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Prácticas ecológicas de las minorías étnicas

2022-08-03 15:43:00 Source:China Hoy Author:CUI ZHONGZHOU*
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Cui Zhongzhou, profesor asociado del Centro de Estudios de América Latina y el Caribe de la Universidad de Ciencia y Tecnología del Suroeste. Foto cortesía del autor

Aquellos que poseen ciertos conocimientos respecto a la cultura china saben la importancia que tiene “la armonía entre el ser humano y la naturaleza”. Esta filosofía proviene principalmente de la cultura taoísta, la cual también fue adoptada posteriormente por el confucianismo, hasta convertirse en la ideología tradicional más importante de los chinos para abordar la relación entre el ser humano y la naturaleza. Se enfatiza la integración del ser humano y el mundo exterior, similar al concepto de la Pachamama en la cultura prehispánica de América Latina.

Sin embargo, en la cultura china no solo existe un respeto por “la unidad de la naturaleza y el ser humano” a partir del taoísmo y el confucianismo practicados por la etnia han, sino que también muchas minorías étnicas han desarrollado una sabiduría de supervivencia donde la relación armoniosa entre el ser humano y la naturaleza tiene un lugar fundamental en sus propias prácticas.

Según el último censo poblacional de 2020, las minorías étnicas en China representan el 8,89 % de la población total, lo cual equivale a más de 120 millones de personas, un número mayor que la población de la mayoría de los países del mundo. En cada provincia conviven determinadas minorías étnicas con la mayoría han, pero, en términos generales, los pueblos minoritarios se concentran en zonas del noreste, noroeste y suroeste del país, con relativamente pocos grupos en las regiones del centro y del este.

25 de enero de 2022. Un pastor saca a sus ovejas de una cerca en el valle de Aheyazi, en el distrito de Zhaosu, región autónoma uigur de Xinjiang. Cada año antes del invierno, casi 10.000 pastores y más de 500.000 cabezas de ganado en el distrito de Zhaosu se dirigen río arriba hacia este pastizal invernal de 200 kilómetros de largo. Migrar según las estaciones del año y dejar que diferentes áreas se recuperen por un período es un concepto ecológico simple practicado por los pastores kazajos desde hace mucho tiempo. Xinhua

Conceptos basados en la naturaleza

Los grupos étnicos se enfrentan a diferentes entornos naturales dependiendo del lugar en el que viven, lo que determina, a la vez, la diferencia en cierto grado de sus culturas y la singularidad de su visión ecológica.

Los pueblos oroqen y hezhe, que viven en el noreste de China, se enfrentan a la densa selva virgen y a la fértil llanura de Sanjiang. Los oroqen adoran al dios de la montaña Bainacha y creen que las bestias salvajes en las montañas son criadas y manejadas por este dios. Por ende, solo se puede asegurar la buena suerte en la caza si se respeta al dios de la montaña. Sus vecinos, los hezhe, dependen principalmente de la pesca, lo cual ha dado lugar a un culto de múltiples dioses. Protegen los bosques y los ríos en nombre de los dioses de los árboles, del agua y del fuego, y preconizan la armonía entre el ser humano y la naturaleza, y la amabilidad con los seres vivos.

Los tibetanos, los tu y los salar, que viven en el noroeste, deben lidiar con condiciones más inhóspitas propias de su entorno y menos recursos, por lo que su cultura se centra en la buena relación con la meseta, el desierto de Gobi y la lluvia estacional.

El suroeste es la zona que concentra la mayor cantidad de minorías étnicas en China. Por ejemplo, en la provincia de Yunnan hay 25 minorías étnicas, de las cuales seis cuentan con una población mayor al millón: los yi, hani, bai, dai, miao y zhuang. Es de conocimiento común que para el pueblo hani, por ejemplo, la protección del suelo y del agua es inseparable de su tradición de labrar las terrazas de cultivo sobre las laderas de la montaña que han hecho desde la antigüedad. Los derung y lisu, que viven en las montañas y los bosques, tienen más experiencia en la caza y la agricultura sobre la base de la tala y quema. Entienden perfectamente que la rotación entre la quema de montañas y el cultivo es fundamental para que la agricultura sea sostenible en el largo plazo. Además, dado que se trata de una zona habitada por muchos grupos étnicos, sus culturas también se han permeado unas con otras. Por ejemplo, hay tantas similitudes entre el pueblo naxi y los mosuo en relación con sus costumbres tisese (literalmente “caminar de un lado a otro”, que se traduce en chino como “matrimonio ambulante”), que se les considera del mismo grupo étnico en el sistema de identificación oficial.

