Cerrar o abrir una puerta es una de las acciones más comunes en la vida, pero para Zhang Zhengying, una señora ya mayor, generó una gran felicidad y mucha gratitud.
A las 8 de la mañana del 28 de septiembre de 2016, la señora Zhang, de 82 años de edad y perteneciente a la etnia yi, cerró la puerta de la casa en la que había vivido 12 años en la aldea de Yinchuan, provincia de Guizhou. Dos horas más tarde, junto con un dirigente de la Oficina para el Alivio de la Pobreza del distrito de Hexian del Grupo Evergrande, ella abrió la puerta de su nueva casa, la n.° 013 de la aldea de Xingfu Evergrande.
La señora Zhang quedó sorprendida al ver su nueva vivienda: el piso de madera, los hermosos muebles, la cocina bien equipada y el televisor conectado. Todo era diferente a su casa antigua. Estaba tan contenta que no se animaba a caminar por el piso para no ensuciarlo.
Ella nunca imaginó vivir en una casa tan bonita. La señora Zhang no solo cerró la puerta de su vieja casa, sino que también cerró la puerta de la pobreza y el atraso que sufrieron sus antepasados generación tras generación. Y al abrir la nueva puerta también encontró una vida feliz para toda su familia.