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El significado del desarrollo económico chino

Source:China Hoy Author:CAI FANG*
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En estos 70 años desde la fundación de la República Popular China, el país que anteriormente estaba sumido en la pobreza hoy se ha convertido en la segunda economía del mundo, lo cual no solo ha beneficiado a su población, sino que también ha sido un aporte notable a la economía mundial.

 

La importancia de la experiencia china

 

A partir de 1949, la economía china entró en un camino de desarrollo independiente. Sobre la base de la construcción económica de los primeros 30 años, la política de reforma y apertura de las últimas cuatro décadas ha eliminado progresivamente las desventajas institucionales de la economía planificada, ha establecido un mecanismo de estimulación eficaz en el contexto de una economía de mercado y ha promovido la reasignación de recursos. De esta manera, China creó un milagro de desarrollo sin precedentes y ha contribuido notoriamente al desarrollo de la economía mundial.

 

La fundación de la República Popular China transformó la sociedad semicolonial y semifeudal en un país independiente. Antes de aplicar la política de reforma y apertura a finales de la década de 1970, la economía china ya se había recuperado de los años de guerras y se había reducido en gran medida la tasa de mortalidad. La población china había dejado atrás aquella primera etapa, de altas tasas de natalidad y mortalidad y baja tasa de crecimiento natural, y había entrado en una segunda etapa caracterizada por la alta tasa de natalidad, la baja tasa de mortalidad y la alta tasa de crecimiento natural. Fue un proceso necesario para obtener dividendos demográficos en la transición hacia una tercera etapa, que destacó por la baja tasa de natalidad, la baja tasa de mortalidad y la baja tasa de crecimiento natural después de la aplicación de la reforma y apertura.

 

El completo sistema industrial que se estableció en los primeros 30 años de la República Popular China sentó una sólida base para ajustar la estructura industrial y volver a hacer eficiente la asignación de recursos durante la reforma y apertura. Después de 1949, el Gobierno aplicó una estrategia de industrialización que dio prioridad al desarrollo de la industria pesada, porque el cuello de botella en el desarrollo, causado por el bloqueo de los países occidentales, solo se iba a romper mediante dicha estrategia. Sin embargo, fue inevitable que en los primeros 30 años la economía china se quedara a la zaga del resto del mundo.

 

De hecho, el alcance de la globalización de aquel entonces estaba muy limitado por la división del sistema económico mundial, causada por la Guerra Fría. Después de la década de 1990, las economías emergentes y muchos países que transformaron su economía planificada empezaron a aplicar una política de apertura y a participar activamente en la nueva globalización económica, lo cual eliminó la división y cambió radicalmente la disposición económica mundial. China ha sido un participante activo y también beneficiario de la nueva globalización económica, y ha logrado alcanzar a los países desarrollados en los últimos 40 años.

 

En este siglo XXI, la economía china ha ido ejerciendo cada vez una mayor influencia sobre la economía mundial debido a su alto crecimiento y a la ampliación de sus dimensiones. Además de sus productos de exportación, su experiencia exitosa en la política de reforma y apertura, su concepto de promoción del desarrollo y su voz durante la elaboración de normas son bienes públicos que siguen contribuyendo a la economía mundial. China no busca la hegemonía de la economía mundial ni exporta su propio modelo de desarrollo. Sin embargo, al ser la segunda economía del mundo, el mayor país industrial, el mayor país comerciante de mercancías y el país con la mayor reserva de divisas, se ve obligada a dar a conocer las demandas de los países en desarrollo, sobre todo, de las economías emergentes, en cuanto a las normas de la economía y el comercio internacionales; y tiene, asimismo, el deber de liderar la transformación de la gobernanza global.

 

14 de septiembre de 2019. Mucha gente concurre al distrito financiero de Jiefangbei, en Chongqing, un día después de la Fiesta del Medio Otoño.

 

Motor y estabilizador de la economía mundial

 

De acuerdo con las estadísticas del Banco Mundial expresadas en dólares a precios constantes de 2010, el PIB chino en 1978 se situó en el 14.o lugar del mundo, representando el 1,1 % de la economía mundial y el 4,6 % de la economía estadounidense. En 1990 subió hasta el décimo lugar y suponía el 2,2 % y el 9,2 % de las economías mundial y estadounidense, respectivamente. En 2000 ocupó el quinto lugar, representando el 4,5 % y el 17,6 %, respectivamente. En 2010, China se convirtió en la segunda economía del mundo y su PIB suponía ya el 9,2 % de la economía mundial y el 40,8 % de la economía estadounidense. En 2017, el PIB chino alcanzó los 10,2 billones de dólares, representando casi el 12,7 % y el 58,7 % de las economías mundial y estadounidense, respectivamente.

 

Con el incremento constante del PIB, la economía china se ha vuelto cada día más importante y ha sido un enorme aporte al crecimiento de la economía mundial. A partir de 1990, la economía china ha contribuido más del 10 % a la economía mundial. Después del estallido de la crisis financiera internacional en 2008, la tasa siempre se ha mantenido cerca del 30 %. El crecimiento estable del PIB chino hace cada vez más notorio el papel que desempeña la economía china como estabilizador de la economía mundial.

