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Una canción de esperanza para la etnia wa

Source:China Hoy Author:MA LI
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Hemos iniciado una nueva etapa y llevamos una vida cómoda en una nueva casa. Los niños pueden ir a la escuela y la gente tiene cosas que hacer. Las personas de la etnia wa cantan temas acerca de la felicidad y hay cada vez más oportunidades de cara al futuro”, señala Wei Jinlong, delegado de la XIII Asamblea Popular Nacional, miembro de la Comisión Permanente del Comité del Partido Comunista de China (PCCh) del distrito de Ximeng y encargado de los trabajos judiciales.

 

Wei, de 43 años, proviene del distrito autónomo de la etnia wa de Ximeng, en la provincia de Yunnan. Durante muchos años ha estado trabajando en la primera línea de la lucha contra la pobreza en el condado, por lo que ha sido testigo de los cambios en las condiciones de vida de sus habitantes.

Un hombre produce miel ecológica en una granja en las montañas. Gracias a este tipo de actividades, sus ingresos, así como los de muchas personas de la etnia wa, han aumentado considerablemente.

 

“La pobreza es un dolor en el alma”

 

La etnia wa, conformada por unas 430.000 personas que viven principalmente en los distritos autónomos de Ximeng y Cangyuan, en Yunnan, pasó directamente de una sociedad primitiva a una socialista. “Cada pueblo toca los tambores y entona nuevas canciones”, dice la letra del tema La nueva canción del pueblo wa, que en la década de 1960 expresaba, precisamente, la alegría que todos ellos sentían ante una nueva vida que se avecinaba.

 

“Todos conocemos esa canción, la cual resume nuestros anhelos de una mejor vida, ya que no es fácil cuando te falta ropa o comida”, señala Wei Jinlong. De hecho, cuando Wei era niño, lo normal era no tener suficiente comida o incluso pasar frío. La carne estaba reservada únicamente para el Año Nuevo. Aun así, Wei pudo terminar la escuela secundaria e inscribirse en el ejército, donde pasó cinco años, para luego regresar a su pueblo a trabajar.

 

En 2003, cuando comenzaba a trabajar en la administración distrital de asuntos civiles, Wei Jinlong visitó la aldea de Longkan, en el poblado de Wengake, donde conoció a una niña enferma cuyos padres no tenían suficiente dinero para pagar un tratamiento. Su situación le conmovió profundamente.

 

“La familia realmente no podía pagar el tratamiento. En ese entonces, no estaba masificada la asistencia médica cooperativa en el campo, por lo que muchos no tenían acceso a la salud. La gente temía enfermarse y no poder pagar los costos médicos, de tal forma que muchas personas mayores simplemente se quedaban en casa aguardando la muerte. Aquellos que han pasado por esto pueden entender que la pobreza es un verdadero dolor en el alma”, manifiesta.

 

Gracias a la ayuda recibida, aquella niña pudo ser llevada a un hospital y recibir un tratamiento oportuno. Sin embargo, debido al aislamiento, la precariedad del transporte y la falta de educación, salir de la pobreza es muchas veces un obstáculo casi insalvable.

 

Un cambio de mentalidad

 

Yangua, de 25 años, es subdirector de la aldea de Galou, en el poblado de Zhongke. Gracias al archivo de datos, se tiene documentada la situación de la población, que durante muchos años tuvo que afrontar una precariedad económica y una falta de desarrollo cultural y tecnológico. “Cuando éramos jóvenes también sufrimos la pobreza, al igual que Yangua”, dice Wei Jinlong. “Nuestros antepasados vivían de ese modo en las montañas y la pobreza intergeneracional se volvió un círculo vicioso”. Las causas de la pobreza son diversas, por lo que es necesario evaluar con precisión y aplicar políticas según las circunstancias de cada hogar.

 

Tras un entendimiento cabal de la situación que atravesaba Yangua, el gobierno local decidió capacitarlo en ciertas labores agrícolas, junto con su esposa. “Gracias a la instrucción ofrecida por el departamento de tecnología agrícola, ambos comenzaron a plantar guisantes, jengibre, nueces, entre otros cultivos”, recuerda Wei. “Sus ingresos ascendieron a 65.000 yuanes al año en 2017, permitiéndoles superar la pobreza”. Yangua, quien también es albañil, se ha convertido en un líder en la lucha contra la pobreza y ahora vive con su familia en una casa nueva.

 

De los 375 hogares de la aldea de Yongbuluo, en el poblado de Zhongke, 179 estaban considerados como población pobre. “En 2008 era una aldea en donde apenas se cultivaba arroz y maíz, o esporádicamente fructus amomi y colza. Aquel año, el ingreso neto per cápita de toda la aldea superó apenas los 1100 yuanes, lo cual revelaba un profundo grado de pobreza ligado principalmente a la falta de industrialización”, explica Wei Jinlong, quien desde 2006 se ha enfocado en que el pequeño poblado de Zhongke, ubicado en medio de las montañas, supere esta difícil situación.

