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“La relación con China no debe ceñirse al comercio”

Source:China Hoy Author:MAGDALENA ROJAS
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La celebración de los 50 años de relaciones diplomáticas entre China y Chile da cuenta de un camino que se ha construido en base a una serie de valores comunes. Países diametralmente distintos y separados por un vasto océano han podido establecer una relación sólida en el tiempo, lo que ha permitido que China sea en la actualidad el principal socio comercial de Chile y que el comercio total sobrepase los 43.000 millones de dólares.

 

Es habitual hablar de los “cuatro primeros lugares”: en 1970, cuando Chile se convirtió en el primer país en establecer relaciones diplomáticas con China en Sudamérica; en 1999, cuando fue el primer país de América Latina en apoyar el ingreso de China a la Organización Mundial del Comercio; en 2004, cuando también fue el primer país latinoamericano en reconocer a China como una economía de mercado; y en 2005, cuando fue el primero en firmar un Tratado de Libre Comercio en la región. A simple vista puede que estas parezcan meras fechas, pero lo cierto es que hablan de una visión en la que ha primado el diálogo y la cooperación en beneficio de objetivos mayores.

 

A continuación, una entrevista con el diplomático chileno Claudio Rojas Rachel, quien, con una vasta carrera de casi cuatro décadas al servicio del Ministerio de Relaciones Exteriores de Chile, comparte su visión respecto a los logros y desafíos aún pendientes en el marco de este importante aniversario. Habiendo servido en Beijing y Shanghai en diferentes épocas y como exdirector de Asia Pacífico de la Cancillería, su visión también es un testimonio en primera persona de los diferentes hitos que han marcado esta relación.

 

Claudio Rojas (der.) con Heraldo Muñoz, exministro de Relaciones Exteriores de Chile. Foto cortesía del entrevistado

 

China Hoy (CH): ¿Qué opinión le merece la celebración de los 50 años de relaciones diplomáticas entre China y Chile?

 

Claudio Rojas Rachel (CRR): La conmemoración de los 50 años es muy relevante porque marca un hito significativo en un esfuerzo común en pos del desarrollo de relaciones de amistad y cooperación constructiva. Desde la perspectiva de la acción externa de Chile, ha sido una política de Estado continua y efectiva, con una gran convergencia –y transversalidad en el modo de ejecución– por parte de diferentes personeros del mundo político, cultural, empresarial, académico y social, con efectos positivos y resultados concretos que definen un nivel de relación extraordinaria y muy positiva. El desafío para Chile, que también creo lo es para China, es buscar responder a un diseño de lo que tendremos que enfrentar los próximos 50 años. Estimo que es necesario agregar valor constante en un desarrollo más amplio de nuestras relaciones bilaterales que permitan, por una parte, densificar los ámbitos para la cooperación de beneficio mutuo y, por otra, agregar nuevas iniciativas que favorezcan el conocimiento mutuo de ambos países, con el propósito de que ese conocimiento adquirido se constituya en la base de trabajo para concretar iniciativas efectivas de vínculos positivos en nuestras relaciones que estén dirigidos e incluyan a otros actores y sectores más amplios de la población chilena.

 

CH: A lo largo de estos 50 años se han dado pasos importantes en materia económica, política y cultural entre ambos países. ¿Cuáles han sido los principales logros en ese sentido?

 

CRR: Constantemente nos congratulamos entre chilenos y chinos de los cuatro o cinco primeros hitos que ha tenido Chile en su relación con China, que fijan una constante positiva.

 

En mi opinión, el logro más destacado en el ámbito político fue la acción llevada a cabo por Chile en Naciones Unidas para que el Gobierno de la República Popular China fuera reconocido como el representante legítimo en la Organización y, junto con ello, el propio establecimiento de relaciones diplomáticas y el principio de reconocimiento de “Una sola China”, que convirtió a Chile en el primer país de América Latina en hacerlo, luego de Cuba. Por otro lado, en el ámbito económico, el principal logro fue la firma del Tratado de Libre Comercio entre ambos países, que profundiza y da plena certeza al desarrollo y nivel de nuestra relación comercial y de inversiones, lo cual convierte a China en el primer socio comercial de Chile en la actualidad.

 

Así como en cada uno de los hitos históricos antes mencionados, soy de la opinión de que, mirando hacia el futuro, debemos rescatar la capacidad de Chile y China de trabajar juntos, independientemente de las asimetrías obvias que existen y se verifican entre nuestros países.

 

Esta cuestión evidente se ha atendido de manera pragmática y como un factor positivo en la construcción de confianza mutua y en función de la promoción de nuestros vínculos en los últimos 50 años. Asimismo, reafirma la necesidad de continuar trabajando para atender los desafíos que se registran en el proceso de  globalización, con el compromiso compartido de trabajar por la paz y la seguridad internacional, el pleno respeto al derecho internacional y, por consiguiente, en aras del bienestar económico y social de nuestros pueblos.

