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¿Un nuevo desastre o una acción global por fin?

2021-06-04 13:06:00 Source:China Hoy Author:ROBERT SANDFORD*
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El 22 y 23 de abril, el gobierno del presidente Joe Biden invitó a 40 líderes mundiales a una cumbre climática virtual con la esperanza de que otros países siguieran el ejemplo estadounidense en pos de compromisos nuevos y más amplios para lograr la neutralidad de carbono mundial en 2050. Aunque todos los elementos parecían estar alineados, incluida la planificación del día de apertura de la conferencia virtual para que coincidiera con el Día de la Tierra, los resultados de la cumbre fueron dispares. Con todo, la historia será en última instancia la que juzgue el resultado de la cumbre como otro momento de fracaso y falsas esperanzas, o como un puente hacia una acción climática significativa en la próxima conferencia de la ONU sobre el cambio climático en noviembre. En ese contexto, China tiene la oportunidad de influir enormemente en uno u otro sentido.

 

De la urgencia a la emergencia

 

Una crisis no se acaba porque llegue otra, lo cual ha quedado plenamente demostrado con el advenimiento de la pandemia de COVID-19 en curso de colisión con la alteración del clima. António Guterres, secretario general de las Naciones Unidas, ha declarado que el mundo está “al borde del abismo” debido al cambio climático, por lo que se deben tomar medidas agresivas para evitar una catástrofe. El informe de la Organización Meteorológica Mundial sobre el estado del clima mundial en 2020 le ha dado la razón.

 

Se ha descubierto que existen puntos de inflexión de forma generalizada en los sistemas naturales, incluido el sistema climático. La ciencia, por su parte, no puede avanzar a la misma velocidad que estos ciclos regenerativos, por lo que el mayor temor existente es no saber dónde están hasta que se hayan cruzado. En ese sentido, la advertencia de la NASA a principios de abril de este año debería preocuparnos a todos.

 

El 7 de abril pasado, la NASA informó que cuatro días antes, el 3 de abril, la concentración de dióxido de carbono en la atmósfera mundial había superado, por primera vez en la historia, las 420 partículas por millón. Esto, a pesar de la desaceleración de la actividad humana, producto de la pandemia, que ha reducido las emisiones de dióxido de carbono hasta en un 4 % a nivel mundial. Entonces, ¿qué significa esto y por qué debería preocuparnos?

 

El continuo aumento de la concentración de CO₂ en la atmósfera mundial es preocupante porque significa que los ciclos regenerativos que se originan en la aceleración de las emisiones de carbono de lo que antes eran sumideros de carbono, como el Ártico y el Amazonas, seguirán aumentando independientemente de cuánto reduzcamos nuestras emisiones como sociedad. Por ello, debemos reducir las emisiones de carbono aún más rápido de lo que lo hemos hecho hasta ahora y acelerar más el ritmo durante la próxima década.

 

Es por ello que los signatarios del Acuerdo de París tienen que asumir la responsabilidad inmediata de reducir drásticamente la huella de carbono de sus respectivos países cuando cada cual presente su plan nacional de cero emisiones en la próxima conferencia de la ONU sobre el cambio climático, que se celebrará en Glasgow en noviembre.

 

2 de mayo de 2021. Niños experimentan la interacción inmersiva y multisensorial en la nueva sala de exhibición del Museo de Ciencia y Tecnología de China. Cnsphoto

 

 
 
 
Cooperación más allá de las fronteras

 

La pandemia de COVID-19 es solo un ejemplo de la necesidad de resolver los problemas de manera coherente y dinámica, aunando fuerzas más allá de las fronteras. Por ello, si la humanidad quiere sobrevivir y prosperar, no puede retroceder en el tiempo a un mundo en el que solo importaban los estados individuales.

 

La participación del presidente chino, Xi Jinping, en la Cumbre de Líderes sobre el Clima reforzó claramente la idea de que Estados Unidos y China pueden buscar un terreno común respecto al cambio climático. En septiembre de 2020, el presidente Xi se comprometió ante las Naciones Unidas a que China alcanzaría la neutralidad en materia de emisiones de carbono antes de 2060, pero se necesita aún más claridad sobre la vía para alcanzar dicho fin, lo cual es algo que el mundo está ansioso por saber.

 

Si bien la participación del presidente Xi en la Cumbre de Líderes sobre el Clima liderada por Estados Unidos es histórica, también lo fueron sus reuniones con el presidente francés, Emmanuel Macron, y la canciller alemana, Angela Merkel. No es de extrañar que estas reuniones virtuales condujeran al pleno respaldo de las intenciones de acción climática de China, pero quizá haya sido más importante aún, desde una perspectiva histórica, el discurso del presidente Xi en la apertura de la Conferencia Anual 2021 del Foro de Boao para Asia, celebrada el 20 de abril. Considerado como el Davos de Asia, el presidente Xi utilizó la instancia para reforzar el compromiso y las propuestas de China sobre una serie de temas de impacto mundial. Entre las muchas referencias relacionadas con el papel que desempeñará China en el escenario mundial, se hizo alusión a una agenda verde, en la que el presidente Xi se comprometió a reforzar la cooperación en materia de infraestructura, energía y finanzas ecológicas.

 

El próximo escenario para un posible anuncio chino sobre su hoja de ruta hacia la neutralidad de carbono será la 26.ª Conferencia de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, conocida como COP26, que se celebrará en noviembre. Como foro multilateral, la COP26 será una oportunidad para poner al día a los líderes mundiales sobre cómo abordar la amenaza climática. ¿Qué puede aportar China en este encuentro?

 

China puede liderar el camino ayudando a la ONU a aunar la voluntad política necesaria para reorientar a la comunidad internacional hacia el cambio transformador que nuestra sociedad global requiere si queremos un futuro bajo en carbono. Lo sé de primera mano porque participé en la reunión del Consejo InterAction de 2016, celebrada en Guiyang (China), donde nuestros colegas chinos revelaron la extraordinaria idea de una civilización ecológica global.

 

Para hacer la civilización ecológica global una realidad, China puede ayudar a otros países emisores de carbono a establecer objetivos concretos para la reducción de emisiones y la neutralidad total. Sin embargo, lo más importante es que China puede volver a demostrar al mundo que puede hacer lo que parece imposible –algo en lo que es buena– esbozando cómo cumplirá su promesa de pasar del pico de carbono a la neutralidad total en apenas 30 años, el lapso de una sola generación.

 

En cuanto a la amenaza que supone el cambio climático, el mundo no puede permitirse asistir a otro desastre político como el Acuerdo de Múnich. En última instancia, solo hay una medida que importa con respecto a la amenaza climática global y es la rapidez con la que el mundo entero puede llegar a la neutralidad de carbono y detener el calentamiento del planeta.

 

Este es claramente un momento de transformación para China y el mundo. Es quizás el momento de transformación en el que China podría crear una civilización ecológica que cambie positivamente no solo a su país, sino al mundo entero. Es un momento de liderazgo potencial que todos los que viven en este planeta deberían esperar que China tome.

 

 
 
*Robert Sandford es titular de la cátedra Futuro Mundial del Agua en Seguridad Hídrica y Climática del Instituto de las Naciones Unidas para el Agua, el Medio Ambiente y la Salud, y es asesor principal en materia de agua para el Consejo InterAction.

 

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Editor: Wu Wen Da-->

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