27 de septiembre de 2021. El Estanque de los Cinco Colores en la zona panorámica del valle de Jiuzhai.
Ubicado en la provincia de Sichuan, el valle de Jiuzhai (Jiuzhaigou, en chino, que significa “valle de las nueve aldeas”) es el lugar donde nueve pueblos tibetanos han vivido durante generaciones. Se trata de una obra maestra de la naturaleza que abarca una amplia variedad de paisajes, entre imponentes picos nevados, lagos cristalinos, cascadas voladoras y bosques frondosos. Además, ha sido considerado durante mucho tiempo como un lugar de “montañas sagradas y agua bendita” por la gente local tibetana.
Gracias a sus ricos recursos naturales y diversidad de paisajes, el valle de Jiuzhai ha sido galardonado con una serie de títulos distintivos: Patrimonio Natural Mundial, Área Escénica Nacional Clave, Atracción Turística Nacional 5A, Reserva Natural Nacional, Parque Geológico Nacional y miembro de la Reserva Mundial de la Biosfera. Debido a su rica biodiversidad y su abanico de especies exóticas, el valle de Jiuzhai es la primera reserva natural de China cuyo objetivo principal es proteger el paisaje natural.
El parque alberga 122 especies de vertebrados terrestres, incluidos 21 mamíferos, 93 aves, cuatro reptiles y cuatro anfibios. Sirve, además, como hábitat para un grupo de animales protegidos por el Estado de primer nivel, como el panda gigante, el mono dorado de nariz chata, el leopardo, el ciervo de Thorold, el gran kudú y el monal chino. La reserva tiene una cobertura forestal de más del 80 % y 74 tipos de plantas raras bajo protección nacional. En la zona también se pueden encontrar ingredientes para valiosas medicinas chinas, como el hongo de la oruga, el loto de las nieves, líquenes, la fritillaria amarilla del Himalaya y la gastrodia elata.
Además, el valle también presenta una variedad de características geológicas, como lagos calcificados, barrancos, cascadas, y ecosistemas kársticos y forestales, lo que le convierte en un lugar idóneo para la investigación científica. Su singular ubicación geográfica ha dado origen a una diversidad de paisajes únicos. Situado a unos 400 kilómetros al sur de Chengdu, la capital de la provincia de Sichuan, el valle de Jiuzhai se encuentra en la cordillera septentrional de los montes Minshan, y su altitud varía entre los 2000 y los 4500 msnm. Los picos del centro y el norte tienen una elevación media superior a los 4000 metros, mientras que el punto más bajo es de 2000 metros en el sur. Con los ramales del río Yangtsé que atraviesan las montañas, el valle de Jiuzhai tiene valles profundos y varias masas de agua esparcidas. En la actualidad, la zona abierta a los turistas se compone de tres grandes valles que forman una “Y” con una longitud total de unos 60 kilómetros.
25 de abril de 2022. Zhongchagou, una típica aldea tibetana en el poblado de Zhangzha, distrito de Jiuzhaigou.
Lago de las Cinco Flores
A menudo se dice que “una vez que se visita el valle de Jiuzhai, ya no es necesario ir a otros lagos”, ya que el paisaje acuático de ensueño aquí es como ningún otro. Entre los 114 lagos del valle, el lago de las Cinco Flores es uno de los más famosos y hermosos por su variada paleta de colores.
El lago de las Cinco Flores se encuentra a 2462 msnm, tiene 450 metros de largo, 313 metros de ancho y nueve de profundidad. Su origen se debe a deslizamientos de tierra y lodo que bloquearon el valle glaciar original. La calcificación del fondo del lago y la distribución de varias algas y plantas acuáticas crean manchas de sombra en el lago. Desde la plataforma de observación, el lago cristalino presenta una variedad de tonos, desde el turquesa y el verde lima hasta el azul marino y el amarillo dorado, dando lugar a un mosaico de colores dispuestos de la manera más impresionante.
El lago es un regalo de la naturaleza cuyo colorido y belleza es imposible replicar de manera artificial, y donde no se puede dejar de sentir que se trata de una tierra mágica y un paraíso de colores. En otoño, los árboles a las orillas del lago adoptan tonos rojos, amarillos y verdes y, junto con los colores del lago, son un fascinante espectáculo natural. Muchos fotógrafos de todo el país llegan precisamente en esta época del año para capturar la magia del lugar a través de su lente.
6 de noviembre de 2018. Hermoso paisaje de la cascada Norilang.
Lago Largo
Con un diámetro de 4350 metros, el lago Largo, el más grande, profundo y a mayor altitud dentro del valle de Jiuzhai, es otro de los lugares imprescindibles que no se puede dejar de visitar.
Rodeado de frondosos bosques, el color del agua es azul verdoso y los picos circundantes están cubiertos de nieve durante todo el año. Desde la plataforma de observación, los turistas pueden disfrutar de una vista panorámica del lago en forma de “S” con el cielo azul y las nubes blancas que se entremezclan con los picos nevados como telón de fondo. Tras caminar por la pasarela de madera hasta la orilla del lago, los turistas pueden contemplar su grandeza y el paisaje circundante de cerca.