 

“La industrialización es uno de los principales vehículos para salir de la pobreza, según los lineamientos trazados por el Gobierno central especialmente en los últimos años. Hemos introducido la apicultura y una serie de proyectos de cooperación con algunas compañías para el cultivo de legumbres, guisantes, ajíes y brotes de soja. Hemos construido así una base sólida para el desarrollo industrial y hemos consolidado buenos resultados en la lucha contra la miseria”, agrega Wei.

 

Wei Jinlong (izq.) inspecciona un arrozal, tras una serie de avances científicos en el campo de la agricultura.

 

Zhapo es un ejemplo del esfuerzo de superación. Nacido en 1975, su familia vivía en la pobreza en la aldea de Yongbuluo. “No le gustaba trabajar y era perezoso. Tenía en mente depender siempre del subsidio del Estado y no ganarse la vida a través del esfuerzo”, recuerda Wei.

 

Sin embargo, gracias una serie de visitas domiciliarias y a una instrucción recibida, la situación de la familia de Zhapo fue mejorando, sobre todo cuando él comenzó a cultivar. “En 2018, el ingreso anual de la familia aumentó en más de 40.000 yuanes y el ingreso neto de cada uno de sus miembros superó los 14.000 yuanes”, detalla Wei. “Su casa era ya de 80 m2 y, además, tenían una televisión, un sofá, una lavadora y otros muebles”. Zhapo dejó el desgano de lado y, mediante su trabajo, pudo cambiar su realidad. Por ello, el rol que pueden tener ciertas personas dentro de una comunidad es clave para conducir a otros a salir de la pobreza. El cambio de mentalidad se ha convertido, de esta forma, en una herramienta fundamental para alcanzar el progreso.

 

En 2015, el distrito de Ximeng inició un proyecto de transformación de viviendas, con el fin de acondicionarlas para resistir terremotos. Un total de 14.739 personas se vieron beneficiadas, lo que derivó en que todas ellas se trasladaran a viviendas más modernas, amplias y luminosas.

 

“Casi todo el poblado de Zhongke se encuentra en una zona montañosa, mientras que los bosques cubren el 69,59 % de la superficie”, precisa Wei. La población local está dividida en 5 aldeas y 50 grupos, 45 de los cuales pertenecen a la etnia wa. En los últimos años se han puesto en marcha varios programas impulsados por el Gobierno y enfocados en la apicultura y el sembrado de caucho, caña de azúcar, nueces, entre otros cultivos de alto rendimiento. “Sus residentes no solo han logrado una vida más cómoda, sino que tienen también un ingreso estable. El ingreso disponible per cápita al año ha ascendido a 8000 yuanes”, dice Wei Jinlong.

 

El 30 de abril de 2019, el Comité del PCCh de Yunnan y el gobierno provincial anunciaron que los distritos de Ximeng y Cangyuan habían superado oficialmente el umbral de la pobreza. “La gente ha comenzado una nueva etapa, en la que la etnia wa podrá entonar nuevas canciones”.

 

Un largo camino hacia la revitalización rural

 

En el Informe sobre la Labor del Gobierno de este año, el primer ministro Li Keqiang planteó la necesidad de continuar el proyecto conjunto entre la lucha contra la pobreza y la revitalización rural, sin escatimar ningún tipo de esfuerzo, a fin de que la gente logre efectivamente alcanzar una vida más próspera. “Esto es un estímulo para nuestro trabajo a futuro. La superación de la pobreza no es el fin, sino el punto de partida, y todavía tenemos mucho trabajo por delante”, recalca Wei.

 

Por otro lado, Wei enfatiza que, ante la pandemia de COVID-19, el sistema de salud y prevención ha cobrado una importancia especial en las zonas fronterizas más pobres. En vista de que Ximeng y otros distritos vecinos se encuentran en los confines de la provincia de Yunnan, la red de transporte no está aún plenamente desarrollada, lo cual afecta el flujo de personas, la logística y el traslado de mercancías y, por consiguiente, va también en detrimento de la revitalización rural y el desarrollo económico. Por ello, en las sesiones de este año de la Asamblea Popular Nacional y del Comité Nacional de la Conferencia Consultiva Política del Pueblo Chino se hicieron dos recomendaciones puntuales: (1) la recomendación para apoyar la construcción del sistema de prevención y control de enfermedades en los distritos fronterizos, y (2) la recomendación para acelerar la construcción de la autopista fronteriza Ruimeng. Con estas medidas se espera atraer la atención tanto del Estado como de los departamentos competentes, a fin de que la población pueda sentirse más segura.

 

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Editor: Wu Wen Da-->

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