En estos últimos años, el maratón ha venido conquistando cada vez más aficionados en China, a quienes ya no satisface la idea de participar solo en eventos nacionales, sino que han empezado a viajar fuera del país para competir. El poder correr en un maratón internacional se ha vuelto la meta de llegada de muchos de ellos y los rostros chinos han comenzado a verse con más frecuencia en este tipo de competencias.
Según el “Informe de análisis de macrodatos sobre el maratón en China 2017”, difundido por la Asociación de Atletismo de China, cerca de 4,98 millones de corredores participaron ese año en un total de 1102 maratones nacionales de diferentes envergaduras. Algunos de ellos no escatimaron costos ni centenares de miles de yuanes para ir también a EE. UU., Australia, e incluso a África para tomar parte en algún evento internacional. En un inicio, este grupo de corredores procedían principalmente de Beijing, Shanghai, Shenzhen y Guangzhou, pero desde 2017 ha venido ampliándose a las ciudades medianas del país. A veces, toda la familia sale para apoyar al deportista. Este tipo de viaje, conocido en China como “viaje con zapatillas de correr”, también impulsa en cierto sentido la economía de la localidad donde se realice el evento deportivo.