6 de septiembre de 2023. Torre gemela de 200 metros de altura en el Área Especial Lin-gang de la Zona Piloto de Libre Comercio de China (Shanghai). Xinhua
En febrero del presente año, el Congreso de Estados Unidos introdujo 10 leyes para restringir el desarrollo de China y planteó amplias preocupaciones a nivel nacional e internacional. Gran parte del contenido de las leyes es una mera reformulación de leyes anteriores, con un impacto sustancial limitado en China. Es importante evitar caer en la trampa del discurso estadounidense y al mismo tiempo dejar claras las propias prioridades de China y abordar los riesgos y desafíos.
Actos dirigidos a China
En febrero, en una audiencia celebrada por el Comité de Servicios Financieros de la Cámara de Representantes de Estados Unidos sobre la lucha contra la “amenaza económica” de China, estas leyes fueron propuestas y discutidas antes de ser aprobadas aproximadamente un mes después. La medida parece haberse llevado a cabo apresuradamente, aunque indica un sentido de planificación intencional.
Las 10 leyes, relacionadas con las finanzas, la región de Taiwan y la salud pública, corresponden principalmente a cuatro ámbitos.
En primer lugar, hay un intento de suprimir el estatus de la moneda china, el renminbi o yuan. Esto incluye la “Ley de Responsabilidad de la Moneda China” y la “Ley de Transparencia del Tipo de Cambio de China”, que involucran medidas que presionan a los funcionarios estadounidenses en el Fondo Monetario Internacional (FMI) para evitar un aumento en la participación del yuan en la canasta de Derechos Especiales de Giro (DEG). Así como exigir mayor transparencia en el sistema cambiario de China.
En segundo lugar, hay esfuerzos para frenar la creciente influencia financiera internacional de China. La “Ley de Mitigación de Amenazas Financieras de China” y la “Alineación de las Regulaciones de la Comisión de Valores y Bolsas de EE. UU. (SEC) con la Ley de la Asociación Internacional de Fomento del Banco Mundial” solicitan a las agencias reguladoras financieras de Estados Unidos que presenten informes sobre la exposición de Estados Unidos a los riesgos financieros de China. Las leyes también intentan aumentar la influencia de Estados Unidos dentro de la Asociación Internacional de Fomento del Banco Mundial.
En tercer lugar, la superpotencia intenta interferir en la región china de Taiwan con la “Ley de Disuasión de Conflictos de Taiwan”, la “Ley de No Discriminación de Taiwan” y la “Ley de Protección de Taiwan”. Restringen los servicios financieros para el personal del Gobierno chino y sus familias, respaldan la participación de las autoridades de Taiwan en las actividades del FMI y obstruyen la participación de China en el Grupo de los 20 (G20) y el Banco de Pagos Internacionales.
Por último, la “Ley de Prevención de la Financiación de Drogas Sintéticas Ilegales”, la “Ley para asegurar las vacunas estadounidenses para el uso de emergencia” y la “Ley para mejorar los suministros médicos de emergencia de salud pública” intentan impulsar la influencia de Estados Unidos y diversificar las cadenas de suministro de vacunas.
El 22 de mayo pasado, la Cámara de EE. UU. aprobó la “Ley de Mitigación de Amenazas Financieras de China” y la “Ley de Prevención de la Financiación de Drogas Sintéticas Ilegales”. Las ocho leyes restantes solo han sido revisadas por el Comité de Servicios Financieros. Aún necesitan pasar por la votación de la Cámara y el Senado antes de que el presidente las promulgue oficialmente. Cada uno de los pasos conlleva incertidumbres. Anteriormente, una serie de leyes, a pesar de haber sido revisadas por comités especiales y haber sido aprobadas por la Cámara de Representantes, finalmente no entraron en vigor. Se trataba más de una postura política que de una implementación real.
Impacto limitado
Cinco de los 10 actos son repeticiones de propuestas que ya se han hecho antes. Ahora se han reintroducido y su contenido principal prácticamente no ha cambiado con respecto al anterior. Además, las acciones punitivas no han ido más allá del alcance convencional de las sanciones financieras utilizadas por Estados Unidos contra entidades extranjeras.
La “Ley de Mitigación de Amenazas Financieras de China” y la “Ley de Responsabilidad Monetaria de China” llegaron demasiado tarde para frenar a China. Fueron propuestas inicialmente en mayo y junio de 2021, respectivamente. El primero tenía como objetivo suprimir el aumento del peso del yuan en el ajuste monetario de la canasta de DEG para finales de julio de 2022, mientras que el segundo impone medidas de contención financiera con el pretexto de reducir los riesgos financieros del mercado inmobiliario de China. Sin embargo, en la última revisión de la valoración de los DEG realizada por el FMI en mayo de 2022, el peso del yuan en la canasta de monedas de los DEG aumentó del 10,92 por ciento al 12,28 por ciento. A esto se suma el hecho de que China ha optimizado las políticas de financiación inmobiliaria, mejorando el entorno financiero para las empresas inmobiliarias de calidad. Las transacciones en el mercado han aumentado, lo que ha dado como resultado el restablecimiento de la confianza del mercado.
