Song Xinqiang instala una cámara infrarroja en el campo. Departamento de Publicidad del PCCh del Comité Municipal de Ya’an
Conocido como un tesoro nacional, el panda gigante es una especie autóctona de China que actualmente se encuentra bajo protección a nivel nacional. Según los últimos datos, la población de pandas gigantes en estado salvaje supera los 1800. Con el fin de garantizar la supervivencia sostenible de esta especie, la cual aún se encuentra en peligro, China adoptó en 2003 un plan para reintroducir los pandas a la naturaleza.
“Esto significa que después de alcanzar un cierto número, los pandas gigantes criados en cautiverio son liberados a la naturaleza con el fin de rejuvenecer la población salvaje”, explica Li Desheng, vicepresidente del Centro de Conservación e Investigación de Pandas Gigantes de China.
Beneficios de la reintroducción
“En la década de 1980, China dio inicio a un programa de reintroducción a la naturaleza de los pandas gigantes que habían sido criados en cautiverio luego de entrenarlos”, señala Li. Durante los últimos 20 años, el centro que dirige ha liberado 11 pandas gigantes. De estos, sobrevivieron nueve y rejuvenecieron dos poblaciones pequeñas en peligro de extinción. De ellas, una está en la reserva protectora de Liziping, en el distrito de Shimian, y otra en la reserva protectora Longxi-Hongkou, en la ciudad de Dujiangyan, ambas ubicadas en la provincia de Sichuan. Desde entonces, se ha hecho un monitoreo continuo de su evolución, el cual ha revelado que se mantienen en buen estado de salud y se han integrado satisfactoriamente a su hábitat natural.
“La cría artificial forma parte del programa de protección de los pandas gigantes, cuyo objetivo final es su reintroducción a la naturaleza con el fin de aumentar su población, que actualmente se encuentra en peligro de extinción”, indica. Li cree que el regreso a la naturaleza es esencial, ya que el verdadero hábitat de los pandas se encuentra en el exterior, y no en corrales ni espacios cerrados. Sin embargo, también reconoce la importancia de la cría en cautiverio, al menos al inicio. “Solo cuando los genes de los pandas gigantes criados en cautiverio están realmente integrados en la población salvaje, ocupan un lugar y tienen la capacidad de transmitirse, puede aumentar verdaderamente la diversidad genética de la población salvaje y mejorar su capacidad de supervivencia”.
Pandas cachorros en el Centro de Conservación e Investigación de Pandas Gigantes de China. Cao Shengli
El regreso al hábitat
Dado que los pandas gigantes en cautiverio dependen mucho del ser humano, y sus hábitos y características de vida también son muy diferentes a aquellos en estado salvaje, el entrenamiento en la naturaleza es clave para la reintroducción a su hábitat natural. “Es necesario que los pandas gigantes en cautiverio sean capaces de desarrollar las habilidades necesarias para desenvolverse por su cuenta en la naturaleza, y sean capaces de buscar comida, encontrar fuentes de agua, aprender a socializar con otros animales de su especie, reconocer su entorno y el territorio donde se encuentran, y evitar riesgos”, manifiesta Li. De acuerdo con el método actual de entrenamiento, las pandas madres que tienen experiencias en un hábitat natural son liberadas junto a sus cachorros en un entorno salvaje bajo un monitoreo prolongado. Una vez que se comprueba que cuentan con las habilidades necesarias para sobrevivir por su cuenta, los pandas son liberados por completo para que se integren a su hábitat natural.
Los estudios científicos han sido otro de los eslabones clave en el programa de protección. No solo se han debido realizar investigaciones sobre el ecosistema, la variedad y cantidad de fuentes alimenticias, los recursos de agua, las alteraciones al ecosistema y las posibles fuentes de infección debido a parásitos y otros microorganismos, sino también considerar factores como la relación sanguínea de los pandas y el número de machos y hembras en un área determinada.
Según Li, tras muchos años de esfuerzos de personas dedicadas al estudio y conservación de los pandas, se han logrado una serie de avances y prácticas innovadoras. De este modo, la tecnología clave para la reintroducción de pandas a la vida salvaje se ha visto beneficiada por un continuo proceso de maduración a través del tiempo.
Li añade que a partir de 2016, dicho centro ha logrado avances importantes de cara al aumento de la reserva genética de los pandas en cautiverio y la renovación de su población.
Un largo camino por recorrer
La Base de Investigación sobre la Reintroducción de los Pandas Gigantes a la Naturaleza de Daxiangling, que se puso en uso en diciembre de 2018, está en la zona de los ríos Macao y Sansha, donde se encuentra el Parque Nacional del Panda Gigante. Es la mayor base de entrenamiento salvaje de pandas gigantes en el mundo. De finales de noviembre a finales de marzo es el periodo de cierre por la pesada nieve, mientras que el denso bosque ofrece varios tipos de bambú como comida principal para los pandas gigantes, por lo que es el lugar ideal de hábitat natural.
Actualmente el número de pandas en estado salvaje en la cordillera Daxiangling es de 38 y su densidad, de 0,031 pandas por km2. Están divididos en tres pequeñas poblaciones locales. “La fragmentación de los hábitats conduce a la incapacidad del intercambio de genes entre poblaciones aisladas, lo que reduce la diversidad genética de las poblaciones y acelera la desaparición local de pequeñas poblaciones aisladas. Depender únicamente de las medidas de conservación in situ no puede evitar que estas poblaciones aisladas desaparezcan”, advierte Song Xinqiang, de 35 años, quien trabaja en dicha base.
Los pandas gigantes He Yu y Xing Chen, que fueron entrenados en la naturaleza en la Base de Investigación de Cría de Pandas Gigantes de Chengdu, fueron trasladados a la base de Daxiangling desde su establecimiento en 2018. En junio de 2019, el panda gigante Qian Qian también fue trasladado a dicha base para ser entrenado antes de ser liberado a la naturaleza. La Administración Nacional de Silvicultura y Praderas de China es el órgano encargado de determinar si los pandas cumplen con los requisitos necesarios para ser reintroducidos a la naturaleza. Por ahora Qian Qian se ha ido adaptando satisfactoriamente a su hábitat natural, mientras que He Yu y Xing Chen ya se encuentran en la tercera fase del programa de reintroducción.
“Han pasado casi 10 años desde el cuarto censo nacional de pandas gigantes. En la actualidad, la cantidad de pandas en estado salvaje está por sobre los 1800, lo cual denota que ha habido avances evidentes en el trabajo de protección, pero todavía queda un largo camino por recorrer de cara a la protección y el rejuvenecimiento de las pequeñas poblaciones”, sostiene Song.