El Consejo de Estado, el gabinete de China, ha emitido un documento en el que establece objetivos de desarrollo para las antiguas bases revolucionarias en la nueva era.

Según el texto, para el año 2025 las viejas bases revolucionarias alcanzarán niveles más altos de vitalización rural y el nuevo tipo de urbanización.

Para 2035, deberán haber logrado básicamente la modernización socialista junto con el resto del país y haber establecido básicamente un sistema económico modernizado, con el cual sus habitantes disfrutarán de ingresos más altos e igual acceso a los servicios públicos básicos.

Para materializar estas metas, el documento propone tres tareas: consolidar y expandir los resultados de la mitigación de la pobreza, impulsar el desarrollo de la economía real y las industrias con características locales, y mejorar los servicios públicos y el bienestar de los habitantes locales.

El documento insta a mejorar el soporte de políticas y establecer mecanismos de largo plazo para el desarrollo, así como fortalecer el liderazgo integral del Partido Comunista de China a lo largo de todo el proceso.