La “Ley de Prevención de la Financiación de Drogas Sintéticas” y otras dos leyes implican que Estados Unidos aumente su influencia en las organizaciones y la cooperación internacionales, así como que incremente la independencia de las cadenas de suministro de medicamentos. Estas medidas tienen un impacto limitado para China.
Priorizar sus propios asuntos
El gran tamaño económico de China, su potencial de crecimiento y su fuerte resiliencia le permiten resolver los riesgos financieros y mantener la seguridad financiera mientras busca el desarrollo.
China necesita profundizar la reforma estructural del lado de la oferta financiera, afinar el marco general del sistema financiero y establecer un mecanismo integral. Esto incluye aumentar los recursos para gestionar riesgos, diversificar las medidas de protección, fortalecer la coordinación regulatoria y mejorar la eficacia de la supervisión financiera. Al abordar con mayor precisión y eficacia los riesgos en áreas clave, mitigar los riesgos en los negocios financieros intersectoriales y prevenir los riesgos emergentes, China puede contrarrestar la exageración dañina creada por fuerzas externas que buscan socavar el progreso de China.
China necesita seguir avanzando en la apertura financiera para mejorar la competitividad internacional. Debería crear un entorno empresarial de primer nivel, orientado al mercado, basado en el Estado de derecho y globalmente integrado. Esto implica eliminar progresivamente las restricciones a las transacciones y productos financieros, así como diversas barreras para ingresar al mercado financiero interno. Asimismo, China debería ampliar constantemente la apertura estructurada en materia de reglas, regulaciones, gestión, estándares financieros y más. Es imperativo también mejorar la posición global del país en términos de accesibilidad financiera, aumentar continuamente el atractivo y la capacidad del mercado interno para la inversión internacional y amplificar la influencia internacional del mercado financiero interno.
Por otra parte, China debe fortalecer la cooperación financiera regional y mitigar el impacto potencial de las sanciones estadounidenses. Ampliar la cooperación financiera con los países del este de Asia, la ASEAN y la Unión Europea, y aumentar la proporción de liquidaciones en moneda local en el comercio bilateral. En las negociaciones de cooperación económica regional, China necesita facilitar un nuevo sistema de gobernanza financiera internacional que se adapte mejor a los intereses de los países de mercados emergentes. Además, se impone la necesidad de profundizar la cooperación financiera con los países a lo largo de la ruta de la Iniciativa de la Franja y la Ruta, un plan propuesto por China que apunta a impulsar la conectividad más allá de las antiguas rutas de la Ruta de la Seda, fortalecer el papel de las instituciones financieras regionales e internacionales como el Fondo de la Ruta de la Seda y el Banco Asiático de Inversión en Infraestructura, mejorar los mecanismos de estabilidad monetaria existentes, como la Iniciativa Chiang Mai y el Acuerdo de Reservas de Contingencia de los BRICS (Brasil, Rusia, India, China y Sudáfrica), y entablar colaboración financiera con socios internacionales como los países islámicos y la Zona del Franco de la Comunidad Financiera Africana.
Es importante promover sistemáticamente la adopción global del yuan y ampliar su papel como moneda internacional para la liquidación comercial, la inversión y la financiación. China necesita afinar la estructura política para el uso internacional del yuan, reforzar su infraestructura de internacionalización, como sistemas de cuentas y mecanismos de compensación de pagos, guiar a las instituciones financieras para mejorar sus capacidades de servicios financieros transfronterizos en yuan y cumplir mejor con los requisitos de liquidación de la Franja y la Ruta y la ASEAN.
Es imperativo que China desbloquee de manera integral sus mercados financieros a través de medidas institucionales, establecer un entorno de inversión más acogedor y accesible e impulsar la inclinación de las entidades extranjeras a poseer el yuan.
Finalmente, China necesita elevar aún más su estatus y papel en el sistema de gobernanza financiera internacional impulsando reformas en el FMI y el Banco Mundial, esforzándose por lograr más derechos de voto e influencia y aumentando el peso del yuan en la canasta de DEG. También debe impulsar la diversificación de las fuentes de empleados y ejecutivos en las organizaciones financieras internacionales. La nación asiática debe seguir haciendo buen uso de las plataformas de cooperación internacional como el G20 para mejorar los acuerdos y mecanismos institucionales para coordinar las políticas macroeconómicas internacionales. También necesita expandir y participar en la cooperación internacional en finanzas verdes, y expandir la influencia internacional a través de plataformas multilaterales como la Plataforma Internacional de Finanzas Sostenibles y la Red de Bancos Centrales y Supervisores para Enverdecer el Sistema Financiero.
*Shi Guang es investigador del Instituto de Estudios de Finanzas del Centro de Investigaciones para el Desarrollo del Consejo de Estado.