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La Franja y la Ruta en un marco integrado para la solución de controversias

Source:China Hoy Author:PAN DENG
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Con el avance de la Iniciativa de la Franja y la Ruta seguirán aumentando el comercio, las inversiones y el intercambio financiero, y continuará expandiéndose la construcción de infraestructura entre China y los países participantes. En el proceso de una macrocooperación económica, el surgimiento de controversias es inevitable, por lo que un adecuado manejo y solución de estos conflictos no solo es un prerrequisito necesario y garantía para el desarrollo sin contratiempos de esta iniciativa, sino que es también necesario para la construcción de un entorno empresarial bajo el imperio de la ley entre los países participantes.

El establecimiento del sistema de cooperación en materia de solución de conflictos requiere la coordinación de los países participantes a nivel político, jurídico y administrativo, así como la reglamentación de los comportamientos corporativos e individuales. Para el establecimiento de dicho sistema solo existen dos caminos a elegir: uno es adoptar una alianza económica cerrada formada por los países miembros encabezados por China, sobre la base de una “alianza amistosa”; el otro, establecer una sistema inclusivo y abierto a terceros países, dentro de un marco de legalidad democrático y transparente, basado en reglas negociadas conjuntamente por los países participantes.

La legalidad y el Estado de derecho son demandas y garantías necesarias para mantener la estabilidad y el desarrollo. Solo mediante la construcción de un sistema legal, que garantice el Estado de derecho común entre los países, la Franja y la Ruta podrá asegurar un desarrollo sostenible a largo plazo. Por lo tanto, el sistema de cooperación en materia de solución de conflictos debe basarse en los mecanismos internacionales existentes, procurando la innovación y creando así un sistema de coordinación tridimensional de varios niveles, y de cooperación mutua que prevenga la emisión de resoluciones contradictorias.

Respetar e innovar las normas del derecho internacional

Hace más de 70 años que concluyó la Segunda Guerra Mundial, mismo periodo de tiempo del actual sistema de derecho internacional, lapso en el cual se ha enriquecido tanto en su contenido como en su alcance. Así, su área económica no solo abarca el comercio tradicional, las inversiones, las finanzas o la propiedad intelectual, sino que con el desarrollo y el rápido avance de la ciencia y la tecnología también ha incluido la protección del medio ambiente, el desarrollo sostenible y otras más fomentadas por la globalización, haciendo evidente la tendencia a la uniformidad del derecho mercantil internacional.

Un gran número de tratados internacionales, como la Convención de las Naciones Unidas sobre los Contratos de Compraventa Internacional de Mercaderías o los Principios Generales sobre los Contratos Comerciales Internacionales, han sido ampliamente aceptados por los países, y los principios y reglas de estos tratados se han convertido en la base para que los Estados promulguen sus disposiciones de derecho interno pertinentes y sean reconocidos como normas de conducta para la realización de actividades comerciales internacionales.

China y los países a lo largo de la Franja y la Ruta serán los participantes y creadores del derecho internacional moderno, toda vez que dichas normas de derecho internacional se deberán ajustar al desarrollo económico mundial contemporáneo, y estas serán el resultado de los esfuerzos concertados y el legado de todos los países. Las reglas vigentes del derecho internacional moderno son una fuente directa para la creación del marco legal a respetarse por la Franja y la Ruta, pues todo tipo de actividades comerciales entre los países participantes requieren de reglas internacionales que regulen el comportamiento de las transacciones.

China, como promotor principal de la Franja y la Ruta, seguirá fomentando la reforma del nuevo orden económico internacional buscando eliminar las barreras económicas a través de la cooperación global. Actualmente surgen nuevas cuestiones en el campo de la economía y el comercio internacional, desde el comercio electrónico transfronterizo, hasta arrendamientos financieros transfronterizos, por lo que los Estados buscarán, mediante negociaciones, unificar criterios al respecto, esforzándose en mantener el respeto a las reglas comerciales innovadoras implementadas por los tribunales nacionales, lo que conlleva a que la práctica judicial confirme las nuevas reglas de comercio de manera oportuna a través de casos modelo.

La negociación como principio para la solución de controversias

La solución pacífica de las controversias es un principio básico del derecho internacional moderno. Ya sea que se trate de controversias entre Estados, entre inversionistas y países anfitriones o entre sujetos comerciales, estas deben resolverse a través de medios pacíficos, y la negociación es el método preferido internacionalmente para la solución de controversias.

Desde el siglo XX se han establecido distintos tipos de mecanismos de solución de controversias a nivel unilateral, bilateral y multilateral, tanto a nivel nacional como internacional. Por ejemplo, en el contexto de la resolución de conflictos entre los inversionistas y los países anfitriones, en 1966 se estableció el mecanismo multilateral de solución de controversias sobre inversiones, de manera que la disputa sobre el tema entre la mayoría de los inversionistas y el país anfitrión pueda resolverse mediante arbitraje a través del Centro Internacional de Arreglo de Diferencias Relativas a Inversiones (CIADI), pero con la reciente “crisis de legitimidad” en el arbitraje internacional de inversiones, algunos países latinoamericanos se han retirado del Convenio del CIADI.

