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La ecología contribuye a la lucha contra la pobreza

Source:China Hoy Author:MA LI
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Durante el Día de la Claridad Pura (una importante celebración tradicional china), las hojas de té de la primera temporada primaveral del año son recolectadas por cientos de trabajadores en una plantación orgánica de 280 hectáreas, ubicada en la aldea de Chisadi, en la prefectura autónoma de la etnia lisu de Nujiang, provincia de Yunnan.

 

La familia de Deng Ashe, de 76 años, tiene una plantación de 0,53 hectáreas de té listo para ser recolectado. Para no atrasarse, sus hijos y nietos también participan en las faenas agrícolas. “No nos ha afectado tanto la pandemia, pues los productos de té y las nuevas hojas de este año todavía se pueden vender a un buen precio”, señala Deng Ashe. Muchos comerciantes han hecho ya numerosos pedidos de té y, al igual que para Deng Ashe y su familia, el cultivo y la venta de este producto se ha convertido en una fuente primordial de ingresos para los residentes locales.

 

En los últimos años, la prefectura autónoma de la etnia lisu de Nujiang ha acelerado la puesta en marcha de un sistema de ecología verde basado en los recursos montañosos locales. “El establecimiento de una base sólida para la protección ecológica ha generado verdaderos beneficios económicos para los residentes del pueblo. Con ello, el camino para la erradicación de la pobreza ha avanzado considerablemente”, manifiesta Li Wenhui, gobernador de la referida prefectura autónoma.

 

La etnia dulong presta más atención a la educación y al desarrollo de los niños después de liberarse de la pobreza.

 

El apoyo de un buen entorno ecológico

 

Mi Bosi, un residente de la aldea de Sanhe, en la prefectura autónoma de la etnia lisu de Nujiang, se gana la vida gracias al entorno ecológico que lo rodea.

 

Debido al buen manejo y control de la pandemia de COVID-19 en el país, a partir de abril han ido llegando cada vez más viajeros al estanque para aves de la familia de Mi Bosi. “Al día podemos llegar a recibir cinco o seis grupos de visitantes, a quienes ofrecemos comida y alojamiento, lo cual ha incrementado significativamente nuestros ingresos”, dice Mi. En los últimos años, el lugar se ha convertido en un santuario para diversas especies de aves debido a la mayor protección que se le ha concedido al medio ambiente y, por ello, es también un sitio idóneo para que las personas puedan tomarse fotografías o hacer videos.

 

“El medio ambiente está mejorando continuamente, lo cual hace que también aumente el número de aves. Esta es una forma de garantizar nuestros ingresos, por lo que es esencial cuidarlas”, señala Mi.

 

En esa misma línea, el caoguo (Lanxangia tsaoko), conocido también como el “fruto para hacerse rico”, ha traído importantes beneficios ecológicos y económicos. “El caoguo es nuestro fruto para hacernos ricos. Los ingresos de quienes se dedican al cultivo del caoguo son significativamente mayores que los de los trabajadores migrantes que se van de su pueblo natal”, explica Kong Zhongyi, director del comité del Partido Comunista de China (PCCh) de la aldea de Bingfeng.

 

A la vez que ha embellecido el cañón del río Nujiang, el cultivo de 72.000 hectáreas de caoguo, 133.333 hectáreas de nueces y 20.000 hectáreas de árboles de laca ha servido también para mejorar las condiciones de vida de los habitantes del pueblo a ambos lados del río. “El valle del río Nujiang se ha convertido en una suerte de banco ecológico del pueblo”, asegura Yang Yuhua, secretario del comité del PCCh del cantón de Puladi.

 

Según Yang, la plantación de árboles frutales en las montañas ha tenido un gran impacto para la prefectura de Nujiang, donde solía haber una escasez de tierras cultivables y de ingresos. Junto con la protección del medio ambiente y el desarrollo de una economía ecológica, el modo de vida de sus habitantes también ha cambiado considerablemente, y ha pasado de la agricultura como única forma de subsistencia a contar ahora con un amplio abanico de actividades ligadas al transporte, el turismo, el comercio y la industria ecológica. “La protección del medio ambiente es la base y la economía ecológica es uno de sus beneficios”.

