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Un sueño en común

Source: Author:ZHOU LIN
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El exvicerrector de la Universidad de Sheffield y miembro del consejo del Instituto Confucio, Keith Burnett, conversó con China Hoy sobre su relación con nuestro país y su pueblo. El establecimiento del Instituto Confucio de la Universidad de Sheffield (Reino Unido) se hizo gracias a su fuerte apoyo. Burnett posee numerosos títulos honoríficos: miembro de la Real Sociedad de Londres para el Avance de la Ciencia Natural (Royal Society), presidente del Consejo para la Ciencia del Reino Unido y presidente del Centro de Investigación de Manufactura Avanzada (AMRC) de la Universidad de Sheffield, que se dedica a fomentar la innovación científica. Habiendo desarrollado un interés por el idioma y la cultura china a temprana edad, se educó con un rector británico que hablaba mandarín con fluidez.

 

Diciembre de 2014. Suscripción de convenios en la IX Conferencia del Instituto Confucio.

 

Aprender unos de otros

 

Cuando era niño, Burnett ya había oído sobre la Gran Muralla, la maravilla arquitectónica gigantesca que se puede ver desde el espacio exterior. Hoy, China es famosa también por su capacidad de construir obras infraestructurales como grandes puentes. “Pero en la historia de los intercambios culturales, los puentes más importantes no son los construidos con acero o piedra, sino aquellos que conectan corazones”, dice.

 

“Si no aprendemos unos de otros, no podremos servir a la gente, tenemos que aprender de las ideas y conocimientos de los demás”, agrega Burnett, quien recuerda que desde 2007 la Universidad de Sheffield ha realizado esfuerzos conjuntos con la Universidad de Lengua y Cultura de Beijing y la Universidad de Nanjing para crear un puente que conecte a las personas de las dos naciones. Además de ofrecer cursos de chino, el Instituto Confucio se esfuerza por promover el entendimiento mutuo entre ingenieros, científicos y empresarios en los dos países y profundizar la amistad entre los socios comerciales.

 

“El Instituto Confucio está desempeñando un rol muy importante en todo el mundo, comenzando con la enseñanza del idioma. Es realmente importante que las personas conozcan el idioma”, menciona Burnett. “Pero también es importante reunirse con los maestros del instituto, que son verdaderos embajadores de China. Todo el mundo puede sentir su amabilidad y devoción”.

 

Keith Burnett nos presenta a Zhao Xia (o Lucy Zhao), directora del Instituto Confucio de la Universidad de Sheffield: “Lucy y sus colegas han apoyado enormemente las actividades comerciales y culturales entre China y el Reino Unido, no solo atendiendo a los estudiantes, sino también beneficiando a toda la comunidad”.

 

Nacida en 1978, Zhao ha sido testigo del desarrollo de los 40 años de reforma y apertura en China. Su ciudad natal es Laiwu, en la provincia de Shandong, y al igual que Sheffield, es también una ciudad que tiene a la siderurgia como su pilar industrial.

 

Zhao se desempeña además como directora de Asuntos de China en la Oficina del Presidente de la Universidad de Sheffield, enseña en el Instituto de Investigación de Asia Oriental y ayuda a establecer conexiones entre la Universidad de Sheffield y sus socios chinos. Según ella, el plan del Instituto Confucio de Sheffield está diseñado para satisfacer las necesidades según los diferentes niveles. Por ejemplo, ofrece cursos para estudiantes universitarios, trabajadores y residentes locales, cursos de negocios para funcionarios del gobierno local y empresarios, clases de artes marciales, danza y otras artes, y cursos bilingües para padres e hijos.

 

El foco de su investigación es la comunicación intercultural y el aprendizaje de un segundo idioma. Gracias a su experiencia, Zhao está expandiendo un proyecto de investigación sobre el aprendizaje del chino en niños y jóvenes de entre 5 y 16 años de edad, dirigido por la Universidad China de Hong Kong (CUHK), para incluir también a bebés y niños menores de tres años.
Foro sobre la Iniciativa de la Franja y la Ruta, organizado por el Instituto Confucio y la ciudad inglesa de Sheffield.

