Desde que China empezara su lucha contra la pobreza, el secretario general del Comité Central del Partido Comunista de China (PCCh), Xi Jinping, ha reiterado que el trabajo hacia este objetivo debe ser pragmático y llevarse a cabo debida y sólidamente. Asimismo, sus resultados deben ser auténticos, a fin de que el efecto de esta lucha logre el reconocimiento de las masas y sea capaz de superar las pruebas de las prácticas y la historia.

En el XIX Congreso Nacional del PCCh, celebrado en octubre de 2017, Xi Jinping señaló que en la batalla contra la pobreza se habían alcanzado decisivos progresos y definió el objetivo de lograr una liberación real de la pobreza.

En febrero de este año, el secretario general Xi visitó las zonas pobres de Liangshan, en la provincia de Sichuan, donde realizó una inspección de los trabajos en la lucha contra la pobreza. En la respectiva conferencia celebrada en la capital de Sichuan, Chengdu, Xi Jinping brindó una nueva disposición para el trabajo de los próximos tres años y exigió una alta calidad en la reducción de la pobreza: en los venideros tres años se debe aplicar estrictamente el vigente criterio de asistencia contra la pobreza. Asimismo todas las medidas respectivas deben apuntar bien a los objetivos, enfocarse en los puntos débiles, poner en ejecución medidas específicas y perfeccionar el mecanismo de supervisión. Los trabajos deben concentrarse en las zonas de pobreza extrema y en grupos especiales de pobres para asegurar que ninguna aldea ni ningún aldeano sean pasados por alto.

Las últimas exposiciones de Xi Jinping sobre una erradicación de la pobreza de alta calidad constituyen el principal contenido del “pensamiento de Xi sobre la asistencia contra la pobreza”. Del mismo modo, indican la dirección para acometer lo más duro en la lucha contra la pobreza y materializar esa lucha con alta calidad.

En junio pasado, el Comité Central del PCCh y el Consejo de Estado emitieron una directriz sobre la lucha contra la pobreza, con el fin de perfeccionar su diseño al más alto nivel, diversificar sus políticas y medidas, incentivar los escalones de trabajo y llevar a cabo una liberación de la pobreza de alta calidad. Para eso, se deben lograr “cuatro perseverancias” y “tres cambios”, y perfeccionar “dos sistemas”.

1) Perseverancia en la meta y el estándar de liberación de la pobreza. La meta es materializar la erradicación de la pobreza y de distritos pobres. El estándar trata de garantizar a la población pobre que no se preocupe por comida ni vestido, que los niños de las familias pobres reciban la educación obligatoria de 9 años, y que los habitantes pobres tengan las condiciones básicas para vivir en casas seguras. La perseverancia en la meta y el estándar debe lograrse con todos los medios a nuestro alcance y conforme a nuestras capacidades.

2) Perseverancia en el plan básico de la liberación específica de la pobreza. Debe llevarse a cabo una ayuda dirigida a objetivos específicos, una disposición afinada de los proyectos, un uso específico de capitales y la aplicación de medidas específicas, a fin de conseguir resultados precisos. Mediante el desarrollo productivo, el traslado de residentes necesitados a lugares más convenientes para su manutención, la compensación ecológica, el desarrollo educativo y la garantía social, se vienen aplicando medidas integrales conforme a las circunstancias reales, con el fin de resolver los problemas surgidos durante la asistencia.

3) Perseverancia en la disposición general coordinada por la dirección central, en la asunción de responsabilidades generales por parte de las provincias, y en el cumplimiento de las tareas por parte de los municipios y distritos.

4) Perseverancia en la configuración general de la ayuda contra la pobreza. Profundizar la coordinación de la asistencia entre las zonas del este y oeste y los puntos designados por los organismos del PCCh y los gobiernos de diversas instancias. Así se promoverá la participación en diversos terrenos sociales, lográndose la interacción en esta lucha del Gobierno, del mercado, de la sociedad y de otros sectores, así como el aunamiento de esfuerzos por parte de las fuerzas sociales.

1) Cambiar de “promover integralmente la liberación de la pobreza con atención” a “prestar más atención a las zonas de pobreza profunda”. Los esfuerzos deben estar dirigidos a mejorar las condiciones de desarrollo de las zonas de pobreza extrema, resolver las dificultades especiales de las masas, e incentivar en mayor medida estas políticas en las zonas antes mencionadas.

2) Cambiar de “enfocarse en los avances” a “concentrarse en su calidad”. Debe priorizarse el mejoramiento de la calidad, es decir, prestar más atención al efecto de largo plazo, y estabilizar la base de erradicación de la pobreza y la de prosperidad de la riqueza, a fin de evitar falsos resultados y retornos a la pobreza, y garantizar así que los frutos de esta lucha puedan pasar las pruebas de las prácticas y la historia.

3) Cambiar de tomar como medida principal el “modelo de explotación” al “modelo simultáneo de explotación y protección social”. Al considerar como ruta fundamental el “modelo de explotación” de la asistencia contra la pobreza, conforme a las causas de la pobreza y la estructura de la población pobre, se refortalecerán y perfeccionarán las medidas contra la pobreza bajo el “modelo de protección social”, desplegándose así un efecto integral entre ambos modelos.

1) El perfeccionamiento del sistema de asistencia afinada contra la pobreza. Al discernir quiénes viven realmente en la miseria, se debe seguir mejorando el sistema de archivos o ficheros para asegurar que sean incluidos todos los pobres que correspondan con las condiciones, y se anulen del registro a quienes ya se liberaron de la miseria. Se debe fomentar la compartición de análisis de datos, a fin de ofrecer un soporte a la toma de decisiones y de orientar el trabajo. En cuanto a la aplicación específica de medidas, deben promoverse rigurosamente las políticas conforme a aldeas específicas, familias específicas y pobres específicos. En lo que respecta a la salida del registro de pobreza, se debe valorar tanto el estándar como el proceso respectivo, a fin de asegurar que los resultados superen las pruebas de las prácticas y la historia. Los distritos y aldeas que logren alcanzar los niveles mínimos exigidos deben dejar de ser considerados pobres. En el caso de los distritos, aldeas y población que dejen de ser considerados pobres, debe mantenerse una estabilidad en la política de erradicación de la pobreza.

2) Perfeccionamiento del sistema de evaluación y supervisión. Se deben mejorar los criterios de valoración y examen en lo referente a la salida de la lista de distritos pobres. Desde este 2018, el Comité Central del PCCh, con la coordinación unificada de las provincias, efectuará una evaluación selectiva a los distritos pobres que entreguen su solicitud para salir de la lista; se mejorará el modelo de valoración de la tercera parte, se simplificará el proceso y contenido, y se destacará lo importante y el efecto real. Además, se mejorará el modelo de conversación citada y se cambiará el de conversación citada periódica y liquidación de cuentas por el de conversación citada con normalidad. Se cancelarán tareas e índices de comprobación y aceptación para aliviar la carga de trabajo en los niveles de bases en materia de asistencia contra la pobreza.

Además, a través del mejoramiento de las políticas, el fomento de la educación y la formación, entre otras medidas, se estimulará la fuerza endógena de la población pobre y se fortalecerá la prevención ante el riesgo de no cumplir con las tareas, así como ante los riesgos económicos, sociales y de endeudamiento.

*Huang Chengwei es director del Centro de Difusión y Educación sobre la Ayuda contra la Pobreza de la Oficina del Grupo Dirigente para el Alivio de la Pobreza y el Desarrollo del Consejo de Estado.