En Guizhou, también en el suroeste de China, las personas se ven enfrentadas a mayores dificultades debido a las condiciones del suelo, por lo que han adoptado un estilo de vida y una sabiduría más moderadas. Saben perfectamente la importancia de que la capa superficial del suelo cuente con la protección de enredaderas. Hasta mediados de la dinastía Qing (1644-1911) habían conservado cuidadosamente la vegetación, por lo que llevaban una vida bastante estable. Sin embargo, las luchas por alimento en las que se vieron enfrentados los señores de la guerra rompieron este equilibrio y dañaron la ecología. En años más recientes, las personas se han volcado una vez más a los antiguos grupos sedentarios en busca de la sabiduría en la restauración y protección de las enredaderas.

16 de marzo de 2022. Viviendas situadas en medio de la selva tropical en la aldea de Mandian, prefectura autónoma de la etnia dai de Xishuangbanna, provincia de Yunnan. Xinhua

Gobernanza ambiental de China

Aunque la “armonía entre el ser humano y la naturaleza” está anclada en la filosofía tradicional china, en los tiempos modernos esta relación se ha vuelto menos armoniosa, en parte debido a la larga historia de invasiones y colonizaciones a las cuales se ha visto sometido el país.

A fines del siglo XIX, el pueblo chino sufrió a causa del sometimiento y el genocidio, por lo que lograr sobrevivir se convirtió en el principal propósito. Los intelectuales chinos de aquel entonces atribuían al atraso en la ciencia y la tecnología como la razón principal por la que el país fue intimidado por las potencias occidentales, por lo que creían necesario aprender de estas naciones.

Como es sabido, la civilización occidental moderna se basa en la dicotomía del ser humano y la naturaleza, y muestra un fuerte deseo de controlar y conquistar la naturaleza. La sobreexplotación de los recursos naturales y un desarrollo centrado únicamente en el ser humano son las razones principales de la actual crisis ambiental en el mundo. Durante los más de 100 años en los que China trató de aprender de Occidente, se perdió parte del respeto por el medio ambiente y muchos bosques fueron destruidos. En 1981, la tasa de cobertura forestal del país era apenas del 12 %, concentrándose mayormente en las zonas fronterizas donde residen las minorías étnicas.

Tras la aplicación de la política de Reforma y Apertura, China comenzó a darse cuenta de la importancia del entorno natural, por lo que se empezó a reforestar el país a gran escala. Para 2018, la cobertura forestal había alcanzado el 22,96 % del territorio, lo que convierte a China en el país con el mayor y el más rápido crecimiento en recursos forestales del mundo.

Otro problema en la gobernanza ambiental de China está relacionado con el desarrollo centrado en el crecimiento económico desde la década de 1980. De cierto modo, este modelo de desarrollo también está basado en el concepto occidental de desarrollo lineal y su efecto destructivo sobre el medio ambiente es obvio. El esmog que solía cubrir los cielos de la mayor parte de China fue una de sus consecuencias. Hoy se está tratando de resolver el impacto negativo sobre el medio ambiente provocado por un concepto único de desarrollo, a fin de que las personas y la naturaleza puedan volver a un estado armonioso.

El planteamiento del presidente Xi Jinping de que “las verdes montañas son cordilleras de oro y plata” tiene relación con la protección que China otorga actualmente al medio ambiente, la cual ha alcanzado un nivel sin precedentes. 

*Cui Zhongzhou es profesor asociado del Centro de Estudios de América Latina y el Caribe de la Universidad de Ciencia y Tecnología del Suroeste.

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Editor: Wu Wen Da-->

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