 

CH: ¿De qué manera cree que se puede seguir trabajando para afianzar aún más la relación entre China y Chile?

 

CRR: Debemos procurar sostener un diálogo de trabajo más amplio, técnico y efectivo que nos permita afianzar  nuestra relación bilateral, donde pueden existir puntos de divergencia que deben ser atendidos, buscando soluciones que consideren nuestros intereses recíprocos. Asimismo, se deben buscar caminos para superar esas cuestiones de forma equilibrada y en un marco de cooperación mutua. Por último, respecto a aquellos puntos donde existen convergencia y coincidencia plenas, los resultados deben procurar ser amplios, con el fin de incluir a sectores más vastos de nuestras respectivas poblaciones en términos de los beneficios.

 

4 de noviembre de 2020. Equipos de turbina eólica listos para ser enviados a Chile en el muelle de Lianyungang, provincia de Jiangsu. VCG

 

CH: Este ha sido un año especialmente difícil para el mundo debido a la pandemia de COVID-19. Mientras algunos gobiernos han exacerbado las tensiones, hay otros que han llamado a una mayor cooperación y multilateralismo. ¿Cómo evalúa la coordinación que han llevado a cabo los gobiernos de China y Chile en esta materia?

 

CRR: La pandemia de COVID-19 ha tenido un profundo impacto global, lo cual refleja el desafío para la comunidad internacional respecto a la necesidad de trabajar conjuntamente con total responsabilidad, transparencia y sentido del deber, que permita respuestas globales y coordinadas basadas en la cooperación internacional y sostenidas en la acción concertada de las instituciones que tiene el sistema internacional. En ese sentido, Chile y China han trabajado de forma colaborativa buscando las mejores opciones para atender esta crisis y reiterando el compromiso de hallar soluciones en el ámbito multilateral, bajo el principio de solidaridad y con el criterio central de que el acceso a las vacunas –en el que China ha avanzado en su desarrollo y Chile ha cooperado en la investigación y pruebas de ensayos– sea tratado como un bien público global.

 

CH: Muchas veces se señala que se debe dar valor agregado y diversificar la relación entre China y Chile, especialmente en términos comerciales. ¿De qué manera se podría llevar a cabo esto?

 

CRR: Estoy convencido de que este es el único camino que deben atender Chile y China. Hay que centrarse en dar valor agregado y diversificar nuestras relaciones si deseamos construir un futuro positivo y de cara a los próximos 50 años, que no se ciña exclusivamente al ámbito comercial. Si miramos nuestros vínculos de una manera más amplia –por sobre lo meramente comercial–, deberíamos pensar y atender desafíos nuevos en el ámbito de la innovación y la ciencia, donde se sumen procesos de interacción efectiva entre científicos chilenos y chinos en áreas de interés compartido.

 

Por ejemplo, Chile es el principal exportador de cobre a China, pero lo hacemos solo como materia prima, mientras todas las cadenas de valor las realiza la parte china. Diferente sería, por ejemplo, que parte de ese proceso se realizara por empresas chilenas en cooperación con chinas. Otro ejemplo es aquel relacionado con la experiencia positiva de China en la construcción de nuevas aldeas y ciudades pequeñas e intermedias en esquemas de diseño urbanístico que han permitido un desarrollo integral y, con ello, mejorar la calidad de vida de sus habitantes. En esa línea, se podría realizar un esfuerzo compartido para entregar una solución habitacional a la gente que vive precariamente en Chile en campamentos, donde la aplicación de tecnología de viviendas de bajo costo que tiene China es central. El desafío para Chile y China, así como para las personas encargadas de estos temas, es ser agentes de cambio basados en el pragmatismo, la flexibilidad, la innovación y el beneficio mutuo.

 

CH: Chile se convertirá en el primer país latinoamericano en abrir un consulado general en la ciudad de Chengdu. ¿De qué manera cree que este hito puede ayudar a fortalecer la relación entre ambos países y la presencia en el interior de China?

 

CRR: Este es un acontecimiento extraordinario, ya que busca atender y facilitar la proyección de nuestra acción hacia el interior de China, con consecuencias inmediatas en la consolidación de nuestra presencia comercial en esa zona, pero muy especialmente en las oportunidades que representa para densificar y ampliar nuestros vínculos en otros ámbitos de desarrollo bilateral, particularmente el académico y el universitario, así como la investigación científica. También es una oportunidad especial para que la población china en esa región conozca de Chile en términos de su cultura, expresiones artísticas, geografía y se fomente el contacto directo para darle mayor complejidad y valor a la relación entre los pueblos.

 

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Editor: Wu Wen Da-->

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