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Las siete décadas de la República Popular China

Source:China Hoy Author:WANG MAOHU
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26 de septiembre de 2019. Una joven sostiene la bandera china en una exposición realizada en Beijing con motivo del 70° aniversario de la fundación de la República Popular China. Dong Ning

Por WANG MAOHU*

En 1949, cuando se fundó la República Popular China, la esperanza de vida promedio de sus ciudadanos era de 35 años. En 1949, el desafío más apremiante para la república que recién arrancaba, era proveer la alimentación y vestimenta necesarias para aproximadamente 500 millones de personas, las cuales representaban el 20 % del total mundial. China era un país agrario atrasado sin capacidad industrial. Pese a todo esto, el país que emergía por la senda del socialismo, nunca se rindió. La renta per cápita promedio era de 49,7 yuanes, en comparación con los 28.228 yuanes de 2018. Esto quiere decir que, en términos nominales, el ingreso per cápita aumentó 566,6 veces, con una tasa de crecimiento de la inflación ajustada del 6,1 %. Entre la fundación de la República Popular China y el período de la Reforma y Apertura, la mayoría de los habitantes de las urbes trabajaba en empresas estatales o colectivas, y su única fuente de ingreso consistía en su salario. Tras la Reforma y Apertura, las fuentes de ingreso se diversificaron gracias a la floreciente economía privada, la expansión de los canales de inversión y el mejoramiento de la seguridad social.

Un proceso de grandes cambios

Tras décadas de infatigables esfuerzos y dedicación por parte del pueblo chino, y de haber atravesado por varios vericuetos, China se embarcó en un camino de modernización e industrialización. En 1978 comenzó el proceso de Reforma y Apertura. En estos 40 años, a través de un mayor acercamiento con los países del mundo, China ha logrado alcanzar una tasa de crecimiento anual del PIB del 9,5 % en promedio, doblando su erario cada ocho años aproximadamente.

A partir de 1979, China puso en marcha varias reformas económicas. El Gobierno central comenzó a entregar incentivos relacionados con la propiedad y precios favorables a los campesinos, lo cual les permitió vender parte de sus productos en el libre mercado. Además de esto, el Gobierno estableció cuatro zonas económicas especiales a lo largo de la franja costera, con el fin de atraer la inversión extranjera, aumentar las exportaciones e importar productos de alta tecnología a China. El Gobierno chino también llevó a cabo reformas adicionales que han descentralizado las políticas económicas en muchos sectores, especialmente en el comercio. El manejo económico sobre varias instituciones ha sido traspasado a los gobiernos provinciales y locales, a los cuales se les ha permitido operar y competir en base a los principios del libre mercado, en lugar de estar regidos por el liderazgo y dirección del Estado. Asimismo, se ha incentivado a los ciudadanos a crear sus propios negocios.

Durante los últimos 70 años, China ha conservado su independencia económica y política, y a su vez, se ha desarrollado en un Estado moderno con una sólida economía y un sistema político democrático. La nación juega un rol cada vez más activo en el ámbito de las relaciones internacionales, lo cual la ha posicionado en el centro del escenario global.

Paralelamente, China ha progresado en el sentido de la reunificación de su territorio, recuperando la soberanía sobre Hong Kong y Macao en 1997 y 1999, respectivamente.

En 2015, cinco años después de haberse convertido en la segunda mayor economía del mundo, China se embarcó en otra campaña nacional para mejorar el estándar de vida de su población: se propuso como objetivo la erradicación de la pobreza en todas sus regiones para el año 2020. Hasta la fecha, China ha sacado de la miseria a cerca de 800 millones de personas, contribuyendo de esa forma en más del 70 % al esfuerzo global de reducción de la pobreza.

Durante años, China ha contribuido en alrededor del 30 % al crecimiento de la economía global, manteniendo su posición como primer socio comercial para el resto del mundo, primer exportador y segundo importador en el globo. En 2018, el volumen del comercio exterior subió un 9,7 % interanual, mientras que las exportaciones lo hicieron en 7,1 % y las importaciones, en 12,9 %.

China ha emergido como una potencia económica mundial. Por ejemplo, se encuentra en el primer lugar en términos de volumen económico basado en la paridad del poder adquisitivo (PPA), en el valor añadido de la manufactura, en el comercio de mercancías y en la reserva de divisas.

Los objetivos de los dos centenarios

El 12 de septiembre de este año, durante su visita a un hito revolucionario ubicado en las Colinas Fragantes de Beijing, el presidente Xi Jinping hizo un llamado al Partido Comunista de China (PCCh) y al pueblo chino a continuar con el esfuerzo de alcanzar los objetivos trazados para los dos centenarios (el centenario de la fundación del PCCh y el de la República Popular China) y el sueño chino de la gran revitalización nacional. También instó a los miembros del PCCh a pasar las pruebas de la nueva era.

En la Cumbre del G20 realizada este año en Osaka (Japón), el presidente Xi Jinping señaló que China se siente confiada siguiendo su propia senda y manejando sus propios asuntos de manera adecuada, a fin de lograr una coexistencia pacífica y una cooperación de beneficio mutuo con el resto de los países.

Como uno de los cinco miembros permanentes del Consejo de Seguridad de la ONU, China juega un rol constructivo en los esfuerzos encaminados hacia la resolución de los desafíos comunes que afectan al mundo. Desde 1990, China ha enviado un total de 40.000 soldados a 30 operaciones de mantenimiento de la paz de la ONU.

Para hacer frente al cambio climático, China está intensificando sus esfuerzos conducentes a un desarrollo verde, mientras que el cumplimiento del Acuerdo de París sobre el Cambio Climático forma parte de sus directrices de desarrollo.

Como beneficiaria de un mundo caracterizado por la colaboración global y pluralista, China sabe muy bien que solo la cooperación con otros y la apertura hacia el mundo pueden garantizar la fuerza necesaria para seguir adelante. En 2012, mientras la economía mundial se recuperaba de la crisis financiera, China, luego de haber ayudado a reencauzar el crecimiento global, se comprometió a anticiparse a los hechos y a forjar una visión para la humanidad, con el fin de enfrentar desafíos como la recesión económica. La idea de construir una comunidad con un futuro compartido para la humanidad fue puesta en marcha primero por China. Para hacer de esa visión una realidad, el país busca fomentar la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR), con el objetivo de mejorar la comunicación y cooperación intercontinental.

Hasta abril de este año, 125 países y 29 organizaciones internacionales ya habían firmado documentos de cooperación con China para la construcción de infraestructura en el marco de la IFR. Para abrir incluso más su mercado doméstico y ayudar al mundo a aprovechar el nuevo potencial de crecimiento y cooperación, China lanzó el Foro de la Franja y la Ruta para la Cooperación Internacional, que busca entregar una plataforma a todos los países que desean beneficiarse de las asociaciones globales y multilaterales.

*Wang Maohu es redactor subjefe de la revista China Hoy.

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Editor: Wu Wen Da-->

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