El agua de los deshielos que baja desde las montañas es la que alimenta el lago Largo. Un hecho interesante es que, pese a que el lago no cuenta con ningún tipo de desembocadura, el agua no se desborda ni en verano ni en otoño durante la temporada de lluvias, ni tampoco se seca durante la larga sequía en invierno y primavera. Por esta razón, los habitantes locales señalan que se trata de un cuerpo de agua bendito. En invierno, la capa de hielo del lago puede alcanzar un grosor de hasta 60 centímetros, por lo que es un lugar ideal para los deportes de hielo.
Otro lago igualmente famoso es el Estanque de los Cinco Colores, que se encuentra a apenas un kilómetro del lago Largo. Es considerado una de las joyas del valle de Jiuzhai y quienes lo visitan quedan asombrados ante su claridad y variedad de colores. Escondido en lo profundo del valle, el Estanque de los Cinco Colores se encuentra a 3010 msnm y tiene aproximadamente 100 metros de largo, 60 de ancho y 6,6 de profundidad. En comparación con otros lagos en el valle, es bastante pequeño, pero su miríada de colores lo pone a la par con el lago de las Cinco Flores.
El Estanque de Cinco Colores es tan transparente que incluso se pueden ver las piedras en el fondo, así como algas, helechos y otras plantas acuáticas. Estos contienen diferentes tonos de clorofila, lo que da lugar a diversos colores en el agua, que tiene un alto contenido de carbonato de calcio. Debido a la diferencia de color entre el sedimento en el fondo y las plantas acuáticas, la superficie del lago, que originalmente era de color azul, ha adoptado muchos tonos. Hay algunas partes en las que el agua es de color azul oscuro, y otras de un verde claro, amarillo rojizo y hasta azul rosado, lo cual es todo un espectáculo para la vista.
Lo que es más sorprendente es el hecho de que el agua no se congela incluso en invierno. Además, a pesar del cambio de estaciones y los periodos húmedos y secos, el nivel del agua nunca parece bajar. Esto se debe a su fuente subterránea, lo que hace que el agua se mantenga a temperatura normal y que su suministro sea constante a lo largo de todo el año.
6 de noviembre de 2019. El oso panda Tiantian descansa en un árbol en el parque de pandas Jiawuhai en el valle de Jiuzhai. Fotos de Xinhua
Cascada Norilang
La cascada Norilang se encuentra a 2343 msnm y mide 24,5 metros de altura y 320 metros de ancho. Es, por lejos, la cascada cubierta de travertino más ancha en China. Norilang significa “dios masculino” en tibetano, así como “grande y alto” en el idioma local. Desde el mirador sobre el acantilado junto a la carretera principal, los turistas pueden gozar de una vista panorámica del descenso de agua.
En invierno, la cascada se asemeja a un enorme manto de hielo, con innumerables carámbanos que cuelgan de los acantilados, lo que le da el aspecto de un mundo de hielo encantado. A la luz del sol, el hielo se tiñe de azul, que es otro de los espectáculos naturales que le ha dado fama al valle de Jiuzhai. El hielo emite un brillo azulado cuando la luz se dispersa en partículas de hielo de diferentes densidades, que es la misma razón por la que el cielo y el mar son azules. Esto atrae a muchos turistas en invierno deseosos de ver el hielo azul a pesar del frío.
Cultura y tradiciones locales
El valle de Jiuzhai recibe su nombre de las nueve aldeas tibetanas que lo habitan. La aldea de Shuzheng es una de aquellas abiertas al turismo, donde los habitantes locales invitan a todos los visitantes a que se acerquen para conocer su cultura.
En la aldea, los visitantes pueden apreciar la arquitectura tradicional tibetana, además de las decoraciones en puertas y ventanas, y la vestimenta de la gente. Asimismo, hay residencias donde se puede tener una experiencia en primera persona de la vida y cultura de esta etnia probándose ropa autóctona, degustando comida local y bailando con los tibetanos locales.
En el interior de las casas, decoradas de forma tradicional, las paredes están adornadas con artesanías y utensilios locales, mientras las mesas están repletas de licor de cebada y especialidades locales. Los anfitriones, vestidos con trajes tibetanos, presentan su historia y tradiciones étnicas, mientras los visitantes se sientan en la alfombra a escuchar y degustar té de mantequilla y otros alimentos. Asimismo, hay canciones y bailes tradicionales en los que los visitantes también pueden participar.
La aldea, que está frente a una montaña sagrada de 4200 metros de altura, tiene nueve pagodas blancas construidas en su interior, que representan la unidad, la paz y la felicidad de las nueve aldeas tibetanas originales. Con las coloridas serpentinas de los sutra ondeando al viento, las sagradas pagodas blancas yacen en silencio a la luz del sol.
El cielo azul, el sol brillante, el aire fresco y las antiguas aldeas dan forma a una hermosa composición de gran armonía. El color y nitidez del lago, frente a los bosques, las montañas nevadas y las viviendas antiguas, imprimen de magia al lugar y proporcionan una experiencia inolvidable para quienes tienen la suerte de visitarlo.