La eliminación de la pobreza es un tema importante pendiente de solución en el mundo y una misión común del ser humano. El Gobierno chino ha aplicado una estrategia de ayuda contra la pobreza en todas las direcciones y ha hecho considerables aportes y acumulado valiosas experiencias. Al mismo tiempo, coopera de manera activa con organismos internacionales para contribuir a esta causa mundial.

 

Después de la aplicación de la reforma y apertura, más de 700 millones de habitantes han salido de la pobreza en el país y la población rural pobre se ha reducido a 30,46 millones, según cifras de finales de 2017, cuando el índice de la pobreza había bajado hasta el 3,1 %. Desde el XVIII Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh) en 2012, el Comité Central se ha concentrado en la liberación de la pobreza como meta mínima para la construcción integral de una sociedad modestamente acomodada, incluyéndola en las disposiciones general y estratégica nacionales y poniéndola en un lugar importante en lo que respecta a la gobernación del país, lo que le ha dado un impulso sin precedentes. Durante estos cinco años se han conseguido los mejores resultados en la historia de la humanidad en materia de disminución de la pobreza. Hasta finales de 2012, en China 98,99 millones de habitantes vivían bajo el criterio vigente de pobreza, cifra que se redujo a finales de 2017 a 30,46 millones, es decir, durante ese lustro, más de 66 millones de habitantes dejaron de ser pobres. En 2016, 28 distritos fueron liberados de la pobreza y en 2017, otros 100. Con la mejora evidente de la infraestructura y las garantías en los servicios públicos básicos, se ha logrado superar la pobreza con notables avances innovadores en zonas enteras.

El Gobierno chino presta mucha atención a los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU y a la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible. Según el criterio de pobreza mundial de 1,9 dólares diarios, de 1981 a 2013, 850 millones de personas salieron de la pobreza extrema en China, lo que significa que el porcentaje ha bajado de 88 a 1,85 %. La contribución del país a la reducción de la pobreza mundial ha sobrepasado el 70 %. China es el primer país que ha cumplido con los Objetivos de Desarrollo del Milenio de la ONU y ha aportado sus conocimientos y su plan para encontrar soluciones a este flagelo global.

El plan chino, basado en las circunstancias del país, ha acumulado experiencias prácticas en la lucha contra la pobreza. Sus éxitos no solo lo validan, sino que también ofrecen otras alternativas a los países que deseen acelerar su desarrollo de manera independiente.

La perseverancia en la reforma y apertura y el continuo crecimiento económico han sido requisitos indispensables de los éxitos chinos en la disminución de la pobreza. Su acelerado crecimiento económico sentó las bases para los resultados actuales. La aplicación de la reforma y apertura, iniciada en 1978, abrió las puertas del rápido desarrollo económico y de la reducción de la pobreza en el país.

El despliegue de las ventajas políticas, con la guía del PCCh y de un sistema socialista con peculiaridades chinas, ha sido una garantía fundamental para que China haya conseguido éxitos en esta lucha. Tanto el Partido como el Gobierno han persistido siempre en tomar la eliminación de la pobreza, la mejora de la vida del pueblo y el alcance de la prosperidad como una exigencia esencial del socialismo y una importante misión histórica del PCCh. Gracias a las innovaciones, el Gobierno central y los territoriales, durante 40 años de esfuerzos, han explorado un camino de reducción de la pobreza con peculiaridades chinas.

Se viene persistiendo en la orientación del Gobierno para elaborar los planes de reducción de la pobreza a largo plazo y fijar, al mismo tiempo, las metas anuales. En distintas fases del proceso, el Gobierno chino ha emitido oportunamente documentos estratégicos importantes de políticas de disminución de la pobreza. En 1993 publicó un plan de reforzamiento de la lucha contra la pobreza, en el que se especificaba que en un periodo de siete años (1994-2000) se debían de resolver las necesidades de vestimenta y alimentos de 80 millones de habitantes pobres. Entre 2001 y 2011 lanzó dos programas decenales exploratorios de ayuda contra la pobreza. En noviembre de 2015, el Comité Central del PCCh y el Consejo de Estado dieron a conocer la decisión de ganar esta batalla y en marzo de 2016 se emitió el esquema del XIII Plan Quinquenal, en el que se adoptó una disposición estratégica integral en esta materia.

Se viene perseverando en actuar afinadamente en la prestación de ayuda contra la pobreza y en la liberación de la misma, aplicando políticas según las circunstancias de cada persona y cada lugar, con vistas a aumentar su eficacia en más de 20 provincias. Se ayuda a las familias pobres conforme a su clasificación: a quienes tengan capacidad laboral, se les apoya en el desarrollo de ramas productivas con características propias o en el desplazamiento a otra ocupación; a las personas cuya tierra no sean capaces de sustentarlas, se les ayuda mediante su traslado a lugares más convenientes para su manutención; a las que residen en lugares ecológicamente muy importantes pero vulnerables, se les presta ayuda por medio de la protección ecológica; a las incapacitadas para el trabajo, se les aplican políticas destinadas a garantizar el cumplimiento de las exigencias mínimas; y a quienes hayan caído en la pobreza a causa de una enfermedad, se les garantiza la asistencia médica.

En ese sentido, se presta atención al papel del mercado en la lucha, en el despliegue de la disposición de los recursos y en la captación de capital que energizará el proceso. En los últimos años, el Gobierno chino ha lanzado varios modelos de ayuda contra la pobreza como el turístico, el de comercio electrónico, el de instalación de placas fotovoltaicas, entre otros. De esa forma, la fuerza del mercado ha transformado en capitales los recursos de las familias necesitadas, y estas se han vuelto los actores principales de la economía de mercado.

Ganar resueltamente la batalla de la liberación de la pobreza fue una de las tres propuestas del XIX Congreso Nacional del PCCh. Su informe indica que en los últimos cinco años, esa batalla obtuvo progresos decisivos: más de 60 millones de pobres dejaron de serlo y la incidencia de la pobreza disminuyó de un 10,2 % en 2012 a menos de un 4 %. Durante esa lucha se han acumulado valiosas experiencias: el mantenimiento de la dirección del Partido, la estrategia de erradicación eficaz de la pobreza, el aumento de las inversiones y apoyo de capitales, la movilización de toda la sociedad y reunión de sus fuerzas, el disciplinamiento riguroso del Partido, así como el trabajo real y sólido con las masas como cuerpo principal para potenciar su fuerza motriz endógena.

Terminar con la pobreza es la misión común del ser humano. Durante más de 60 años, China ha ofrecido 400.000 millones de yuanes a 166 países y organizaciones internacionales y enviado a más de 600.000 especialistas para labores de ayuda, de los cuales más de 700 sacrificaron sus vidas por el desarrollo de otros países.

En siete ocasiones ha condonado sin condiciones deudas gubernamentales de préstamos libres de intereses a países pobres endeudados, las cuales estaban a punto de vencer. Además, ha proporcionado apoyo a 69 países de Asia, África, Oceanía y América Latina y el Caribe en asistencia médica, y a más de 120 países en vías de desarrollo para que alcancen los Objetivos del Desarrollo del Milenio.

China acelera la construcción global de la Iniciativa de la Franja y la Ruta y espera que los frutos en la lucha contra la pobreza beneficien a más países y pueblos.

*Tan Weiping es subdirector del Centro Internacional de Alivio de la Pobreza de China.