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El guardián británico de la Gran Muralla

2023-04-03 13:53:00 Source:China Hoy Author:TAO ZIHUI
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William Lindesay (centro) con sus hijos James (der.) y Thomas.

Prometo mi vida y mi honor a la Guardia de la Noche, por esta noche y por todas las noches venideras”, fue el juramento de los miembros de la Guardia de la Noche en la épica de fantasía de George R.R. Martin Canción de hielo y fuego, mientras dedicaban sus vidas a defender la Muralla. Al igual que ellos, el británico William Lindesay, residente en Beijing, ha dedicado su vida a la defensa de otra gran muralla de proporciones épicas. Pero esta muralla es real, así como también lo es su conservación.

La Gran Muralla, con más de 21.000 km de extensión, es un símbolo de la nación china, y ha sido objeto de numerosas leyendas a lo largo de los siglos. Tras convertirse en el primer extranjero en atravesar a pie el tramo principal de la Gran Muralla hace 36 años, Lindesay ha trabajado incansablemente para proteger este patrimonio mundial y ahora es un “guardián de la Muralla” real.

El 6 de diciembre de 2022, los dos hijos de Lindesay, James y Thomas, de 28 y 21 años, respectivamente, publicaron una foto en Twitter con el texto: “36 años de diferencia”. Una imagen muestra a Lindesay de pie frente a la sección Cabeza del Dragón Viejo junto al mar, en la zona de Beidaihe, en la provincia de Hebei, y la otra a sus hijos en el mismo lugar en la actualidad.

Tras iniciar su travesía desde el río Taolai cerca del Paso Jiayu, en la provincia de Gansu, el 15 de julio de 2022, James y Thomas llegaron a la Cabeza del Dragón Viejo el 22 de noviembre, completando un viaje récord de 3263 km de oeste a este a lo largo del tramo principal de la Gran Muralla. De esta forma, se convirtieron en los primeros hermanos, y en el caso de Thomas, en la persona más joven, en recorrer dicho tramo en un viaje continuo.

“Mi padre conoció a mi madre durante su aventura en la Gran Muralla en 1987, y luego fueron los encantos de mi madre los que le convencieron de hacer de China su hogar y de la protección de la Gran Muralla su trabajo conjunto. Esa es una pasión que mi hermano y yo hemos heredado”, señala Thomas en entrevista con el semanario Beijing Review.

Los hermanos dicen que decidieron hacer el viaje en homenaje al que hizo su padre hace 36 años.

Arriba: William Lindesay llega a la Cabeza del Dragón Viejo en la costa del mar de Bohai en 1987, con la Gran Muralla detrás. Abajo: Los hijos de Lindesay, James y Thomas, llegan al mismo lugar el 22 de noviembre de 2022. Fotos cortesía de William Lindesay

Un camino bajo protección

La gente local que vive al pie de la Gran Muralla a menudo ve a un extranjero alto y de cabello plateado recogiendo botellas de plástico y otros tipos de deshechos, mientras fotografía, estudia y realiza trabajos de conservación.

“En realidad, esto comenzó en la década de 1960, cuando tenía apenas 11 años y vi el símbolo de la Gran Muralla en el mapa de China en la escuela”, recuerda Lindesay.

Proveniente de la ciudad de Wallasey, del condado de Merseyside en el Reino Unido, Lindesay viajó por primera vez a China en 1986 y empezó su recorrido de 78 días desde el Paso Jiayu al Paso Shanhai en 1987.

“Como extranjero, uno se fija en cosas diferentes”, afirma Lindesay. Puede que para la gente local resultase normal ver la Gran Muralla, pero para Lindesay, cada tramo que recorría era una experiencia en sí misma que escondía una historia detrás.

Lindesay se ha convertido en el investigador extranjero más reconocido de la Gran Muralla, y ha llevado a cabo diversos estudios y trabajos de campo de forma sistemática desde 1994. Para facilitar su labor, incluso se mudó junto con su esposa, Wu Qi, a un corral en un pueblo al pie del tramo Jiankou de la Gran Muralla en 1998.

