Conducir un tren que corre a 350 kilómetros por hora fue inimaginable para Wawan Setiaman, un chofer de tren de carga indonesio con diez años de experiencia en el rubro. Pero ahora va a figurar entre los primeros conductores de tren de alta velocidad de su país, y a grandes rasgos, del sudeste de Asia.

En 2020, cuando la empresa mixta China-Indonesia encargada de construir la autopista Yakarta-Bandung empezó a reclutar conductores de tren, Wawan se precipitó a presentar la solicitud.

"Tecnología, funcionamiento, medidas de seguridad... cualquier materia que aprendo me resulta novedosa y fascinante", dijo Wawan, quien ha recibido entrenamiento de conductores chinos de tren de alta velocidad.

UNA VIDA ACELERADA

Mu Zhen, tutor de práctica de conducción de Wawan, es el conductor chino del ferrocarril de alta velocidad Yakarta-Bandung, que vincula la capital con la cuarta ciudad de Indonesia.

En un simulacro operativo, Mu insta a Wawan a relajarse cuando el conductor indonesio estaba manejando el controlador de velocidad. "La tensión podría llevar a una mala operación, ya que la manilla es de alta sensibilidad", detalló Mu, mientras incitó a Wanwan a intentar otra vez.

"Estoy entusiasmado de enseñar a los conductores indonesios y contento de compartir mis habilidades sin reservas. Estoy aprendiendo a hablar indonesio para superar la barrera idiomática", dijo Mu.

Un proyecto histórico bajo la Inciativa de la Franja y la Ruta propuesta por China, el ferrocarril de alta velocidad Yakarta-Bandung acorta el recorrido entre las dos ciudades de más de tres horas a cerca de 40 minutos.

"El desarrollo de un ferrocarril de alta velocidad alentará la economía porque hace que la movilidad sea más rápida", indicó Wawan, quien agregó que espera que el ferrocarril de alta velocidad pueda extenderse a Surabaya, segunda ciudad indonesia y puerto marítimo.

"Si la vida es un tren que corre en rieles, mi vida ya está acelerada. Es super rápida, exitosa y llena de esperanza", manifestó.

ENSEÑAR A PESCAR

China ha estado construyendo ferrocarriles, puertos y otras infraestructuras con países bajo el marco de cooperación de la Franja y la Ruta, lo que ha ayudado a mejorar la conectividad regional y crear empleos para los lugareños.

La sección Lao del ferrocarril China-Laos, que comenzó en dicembre de 2021, ha creado más de 110.000 trabajos. Sida Phengphongsawanh, de 24 años de edad, figura entre los beneficiados.

Sida se convirtió en inspectora de tren en el Centro de Gestión de Operación de Vientiane del Ferrocarril China-Laos en 2021 despúes de recibir entrenamiento en idioma chino y conocimiento ferrovario en el Instituto Confucio de Laos.

"Los tutores han sido muy pacientes durante mi pasantía. Porque es la primera vez que tocamos tren real, cualquier cosa es nueva para nosotros, y nos enseñaron paso a paso de manera paciente", dijo.

Anketsebrhan Girma, de 28 años, soñaba desde hacía tiempo con convertirse en una conductora de trenes pionera en su país, Etiopía. Llevó a la realidad su sueño al graduarse de la universidad y unirse a la Sociedad Anónima de Ferrocarriles de Alto Estándar Etiopía-Djibouti en 2018, donde atravezó una competencia intensa hasta convertirse finalmente en la primera conductora femenina de trenes electrificados de Etiopía.

Ahora es asistente de maquinista del Ferrocarril Etiopía-Djibouti, que conecta la capital etíope, Addis Abeba, con el puerto de Djibouti, en el Mar Rojo.

Girma y 27 colegas han asistido a un programa de formación de seis meses desde este julio en la ciudad de Zhengzhou, en el centro de China. Se trata del segundo grupo de estudiantes etíopes que se inscriben en la Escuela Técnica y Vocacional del Ferrocarril de Zhengzhou.

El primer grupo, de 34 alumnos, domina por completo las habilidades de conducción, seguimiento, control y mantenimiento de trenes electricos, después de ocho meses de formación práctica en 2020. Actualmente, ya son capaces de conducir un tren eléctrico de forma independiente y se consideran la columna vertebral del ferrocarril Etiopía-Djibouti.