 

El desarrollo de las economías emergentes y de otros países en desarrollo hace realidad la convergencia de la economía mundial. Entre 1978 y 2017, la proporción de los países de ingresos bajo y mediano en el PIB mundial subió del 21,3 % al 35,3 %, mientras que la proporción china en el PIB total de los países de ingresos bajo y mediano aumentó del 5,3 % al 36 %. Durante el mismo periodo, el PIB total a precios constantes de los países de ingresos bajo y mediano se cuadruplicó, a lo cual China contribuyó en alrededor del 43,6 %.

 

Como consecuencia de la convergencia de la economía global, el ingreso per cápita de los países en desarrollo se ha incrementado en gran medida, mientras que la población en extrema pobreza y la tasa de incidencia de la pobreza se han reducido a un ritmo sin precedentes. El desarrollo que trajo consigo la política de reforma y apertura ha aumentado los ingresos en las zonas urbanas y rurales y ha eliminado significativamente la pobreza, lo cual ha sido un enorme aporte a la lucha contra la pobreza a escala mundial. Según estadísticas del Banco Mundial, entre 1981 y 2015, la población en extrema pobreza disminuyó en 1140 millones de personas, con una tasa de reducción de más del 60 %, a lo cual China contribuyó en alrededor del 76,2 %.
27 de agosto de 2019. Se inaugura en Guangzhou la Conferencia Nacional de Internet Industrial: Conferencia de la Economía Digital de la Gran Bahía Guangzhou-Hong Kong-Macao. Fotos de VCG

 

 

Leyes generales extraídas de la experiencia china

 

Antes de aplicar la reforma y apertura, China no tenía contactos con los países occidentales ni con organizaciones internacionales, por lo que en un entorno independiente exploró su propio camino de desarrollo. Con la reforma y apertura, China empezó a participar en el comercio internacional, permitir la llegada de inversiones extranjeras y salir al exterior, así como a establecer relaciones de cooperación con instituciones internacionales como el Banco Mundial. A pesar de ello, desde el inicio de la reforma, China no ha copiado al pie de la letra ningún modelo, camino ni consenso existentes, sino que ha buscado desarrollar las fuerzas productivas, fortalecer el Poder Nacional Integral y mejorar la vida del pueblo, ha persistido en llevar a cabo una reforma progresiva y ha perseverado en la idea de reforma, desarrollo y compartimiento.

 

Un repaso del proceso de la reforma y apertura nos permite resumir los pasos que han permitido alcanzar a los países desarrollados.

 

En primer lugar, fue necesario iniciar un mecanismo de estimulación. Debido a la estrategia de priorización de la industria pesada, China llevó a cabo un sistema de compra y venta unificadas de productos agrícolas para bajar su precio. Con miras a consolidar los factores de producción agrícola, surgieron el sistema de la comuna popular y el sistema del hukou (registro de empadronamiento). Tales sistemas distorsionaron la asignación de recursos y causaron una baja eficiencia y un déficit de estimulación en la producción agrícola.

 

El sistema de responsabilidad en la producción mediante contrato familiar se difundió en todo el país después de la III Sesión Plenaria del XI Comité Central del Partido Comunista de China, que sentó la base ideológica y creó un ambiente político para la reforma. La labor, el rendimiento y los ingresos estuvieron relacionados directamente, y se subió simultáneamente el precio de la compra de productos agrícolas, lo cual activó el sistema de estimulación. En poco tiempo se aumentó la producción agrícola, se redujo en gran medida la tasa de incidencia de la pobreza y se incrementó el suministro de productos agrícolas.

 

En segundo lugar, fue importante desplegar el ajuste estructural de la reasignación de recursos. Mientras la activación del mecanismo de estimulación de la agricultura elevó el rendimiento de la producción agrícola, los campesinos lograron el derecho de asignar por su propia cuenta los factores de producción, sobre todo, la mano de obra. Ellos siguieron la señal que daba el mercado de mano de obra y empezaron a cambiar el tipo de actividades económicas y a trasladarse.

 

La eliminación de las barreras institucionales que detenían el movimiento de la mano de obra promovió el ajuste y la optimación de la estructura industrial. Durante la reforma, la productividad de todo el país aumentó alrededor de 17 veces y la mano de obra volvió a ser asignada entre los sectores primario, secundario y terciario.

 

En tercer lugar, fue recomendable participar omnidireccionalmente en las cadenas de valor global. En China tanto la reforma económica como la apertura al exterior sucedieron simultáneamente. En 1979, cuando el Gobierno decidió construir zonas económicas especiales, comenzaron a abrirse las ciudades y provincias costeras, y poco a poco todo el país. En 1986 China solicitó recuperar su papel como Estado parte en el Acuerdo General sobre Aranceles Aduaneros y Comercio. En 2001 se unió a la Organización Mundial del Comercio. La ampliación del comercio, la introducción de inversiones extranjeras y el desarrollo económico orientado a la exportación en las zonas costeras crearon muchas oportunidades de empleo que recibieron una gran cantidad de mano de obra y generaron una competitividad internacional en los productos manufactureros.

 

Durante los 70 años de existencia de la República Popular China, tanto sus tropiezos como sus éxitos han sido valiosos para nosotros y para los países en vías de desarrollo, los cuales también están explorando su propio camino. China seguirá explorando y se esforzará por hacer mayores contribuciones al mundo.

 

 
 
*Cai Fang es subdirector de la Academia China de Ciencias Sociales.

 

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Editor: Wu Wen Da-->

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