacional más amplia y de mejor calidad. La cooperación y el beneficio mutuo son la ruta esencial para tomar en cuenta el interés de todos los países. Como indicó el presidente chino, Xi Jinping, en la Cumbre del G20 en Osaka, es una tendencia irresistible de los tiempos que la humanidad pase del bloqueo a la apertura y del aislamiento a la integración. Los países deberían aprovechar las oportunidades del desarrollo con una mayor apertura, buscar beneficios mutuos y resultados beneficiosos para todos con una mejor cooperación, y guiar la globalización económica hacia una dirección correcta.

China ha sido durante un largo tiempo un participante activo, un promotor y un contribuyente de la globalización. En la era de la Globalización 4.0, la economía china desempeña un papel más importante en el impulso de un desarrollo de alta calidad de la economía mundial. En los últimos 40 años, la economía china ha crecido a una tasa promedio anual del 9,5 % y el país es ya la segunda economía del mundo. De acuerdo con la Administración General de Aduanas, el volumen total de importación y exportación de los productos chinos alcanzó los 4,62 billones de dólares, ocupando el primer lugar en términos de volumen comercial. Durante muchos años, China ha contribuido en más del 30 % al crecimiento económico mundial y se ha convertido en el motor del desarrollo económico global.

En los últimos años, China ha lanzado una serie de medidas para promover un mayor nivel de apertura, lo que ha creado oportunidades para el desarrollo económico de los diversos países. En la reunión anual del Foro Boao para Asia, celebrada en abril de 2018, el presidente Xi Jinping anunció cuatro medidas que incluyen una mayor flexibilidad de acceso al mercado, la creación de un entorno de inversión más atractivo, el fomento de la protección de la propiedad intelectual y la ampliación de las importaciones. En la primera Exposición Internacional de Importaciones de China, en noviembre de 2018, el presidente Xi anunció cinco medidas para ampliar la apertura: la estimulación del potencial de importación, la flexibilización continua del acceso al mercado, la creación de un entorno comercial internacional de primera clase, la formación de nuevas áreas de apertura y la promoción de un desarrollo profundo de la cooperación multilateral y bilateral. En abril pasado, en el segundo Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional, el presidente Xi propuso una serie de disposiciones institucionales y estructurales, como un mayor acceso al mercado para la inversión extranjera, el fortalecimiento de la cooperación internacional en la protección de la propiedad intelectual, el aumento de las importaciones de bienes y servicios, la implementación más efectiva de la coordinación de políticas macroeconómicas internacionales y un mayor nivel de apertura. En la recientemente concluida Cumbre del G20 en Osaka, Xi aseguró que China abrirá aún más su mercado, tomará la iniciativa de expandir sus importaciones, mejorará continuamente su entorno empresarial, implementará plenamente el trato igualitario entre las empresas nacionales y extranjeras, y promoverá negociaciones económicas y comerciales.

Como país responsable, China seguirá ampliando su apertura, trabajará con otros países en aras de alcanzar un beneficio mutuo y construirá una comunidad de destino de la humanidad.

*Geng Nan es investigador asociado de la Academia China de Comercio Internacional y Cooperación Económica del Ministerio de Comercio.