En el verano de 2007, cuando mi libro Relaciones China-México salió a la luz, estuve en dicho país como académico visitante del Colegio de México. Un día recibí una llamada desde la vivienda del expresidente mexicano Luis Echeverría Álvarez, en la que me dijeron que él estaba muy contento por la publicación de mi libro y quería invitarme a su casa.