Después de graduarse de la universidad, la joven tibetana Dekyi obtuvo un trabajo estable en un hospital de Chengdu, capital de la provincia de Sichuan. Sin embargo, esa no era la vida que soñaba. En 2016 optó por trabajar durante un año en una agencia de turismo y luego regresó a su pueblo natal para construir un hostal en las montañas. “Siempre tuve el sueño de regresar. Es el lugar donde comencé mi vida y aquí alcanzaré mi sueño”.

 

Zhonglu, en la prefectura autónoma tibetana de la provincia de Sichuan, es el pueblo natal de Dekyi. Es la aldea que conserva mejor la arquitectura y el modelo de vida original de los tibetanos de la región de Gyalrong.

Ella siente apego por su tierra. Está orgullosa de sus paisajes durante las cuatro estaciones. “Cuando tenía siete u ocho años de edad, solía pastorear el ganado en esta ladera. Rodeada por el olor de las flores, siempre pensé que tenía que salir de la montaña algún día, obtener muchos conocimientos y luego volver”. Dekyi dice que su mayor ilusión en la niñez era construir dos edificios grandes en esta montaña para albergar a visitantes provenientes de todo el mundo, permitiéndoles experimentar el paisaje, la vida y las costumbres del lugar. De esa forma la vida de los locales sería más feliz. Ahí radica el motor de sus esfuerzos.

En 2009, respondiendo al llamado del Gobierno de desarrollar el turismo, el padre de Dekyi emprendió el negocio de un hostal, el primero de la aldea. Debido a los pocos visitantes y la limitación de las temporadas, los ingresos eran bajos. Su padre tenía que trabajar a la vez en una empresa de construcción. Pero con esfuerzo llegó a pagar los estudios de Dekyi, quien al final pudo salir de la montaña y conocer el mundo exterior. “Quisiera corresponder los esfuerzos de mi padre realizando mi sueño”.

En el pueblo natal de Dekyi, todos los padres desean que sus hijos puedan salir de la montaña, entrar en la universidad y obtener un trabajo estable. Por eso, su regreso no tuvo el apoyo de sus padres ni la comprensión de los aldeanos. Dekyi entiende la actitud de sus padres y familiares, pero aspira a demostrarles con hechos que no se equivocó en su decisión. “Quiero ser un ejemplo para los jóvenes de la aldea. Si más jóvenes regresan con aspiraciones y ambiciones, la aldea tendrá esperanzas”.

Mientras planeaba la construcción de su hostal, Dekyi renovó también la Granja Dekyi, el hostal de propiedad de su padre, con la finalidad de atraer a más turistas. Puso servicio de wifi y decoraciones de la cultura tibetana de Gyalrong, y reparó la fachada. La nueva Granja Dekyi recibe a cada vez más turistas y los ingresos aumentan. Su padre, que raramente la elogia en público, reconoce los cambios ocurridos después del regreso de su hija.

El 15 de marzo de 2018 se inició la construcción del hostal de Dekyi en una ladera a 2000 msnm. Diferente al de su padre, su hostal está compuesto de dos torres de vigilancia al estilo tradicional tibetano. Su capacidad de albergue es limitada, pues apunta a tener un hostal de lujo.

Su construcción requiere más de un millón de yuanes (aproximadamente 147.500 dólares) de fondos, una suma colosal para Dekyi y su familia. Ella resolvió este problema pidiendo dinero a unos amigos que apoyan su emprendimiento. “La deuda es la fuerza que me impulsa hacia delante. Los amigos reconocen lo que estoy haciendo, por eso quieren ayudarme. Estoy convencida de que con mis esfuerzos, en tres años reembolsaré toda la deuda y tendré beneficios”. Dekyi tiene plena confianza en su negocio.

La construcción del hostal ha entrado en la etapa de decoración y será abierto al público el próximo 1 de mayo. Al recordar lo vivido, ella siente que ha obtenido muchos logros y ha crecido bastante.

El nuevo hostal en construcción.

 

Preservación de la cultura tibetana

En Tik Tok, la plataforma de videos cortos en línea, Dekyi es una auténtica celebridad. Frecuentemente cuelga videos sobre la cultura tradicional de Gyalrong, y cada uno recibe más de 100.000 visitas. “Hay que hacer mercadotecnia con los canales más nuevos, y comercializar el hostal, el paisaje y la cultura”. No cree que este trabajo sea simple, pero debe aprovechar la profunda cultura étnica de la zona.

En el diseño de su hostal, Dekyi presta mucha atención a la cultura. Además de observar pinturas tankas y khatas (estas últimas, bufandas ceremoniales típicas de la cultura tibetana), el visitante puede conocer también cómo es la boda, el baile y la auténtica gastronomía tibetana. “El nombre del hostal es Deji Palace, que es el nombre de un salón del Palacio del Reino de Mujeres. Busco que en este hostal los turistas conozcan la auténtica cultura de los tibetanos de Gyalrong”.

El hostal ofrecerá una decena de puestos de trabajo en la aldea. Dekyi aspira a que este modelo estimule el desarrollo turístico de la aldea y de todo el cantón. En 2018, la prefectura autónoma tibetana de Garze empezó a construir en Kangding, Luding y Danba zonas piloto para el desarrollo del agro, con el fin de que estos tres lugares puedan liberarse de la pobreza, construyan una sociedad modestamente acomodada y lideren el desarrollo rural de la prefectura. La construcción de las primeras 39 aldeas piloto concluirá en mayo y la aldea de Zhonglu, donde se localiza Deji Palace, también figura entre ellas.