 

Más de 73.000 hectáreas de caoguo han sido plantadas en la prefectura autónoma de la etnia lisu de Nujiang, convirtiéndose en la principal zona para este tipo de cultivo en China. “En 2019, el volumen de producción de caoguo fue de 20.000 toneladas, valorizado en más de 200 millones de yuanes (28,2 millones de dólares), lo que ayudó a 40.000 personas a salir de la pobreza”, manifiesta el gobernador Li Wenhui.
Una buena cosecha de caoguo para la población de Nujiang.

 

 

Dividendos ecológicos del turismo rural

 

Gao Jianling, un residente de la aldea de Bapo, en el cantón de Dulongjiang, en la prefectura autónoma de la etnia lisu de Nujiang, también se ha visto beneficiado por estos dividendos ecológicos al ser administrador de una posada rural.

 

Aproximadamente el 90 % de la población de Dulongjiang pertenece a la etnia dulong, que a fines de 2018 se liberó por completo de la pobreza. Debido a la gran altura en la que se encuentra, la aldea solía permanecer bloqueada por la nieve durante más de seis meses al año y quedarse aislada casi por completo del resto del país. Con la ayuda de gobiernos de diferentes niveles, en noviembre de 2015 se completó el túnel de Gaoligongshan, como parte de la autopista de Dulongjiang, lo que permitió que tanto la aldea de Dulongjiang como otras localidades habitadas por la etnia dulong se despidieran del aislamiento.

 

Asimismo, las mejoras en las vías de acceso y en la belleza del entorno han atraído a muchos viajeros. “Muchos son seducidos por este paraje natural aislado”, señala Gao Jianling, quien, gracias a su olfato comercial, descubrió una atractiva oportunidad de negocios. Gao compró un terreno donde abrió una posada con la que ha podido multiplicar sus ingresos.

 

El valle del río Dulong cuenta con un paisaje natural único y un rico legado cultural. Sin embargo, la gente seguía sumida en la pobreza pese a los abundantes recursos naturales. Por ello, el gobierno local se ha esforzado en desarrollar el ecoturismo rural, acelerar la construcción de un poblado turístico de encanto local y establecer una zona paisajística de categoría 5A. Gracias a ello y a los ambiciosos proyectos de infraestructura que se han llevado a cabo, como la carretera de Nujiang, el ecoturismo en Dulongjiang está hoy en su mejor momento.

 

“Las hermosas montañas, el agua cristalina y el aire fresco hacen que los turistas no se quieran ir”, dice Gao Jianling, cuya posada tuvo una ganancia neta de casi 20.000 yuanes (unos 2857 dólares) en octubre del año pasado, tras esta serie de mejoras.

 

Según indica Zhang Jun, subdirector del departamento de difusión del comité del PCCh del distrito de Gongshan, en este último tiempo el valle de Dulongjiang se ha abocado al desarrollo del ecoturismo agrícola a través del establecimiento de aldeas tradicionales, el fomento de la gastronomía y la organización de muestras folclóricas. Asimismo, ha sacado provecho de los recursos forestales para proyectos de ecoturismo como expediciones científicas y cabalgatas, lo que ha ayudado eficazmente a la erradicación de la pobreza.

 

El gobernador Li Wenhui detalla que gracias a la protección del medio ambiente y al desarrollo de la economía ecológica, a finales de 2019, 126 aldeas de la prefectura autónoma de la etnia lisu de Nujiang lograron liberarse de la pobreza, lo cual equivale a más de 100.000 personas. “La creación de una sociedad modestamente acomodada es un objetivo que ciertamente se alcanzará junto con el resto del país”, asegura.

 

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Editor: Wu Wen Da-->

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