Ronnie Lins, director del Centro China-Brasil: Estudio y Negocios.

El director del Centro China-Brasil: Estudio y Negocios, Ronnie Lins, señaló que ve el próximo encuentro que sostendrán en Beijing los presidentes de China, Xi Jinping, y de Brasil, Luiz Inácio Lula da Silva, “con mucha esperanza y optimismo” por tratarse de dos países que apuestan por la paz y son conscientes de la prioridad que tienen tanto el cuidado del medio ambiente como la reducción de las desigualdades sociales en el mundo.

“China y Brasil son países hermanos, independientemente de sus gobernantes, y lo seguirán siendo a lo largo de la historia”, manifestó Lins a China Hoy. “Por eso, nada más coherente que la importante visita del presidente Lula al presidente Xi. Ambos deben articular una serie de alianzas y cooperaciones que beneficiarán a ambos países y al mundo entero”.

Entre los importantes temas que ambos líderes deberían discutir, Lins opinó que se encuentra la lucha contra la pobreza. En ese sentido, mencionó que Lula da Silva podría aprovechar su visita a China para solicitar una asesoría, a fin de comprender mejor el proceso implementado por China y lograr que, con las adaptaciones necesarias, pueda ser también adaptado a Brasil. “La idea es implementar una planificación adecuada para Brasil, para así minimizar los efectos perversos sobre un gran número de personas necesitadas en nuestro país”, dijo Lins.

Según el experto brasileño, otro tema que debería estar sobre la mesa de conversación es el reforzamiento del flujo comercial. “Sería fundamental aumentar la canasta comercial para incluir productos de mayor valor agregado producidos en el país. Brasil necesita aumentar tanto su crecimiento económico como la creación de empleo”, puntualizó.

China es, desde 2009, el principal socio comercial de Brasil. De acuerdo con cifras de la Administración General de Aduanas de China, el comercio bilateral alcanzó los 171.490 millones de dólares en 2022, un incremento interanual del 4,9 %.

China es también el principal comprador de mineral de hierro, soja, carne, azúcar y celulosa de Brasil, mientras que entre los principales productos chinos exportados a Brasil figuran equipos de maquinaria, equipos informáticos y de comunicaciones, así como vehículos de transporte.

Si bien Brasil mantiene un superávit comercial favorable en su relación comercial con China, Lins propuso que el país sudamericano se enfoque también en incrementar la cooperación científica y tecnológica con China. “En este contexto actual de nueva era, el incremento de alianzas y la cooperación en diversas áreas tecnológicas será de gran valor para ambos países”, comentó.

En ese sentido, destacó el excelente desarrollo alcanzado por China en sectores como la inteligencia artificial, el Internet de alta tecnología, la robótica, la biotecnología y otras tecnologías destinadas a la frontera del conocimiento.

“Estas tecnologías y la disponibilidad de commodities y otros insumos similares serán la clave del éxito en los próximos años. Es decir, en la creación de autoabastecimiento tecnológico y alimentario”, recalcó.

Del mismo modo, Lins sostuvo que la Iniciativa de la Franja y la Ruta (IFR) debería recibir una atención necesaria durante la visita oficial de Lula da Silva, puesto que existe la posibilidad de que Brasil se sume a ella. “Esto sería un inductor esencial para que la IFR se expanda en América del Sur debido a la gran representatividad de Brasil en la región”, expresó.