19 de junio de 2020. Representantes de la aldea de Yonglian, en la provincia de Jiangsu, discuten temas relacionados con la mejora ambiental.
La “democracia popular en todo el proceso”, o como se traduciría del chino de forma más completa, “democracia popular en todo el proceso del pueblo”, es una expresión relativamente nueva que ha encontrado cada vez mayor eco en el discurso político chino contemporáneo, y que describe el tipo de democracia que se ha desarrollado y que actualmente funciona en China.
En general, el concepto describe un enfoque orientado a las personas y los resultados para garantizar el rejuvenecimiento nacional y la prosperidad común. Combina elecciones directas e indirectas con formas complementarias de disciplina sistémica para garantizar una gobernanza más transparente y eficaz.
De hecho, reúne una amplia gama de prácticas instrumentales como el Estado de derecho, las consultas políticas, la gobernanza digital cada vez más abierta y un sistema cada vez más sólido para comentarios y retroalimentación públicos. En conjunto, estos esfuerzos y otros se conjugan para lograr los valores intrínsecos de la democracia, incluyendo el desarrollo y oportunidades de crecimiento para las masas, mientras se fortalece el acceso a servicios de salud, educación y seguridad de calidad.
En términos de resultados, se pueden señalar logros clave como el hecho de haber alcanzado en 2021 una sociedad xiaokang, o moderadamente acomodada, haber sacado a cientos de millones de personas de la pobreza absoluta, tener más de 400 millones de habitantes de ingresos medios con mejores estándares de vida y libertad económica, y haber ejecutado nuevos programas para proporcionar un mayor grado de desarrollo y equidad a aquellas personas y regiones que aún los necesitan. Además, pone un gran énfasis en el desarrollo verde, área en la cual China actualmente se ha posicionado como líder mundial. Sin embargo, quizás lo más importante es que mediante este, China ha logrado limpiar las ciudades, vías fluviales y lugares rurales que alguna vez estuvieron plagados de contaminación. A través de todo ello, se logra percibir cómo la democracia en su totalidad responde a lo que la gente quiere y necesita.
En consecuencia, como atestiguan los principales líderes estatales, la democracia popular en todo el proceso ha guiado al pueblo chino hacia una nueva era, en la cual se han registrado cambios jamás antes vistos en un siglo, gracias a los cuales el país ha logrado emerger como una nación fuerte y próspera que ha sabido salvaguardar su propia soberanía de aquellos que la han puesto en jaque. Asimismo, China también ha sido capaz de servir a un mayor bienestar a nivel global a través de esquemas de desarrollo basados en las ganancias compartidas, especialmente en áreas que habían sido olvidadas durante mucho tiempo del Sur Global, a la vez que ha promovido la democracia internacionalmente mediante un verdadero multilateralismo.
Teoría
El presidente Xi Jinping ha descrito la democracia popular en todo el proceso a partir de cuatro compuestos básicos que trabajan al unísono: la democracia orientada al proceso y la democracia orientada al logro; la democracia procedimental y la democracia sustantiva; la democracia directa y la democracia indirecta; y la democracia popular y la voluntad del Estado.
El primer punto enfatiza la participación de las masas en los procesos que culminan en los diversos resultados que la población anhela, incluido el desarrollo nacional, el alivio de la pobreza, el acceso a la atención médica y la educación, la mejora de la soberanía y la seguridad, entre otros. El segundo hace referencia al Estado de derecho y la institucionalización que hacen posible un buen gobierno y la prosperidad común. El tercero apunta a las prácticas instrumentales de elecciones directas en los niveles de base, combinadas con la democracia indirecta de formas de representación cada vez más altas. El cuarto resume la concordancia entre las aspiraciones de las personas con la propia voluntad del Estado, a través de cauces democráticos diversos, abiertos y bien organizados.
21 de julio de 2022. Personal capacitado por agricultores locales realiza una sesión de debate y consulta en la aldea de Longxi, provincia de Zhejiang. Fotos de Xinhua
Democracia real y pseudodemocracia
En su informe al XX Congreso Nacional del Partido Comunista de China (PCCh), el presidente Xi Jinping, también secretario general del Comité Central del PCCh, describió una vez más la democracia popular en todo el proceso como un sistema que garantiza la voluntad del pueblo. Además, el mandatario reiteró los vínculos conceptuales entre la democracia popular en todo el proceso y las características únicas asociadas con el desarrollo socialista de China. Tal como lo han hecho otros líderes chinos que lo antecedieron, Xi describió a China como un país socialista de dictadura democrática popular, bajo el liderazgo de la clase trabajadora basada en una alianza de trabajadores y agricultores. Por lo tanto, afirmó, “todo el poder del Estado en China pertenece al pueblo”.
El presidente Xi señaló que la democracia popular es la arteria vital del socialismo y es parte importante de la construcción integral de un país socialista moderno. Luego, hizo una afirmación normativa muy audaz, o al menos una que ha sido interpretada así: “La democracia popular en todo el proceso es la característica definitoria de la democracia socialista; es la más amplia, genuina y efectiva democracia socialista”.
En otras palabras, Xi afirmó, ante sus detractores, que se trata en realidad de una forma superior de democracia. Puede que el presidente se haya referido únicamente al contexto chino, donde este tipo de democracia sería la mejor. Sin embargo, también puede que haya hecho una implicación aún más amplia, sobre todo al considerar las crecientes críticas a otras formas de democracia ante la incapacidad de muchas de ellas, incluida la de Estados Unidos, de anteponer a las personas, no garantizar o promover suficientemente los derechos humanos básicos y atrincherarse en cuellos de botella sistémicos que les han imposibilitado superar trabas históricas –o acaso ontológicas– como la opresión y explotación, tanto en sus respectivos países como en el extranjero. En suma, lo que señala Xi es que la democracia en todo el proceso de China, descrita anteriormente en un libro blanco oficial como “una democracia que funciona”, sería una democracia real.
En su informe, Xi también hizo una larga lista de lo que el Partido debe hacer para fortalecer la democracia popular y garantizar que la democracia popular en todo el proceso pueda alcanzar y mantener todo su potencial democrático. Además, tanto en el tono como en el fondo de sus declaraciones, rara vez habíamos visto a un líder chino moderno tan confiado en el país, su gente, su sistema político y en sí mismo.
*Josef Gregory Mahoney es profesor de política y relaciones internacionales en la Universidad Normal del Este de China e investigador principal del Instituto para el Desarrollo del Socialismo con Peculiaridades Chinas en la Universidad del Sureste.