Uno de los 34 alumnos, Dejen Gezu, se encarga de formar a jóvenes colegas, además de trabajar como conductor. "Conozco a todos los que se encuentran en China recibiendo formación, particularmente, a Anketsebirhan Girma, porque es nuestra única conductora femenina", subrayó.

Abdi Zenebe, director ejecutivo de la Sociedad Anónima de Ferrocarriles de Alto Estándar Etiopía-Djibouti, anotó que durante la construcción y operación del Ferrocarril Etiopía-Djibouti, los expertos chinos han capacitado a unos 3.000 profesionales locales en técnicas ferroviarias.

"La filosofía y los principios de nuestros colegas chinos están en línea con los valores chinos. La idea no es darle pescado a uno, sino enseñarle a uno a pescar", manifestó Zenebe, refiriéndose a un antiguo reflán chino.

PUNTO DE INFLEXIÓN

China ha participado en la construcción de más de 6.000 kilómetros de vías férreas, 6.000 kilómetros de carreteras y más de 80 extensas instalaciones eléctricas en África durante la última década, según datos oficiales.

El ferrocarril Etiopía-Djibouti, que recorre 752 kilómetros y fue inaugurado en octubre de 2016, es el primer transfronterizo eléctrico de África. Ha reducido el tiempo de transporte de mercancías de más de tres días a menos de 20 horas y disminuido los costos en al menos un tercio, facilitando sustancialmente las importaciones y exportaciones de este país sin litoral.

"Como Etiopía no tiene mar ni puerto, antes se tardaban unos días en entregar las mercancías hacia y desde Yibuti por carretera. El ferrocarril Etiopía-Djibouti ha reducido considerablemente el tiempo y los costes. Es la columna vertebral de nuestro país", afirmó Girma.

En la vecina Kenia, el ferrocarril de ancho internacional Mombasa-Nairobi (SGR, siglas en inglés), de 480 kilómetros, inaugurado a mediados de 2017, conecta la capital del país con su puerto oriental. Ha reducido el tiempo de viaje a la mitad, de una media de diez horas en el centenario ferrocarril de ancho métrico a cerca de cinco horas, impulsando el transporte de personas y de carga.

Lawrence Pius Murithi, supervisor del departamento de material rodante del tren Mombasa-Nairobi, se enorgullece de tener una carrera preciada.

"Tuve la suerte de ser elegido para incorporarme al SGR para el mantenimiento de trenes de pasajeros", afirmó el ingeniero mecánico de 32 años, añadiendo que ha perfeccionado sus habilidades técnicas y de gestión durante los últimos seis años desde que se incorporó a esta creciente plantilla de jóvenes locales que trabajan para el ferrocarril.

Sus finanzas han mejorado gracias a un salario mensual decente, lo que le permitió comprar tierras en su pueblo natal y administrar un negocio ganadero como trabajo secundario.

En Laos, el único país sin salida al mar del sudeste asiático, el ferrocarril China-Laos de 1.035 kilómetros lo ha ayudado a convertirse en un centro de transporte en la península de Indochina.

El tren une la capital de Laos, Vientiane, con la provincia de Yunnan, en el suroeste de China, bajo una velocidad de diseño de 160 kilómetros por hora para el tramo de Laos.

"Amigos de mi ciudad natal me dijeron que viajar se ha vuelto conveniente. Solía tomar 10 horas desde mi pueblo hasta Vientiane, pero ahora son solo tres horas en tren", dijo Sida.

Ciento cincuenta y dos países y 32 organizaciones internacionales han firmado documentos de cooperación con China en el marco de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, propuesta en 2013.

Durante la última década, se crearon más de 421.000 empleos locales en todo el mundo gracias a la cooperación de esta propuesta. Según un informe del Banco Mundial, los proyectos de la Franja y la Ruta podrían ayudar a sacar a 7,6 millones de personas de la pobreza extrema y a 32 millones de la pobreza moderada en todo el mundo para 2030.

"La Franja y la Ruta es una gran iniciativa (...) y creo que el ferrocarril China-Laos es sólo el punto de partida en la región. Conectará a más países en el futuro, permitiéndonos viajar al extranjero más fácilmente", concluyó Sida.