Ubicado en el distrito de Huairou en las afueras de Beijing, el tramo de Jiankou es una de las secciones más peligrosas de la Gran Muralla. Conocida entre los excursionistas como “la Gran Muralla salvaje”, el nombre fue acuñado por Lindesay hace muchos años y luego se volvió de uso común. Lindesay ha viajado por toda “la Gran Muralla salvaje”, aunque algunas secciones de ella se encuentran enterradas en el suelo y solo pueden identificarse desde el aire.

A pesar de su estatus como un valioso sitio patrimonial cultural, algunas secciones de “la Gran Muralla salvaje” se han visto dañadas en los últimos años como consecuencia de los desastres naturales, así como por el impacto del ser humano. Debido a ello, dichas secciones necesitan de mantenimiento y refuerzo con urgencia.

“Este es el museo al aire libre más grande del mundo que no está a cargo de ningún curador”, expresa Lindesay. Alrededor del año 2000, él y su esposa comenzaron a reclutar voluntarios para la protección de la Gran Muralla, especialmente de los tramos salvajes. Establecieron una estación de protección ambiental al pie del tramo Jiankou y cooperaron con el Buró Municipal de Patrimonio Cultural de Beijing y otras instituciones para llevar a cabo un proyecto de protección a largo plazo.

En reconocimiento a sus contribuciones, en 1999 Lindesay fue galardonado con el Premio de la Amistad, la máxima distinción que otorga la República Popular China a expertos extranjeros que hacen una contribución significativa al progreso del país. El Reino Unido, su país de origen, también reconoció sus valiosos aportes en 2006, cuando la Reina Isabel II le otorgó la Orden del Imperio Británico.

Historia de dos hermanos

Lindesay ha escrito más de 10 libros sobre China con un enfoque específico en la Gran Muralla, y ha producido una serie de documentales junto con sus dos hijos, ambos graduados de la Universidad de Beijing.

Antes de su viaje de cinco meses, los dos hermanos ya habían acumulado “al menos 1000 días de experiencia en varios tramos de la Gran Muralla”, al pasar la mayor parte de sus fines de semana allí.

En 2016, los hermanos pasaron todo el verano volando drones sobre la Gran Muralla, lo que les llevó a producir el primer documental de difusión internacional que mostraba la Gran Muralla desde el aire.

“Al mirar hacia atrás, me pasé mi juventud en la Gran Muralla, caminando, charlando, fotografiando y recogiendo basura, casi 30 fines de semana al año”, recuerda James.

“Asistimos a casi todos los eventos de voluntariado organizados por mi padre, siempre que pudiéramos escalar o que nos llevaran”, indica Thomas. “Los disfrutamos desde pequeños. Tal vez en un primer momento, no entendíamos muy bien lo que estábamos haciendo. Simplemente nos decían qué hacer, pero con el paso del tiempo, nos dimos cuenta de que lo que estábamos haciendo realmente tenía significado”, explica.

En 2019, el gobierno municipal de Beijing inició un plan para la protección y desarrollo de la Franja Cultural de la Gran Muralla, de casi 5000 kilómetros cuadrados, que contempla tanto el resguardo del patrimonio como la conservación ecológica. En 2021, China dio marcha al desarrollo del Parque Nacional de la Gran Muralla, un área de aproximadamente 60 kilómetros cuadrados situada a 70 kilómetros de Beijing.

“¿Quiénes somos si no apreciamos la Gran Muralla?” es el eslogan de Lindesay.

Para él, no basta con ir a visitar la Gran Muralla, sino que también cree que se la debe querer y proteger. No obstante, piensa que aún resta un largo camino en este cometido.

“Siento que tengo dos hogares, ya que he pasado exactamente la mitad de mi vida en el Reino Unido y la otra mitad en China. Si hacemos del mundo un lugar más abierto, podremos llevarnos mejor y utilizar la cultura como un puente para unir a la gente”, concluye Lindesay.

Y así continúa custodiando la Gran Muralla.

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Editor: Wu Wen Da-->

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