 

 

Alta innovación

 

Según Zhao Xia, el Instituto Confucio se ha convertido en un importante centro de comunicación lingüística china y británica en las zonas del centro y el norte del Reino Unido. En los últimos años ha promovido activamente la cultura china, brindando lecciones de enseñanza del idioma en escuelas, organizaciones empresariales y grupos privados, lo que ha fortalecido las conexiones entre las empresas locales y sus contrapartes chinas en sectores como la industria, el comercio, la atención médica y la organización de más de 20 foros empresariales.

 

La ciencia y la innovación tecnológica han desempeñado siempre un rol importante en la revitalización de la economía del Reino Unido. El Gobierno británico ha invertido una gran cantidad de capitales en esta área y ha establecido siete centros de innovación de clase mundial, conocidos oficialmente como “Centros Catapulta”. En la universidad hay dos: AMRC y AMRC nuclear. El Instituto Confucio ayuda a construir un vínculo entre las industrias chinas y británicas, y promueve un enlace entre las industrias y la investigación científica.

 

“Hoy en día docenas de empresas chinas están involucradas”, menciona Burnett. AMRC se estableció conjuntamente con la compañía Boeing en 2001 al reunir la excelencia y los recursos en el sector manufacturero. Sirve como plataforma de intercambio de conocimientos para reactivar empresas de manufactura de cualquier tamaño, desempeñando un papel central en el esquema de la Central Eléctrica del Norte del Reino Unido. Su objetivo es impulsar la energía local mediante la inversión en conocimientos, innovación, transporte y cultura.

 

AMRC ahora tiene cientos de socios industriales, desde gigantes mundiales como Boeing, Rolls-Royce y British Aerospace Systems hasta empresas locales medianas y pequeñas, actualizando el proceso de un centro de investigación a uno de innovación de clase mundial.

 

Camino a la prosperidad

 

“Chengdu es una ciudad hermanada con Sheffield. Como la mayoría de las ciudades chinas, ha sufrido cambios tremendos y las condiciones de vida son cada vez mejores. Los niños viven en la prosperidad y comparten oportunidades que sus predecesores nunca pudieron imaginar”, señala Burnett, quien al referirse al rápido desarrollo de China, pone como ejemplo a Chengdu. “En lugar de fabricar acero, los trabajadores se dedican ahora a la producción de automóviles, aviones y trenes de alta velocidad. Los vehículos eléctricos no solo se ven en China, un país que fue conocido por sus bicicletas, sino que se venden en todo el mundo”.

 

“Situada en Asia, un continente en rápido desarrollo, China es la segunda mayor economía del mundo, liderando a los asiáticos hacia la prosperidad y promoviendo el comercio entre las naciones involucradas en la Iniciativa de la Franja y la Ruta. Las universidades chinas se han convertido en importantes centros de investigación avanzada y un destino para los estudiantes internacionales”.

 

Burnett detalla que el Instituto Confucio ha brindado servicios específicos en áreas clave como la industria y el comercio para acelerar la cooperación en el campo de la fabricación avanzada entre empresas locales y sus contrapartes en China.

 

En un momento de la entrevista, nos muestra la foto de su nieto, cuyo padre es británico y su madre, china. Por eso, el niño tiene familiares tanto en Londres como en Guangzhou. “No hay diferencia entre el sueño chino, el británico, el americano o el africano. Todos esperamos crear un futuro brillante para nuestros descendientes y verlos vivir en un mundo pacífico y próspero. El Instituto Confucio podría ayudarnos a construir un puente entre China y el mundo, haciendo así realidad nuestros sueños comunes”, concluye.

 

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Editor: Wu Wen Da-->

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