El Entendimiento Relativo a las Normas y Procedimientos por los que se rige la Solución de Diferencias de la OMC estipula que las consultas son el procedimiento legal obligatorio previo al procedimiento sustantivo. Esta regla hace que la disputa comercial entre los miembros de la OMC se resuelva en la etapa de consultas, sin entrar al fondo del asunto. Además, independientemente de la etapa en la que se encuentre el procedimiento, la OMC alienta a las partes a resolver sus controversias mediante consultas y negociaciones, a fin de garantizar que las controversias no lleguen al procedimiento de ejecución final, mostrando de forma práctica que las consultas y la negociación, como procedimientos obligatorios en los reglamentos de solución de conflictos, pueden solucionar eficazmente las controversias comerciales entre las partes.

La Franja y la Ruta se adhiere al principio de deliberación común, construcción conjunta y beneficio mutuo, de modo que cuando surjan todo tipo de controversias en su construcción, las partes interesadas deban primero resolverlas mediante consultas y negociaciones de conformidad con dichos principios. Estos no solo son requisitos necesarios para la aplicación de los principios básicos del derecho internacional, sino también están determinados por los propósitos básicos y objetivos fundamentales de la Franja y la Ruta.

Tanto en los mecanismos bilaterales como los tratados de libre comercio entre China y los países participantes, los mecanismos de cooperación multilateral, al igual que los foros de cooperación entre China y diversas regiones, se han diseñado normas y procedimientos razonables en las esferas de la organización, gestión, procedimientos y mecanismos de aplicación, con el objetivo de crear un entorno estable de inversión económica y comercial para la cooperación entre los países, integrando el principio de negociación como procedimiento principal obligatorio en la solución de conflictos.

Ampliación de la cooperación y la asistencia judicial

Los asuntos transnacionales representan un desafío para el litigio interno. En los litigios transnacionales el procedimiento, la recopilación de pruebas, la fijación de los intereses de las partes y la ejecución de sentencias judiciales y/o laudos arbitrales son inseparables de los mecanismos de asistencia judicial, por lo que es necesario establecer un mecanismo de cooperación y asistencia judicial eficiente y conveniente entre los países miembros, que preserve un ambiente de mercado confiable y que proteja los derechos e intereses legítimos de las partes.

Los países participantes en la Franja y la Ruta tienen diferentes sistemas jurídicos: algunos son de la familia jurídica del derecho romano, otros del derecho anglosajón (Common Law) y otros más del derecho islámico. Esto requiere de un mecanismo de solución de conflictos que pueda atender a todos los países, armonice y unifique los intereses y disposiciones legales de todas las partes relacionadas, y promueva la cooperación y la asistencia judicial entre los miembros para asegurar que se implemente el resultado final de la solución de controversias.

En el ámbito internacional han existido una serie de tratados sobre asistencia judicial recíproca, como la Convención sobre el Reconocimiento y la Ejecución de las Sentencias Arbitrales Extranjeras, el Convenio de La Haya sobre la Notificación o Traslado, o el Convenio de la Haya sobre la Obtención de Pruebas, de los que China y la mayor parte de los países participantes son signatarios. Adicionalmente, hasta 2018, China había firmado un total de 138 tratados bilaterales de cooperación y asistencia judicial, de los cuales la mayoría se refieren al reconocimiento y ejecución de sentencias de tribunales extranjeros, otorgando condiciones convenientes para la solución de las controversias económicas y comerciales relacionadas con la Franja y la Ruta. Algunos de ellos también se enfrentan a la tarea de “expansión” y “actualización”. Esto puede evitar la posibilidad de “un caso de dos litigios” entre distintos países, la pérdida de recursos judiciales, aligerar la carga de las partes, y también cumplir mejor el espíritu de “cooperación mutuamente beneficiosa”, que es objeto de la Iniciativa.

La Iniciativa de la Franja y la Ruta es, sin duda, una de las acciones de mayor relevancia a nivel mundial de los últimos años. Sus efectos e implicaciones se están haciendo sentir en una multiplicidad de aspectos desde lo económico hasta lo político y cultural, no siendo la excepción el ámbito jurídico tanto a nivel de derecho internacional como nacional.

Como principal promotor de la Franja y la Ruta, China está asumiendo su nuevo rol en el ámbito internacional, con una perspectiva distinta a aquella de hegemonía y dominio tradicionalmente adoptada por otros países. Plantea la implementación de nuevos valores para dirigir el desarrollo de la Franja y la Ruta tendientes al desarrollo conjunto y simbiótico de los países participantes, basado en el respeto al Estado de derecho, mientras busca la innovación en el derecho internacional en los asuntos económicos.

*Pan Deng es miembro del Comité Académico del Instituto Charhar y profesor asociado de la Universidad China de Ciencias Políticas y Derecho.

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Editor: Wu Wen Da-->

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