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El desafío para la Franja y la Ruta

Source:China Hoy Author:XUE LI*
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Xue Li, investigador del Instituto de Economía y Política Internacional de la Academia China de Ciencias Sociales.

 

A fines del año pasado, una serie de entrevistas con reconocidos estudiosos brasileños me dieron un juicio preliminar sobre la comprensión que la comunidad académica y la gente de este país tiene sobre la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR). Muchas de sus observaciones me causaron una profunda impresión, aunque algunas otras me parece que no eran muy acertadas. En este artículo quisiera compartir algunas conclusiones tras la investigación especial que he llevado a cabo en los últimos seis años.

 

Motivación de la iniciativa

 

China lanzó la IFR en 2013 y espera, en el campo diplomático, que sea una plataforma que impulse la creación de una comunidad de destino de la humanidad.

 

La IFR involucra principalmente los campos de la economía y la cultura, así como la política y la seguridad. En lo que atañe a la economía, al convertirse en la segunda mayor economía del mundo en 2010, China encontró una nueva normalidad económica. A fin de promover el desarrollo económico, China debía hacer un mejor uso de los mercados internacional y nacional. Este aspecto es similar a la expansión al exterior en gran escala que tuvieron Corea del Sur, Singapur, Japón y Alemania después de que su economía se desarrollara en cierta medida. En cuanto al enfoque de la IFR en la construcción de infraestructura, ello tiene que ver con la propia experiencia de desarrollo de China.

 

En el plano cultural, al ser una de las cuatro civilizaciones antiguas que continúan hasta nuestros días, China desea mostrar también su valor en este campo. En ese sentido, busca contribuir a que otros países comprendan mejor su cultura a través del fortalecimiento de los intercambios artísticos y de persona a persona, así como proporcionar diversos tipos de becas y elevar el nivel de la cultura, la educación y la salud de los países participantes.

 

En cuanto a la política, la IFR tiene como objetivo promover la mejora de la gobernanza global. Finalmente, en términos de seguridad, se esfuerza por proteger mejor los propios intereses en el extranjero, cada vez más importantes para su desarrollo.

 

China es consciente de que la era del despegue por medios no pacíficos ha terminado y que el ascenso pacífico es una opción realista, por lo que viene llevando adelante una diplomacia caracterizada por establecer “una asociación en lugar de una alianza”. Se trata de una forma de ascenso sin precedentes. Esto es difícil de creer para los países europeos y americanos, por lo que China necesita demostrar a través de sus acciones que en sus genes no está la búsqueda de hegemonía, ni tiene esta capacidad. Por el contrario, desea construir una comunidad de destino de la humanidad, en la que diversas civilizaciones aprendan unas de otras y compartan un mejor futuro.

 

20 de abril de 2020. En el puerto de Lianyungang se descargan 80.000 toneladas de soja importada de Brasil.

 

Nuevas características de la diplomacia

 

El autoenclaustramiento que tuvo China fue un fenómeno corto dentro de su larga historia. De hecho, es considerado por los chinos como la causa principal del retraso del país en los tiempos modernos. Por lo tanto, el Gobierno y los círculos académicos chinos creen con firmeza que deben continuar abriéndose al mundo. Pocas personas piensan que China volverá a cerrar sus puertas solo porque el entorno exterior no sea lo “suficientemente amigable”.

 

La implementación de la IFR significa que la diplomacia china ha entrado en una nueva etapa. Además de continuar abriéndose a los países desarrollados, China ha comenzado a aprovechar sus ventajas comparativas para impulsar la apertura y desarrollo de otros países en desarrollo, con vistas a promover la mejora de la gobernanza global. El presidente Xi Jinping ha invitado reiteradamente a los pueblos de otros países a abordar el “tren expreso” del desarrollo de China. Además, China ha otorgado una gran importancia a la diplomacia relacionada con los países que la circundan. A juzgar por indicadores como las visitas de líderes y los convenios de cooperación económica a gran escala, desde 2016 China ha ido prestando más atención a la “diplomacia con el vecindario” que a la “diplomacia con los principales países”.
6 de marzo de 2020. Una orden de artículos deportivos de la empresa Jiangsu Meixiang Sports Goods está lista para ser enviada a Brasil.

 

 

Desafíos para China y Brasil

 

China da la bienvenida a cualquier país para unirse a la IFR y está dispuesta a suscribir documentos de cooperación a fin de proporcionar un marco intergubernamental relativamente estable para la cooperación bilateral, lo que es particularmente importante para los intercambios culturales y los proyectos de infraestructura. Brasil es el país más grande de América del Sur y tiene un gran potencial de desarrollo. Por tanto, China concede importancia a la cooperación con Brasil, aunque existen algunos desafíos.

 

Por un lado, como recuerdan los académicos chinos, ambas partes no han firmado formalmente un memorando de entendimiento sobre la IFR, sino acuerdos de cooperación en algunas áreas funcionales, tales como la información y comunicación y el intercambio de noticias. Durante mis entrevistas, algunos académicos brasileños lo atribuían a que China no había explicado claramente la connotación de la IFR. Este argumento no es lo suficientemente persuasivo. Hasta enero pasado, China había firmado 200 documentos de cooperación sobre la construcción de la IFR con 138 países y 30 organizaciones internacionales, incluidos 19 países latinoamericanos, de los cuales ocho son de América del Sur (Perú, Chile, Ecuador, entre otros).

 

Además, el entorno general de la inversión en Brasil no es el ideal. Los académicos brasileños admiten que el sistema legal de su país es complejo y contradictorio, la eficiencia administrativa es baja, las normas laborales y de protección ambiental se elaboran según las de los países desarrollados, pero la eficiencia laboral de los empleados no es alta y, además, falta un alto grado de apertura en el mercado.

 

Por otro lado, en Brasil hay un gran respeto por Europa en cuanto a la cultura y economía, se le da importancia a Estados Unidos en términos de política y seguridad, mientras que hay una relación poco estrecha con los países asiáticos. En los últimos diez años, China ha mantenido el estatus de principal socio comercial de Brasil y entre lo que más importa del país sudamericano figuran esencialmente los productos agrícolas y primarios como la soja, el petróleo crudo, el mineral de hierro, la carne de res, el pollo, el algodón, entre otros. La comprensión general de Brasil sobre China es aún limitada y entran también en consideración los recelos profundos que Estados Unidos y los países europeos tienen sobre la IFR.

 

El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, otorga una especial importancia a las relaciones con Estados Unidos. Durante su visita a China en octubre de 2019, el comunicado conjunto emitido por ambas partes mencionó que las políticas de desarrollo e iniciativas internacionales de China, como la IFR, podrían estar en línea con las políticas de desarrollo y los planes de inversión de Brasil, como el Programa de Asociaciones e Inversiones.

 

Finalmente, en cuanto a la división del trabajo dentro de la cadena industrial internacional, China y Brasil se encuentran en eslabones intermedios e iniciales, y muchos de sus productos son competitivos. Dado que Brasil tiene limitados productos con ventaja competitiva, la fabricación de autopartes y zapatos de cuero viene decayendo. Esto también ha afectado el entusiasmo de Brasil por fortalecer la cooperación económica bilateral con China.

 

 
 
*Xue Li es investigador del Instituto de Economía y Política Internacional de la Academia China de Ciencias Sociales.

 

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Editor: Wu Wen Da-->

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