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El diálogo, punto clave de la convivencia entre civilizaciones

Source: Author:WANG LEI y LI TIANXUE*
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Todas las civilizaciones del mundo sienten orgullo de su propia historia y logros culturales, y han escrito la historia de la humanidad tomando la suya como el centro. En respuesta a los desafíos globales más serios que enfrenta la sociedad humana, el presidente chino, Xi Jinping, dio una “receta china” en su discurso de apertura de la Conferencia sobre el Diálogo de las Civilizaciones Asiáticas: para hacer frente a los desafíos comunes y avanzar hacia un futuro mejor, se requiere la fuerza económica y tecnológica, pero también la cultural y la de la civilización. Debido a la diversidad de civilizaciones es necesario aprender el uno del otro y de allí desarrollarse.

 

15 de mayo de 2019. El presidente de China, Xi Jinping, en la ceremonia inaugural de la Conferencia sobre el Diálogo de las Civilizaciones Asiáticas, en el Centro Nacional de Convenciones de China.

 

Diversidad

 

“Si las civilizaciones humanas tuvieran un solo color y una sola muestra, el mundo sería demasiado monótono y muy aburrido”. El discurso del presidente Xi analizó con profundidad la grave destrucción generada por el concepto de la uniformidad en cuanto a las civilizaciones del mundo. En realidad, son precisamente las diferentes opiniones sobre la uniformidad y la diversidad de las civilizaciones las que se han convertido en una razón importante para generar muchos conflictos, guerras e incluso tragedias en la historia reciente de la humanidad. Especialmente desde principios del siglo XV, debido al gran salto en astronomía, geografía y tecnologías modernas de construcción naval y navegación, la interacción entre diferentes civilizaciones se fue volviendo más frecuente y generalizada.

 

Con el rápido desarrollo de la tecnología en la primera revolución industrial, la civilización de Europa Occidental comenzó a expandirse, conquistar y colonizar, lo que derivó en un aumento del poder de dicha región, la que se fue colocando poco a poco en el centro del mundo. No solo fue vinculando a todas las civilizaciones, sino también ejerciendo diferentes grados de influencia en ellas, lo que la condujo a una idea errónea: creer que la civilización de Europa Occidental y la civilización europea y estadounidense, cuyos principales valores se derivan de aquella, son mejores que las demás, y sus logros en cultura, arte, ciencia y tecnología, sistema social, ideología y modelo de desarrollo han alcanzado el apogeo de las civilizaciones humanas. Creen que la civilización europea y estadounidense tiene una condición universal, es decir, basta tener un solo criterio de juzgamiento.

 

Esta visión ha causado daños extremadamente dolorosos a las civilizaciones del mundo en la historia de la humanidad. Ha generado una estrechez y un egoísmo en la naturaleza humana, y ha sembrado la semilla del odio y la matanza. Una guerra colonial que duró más de 400 años, dos guerras mundiales y el racismo que nunca es fácil de erradicar están, sin duda, estrechamente relacionados con las influencias negativas y profundas de este concepto de civilización uniforme.
15 de mayo de 2019. Los líderes participantes posan para una foto grupal antes de la inauguración de la Conferencia sobre el Diálogo de las Civilizaciones Asiáticas.

 

 

Coexistencia de múltiples civilizaciones

 

La milenaria historia de la humanidad es un proceso en el que diferentes civilizaciones brillaban en turnos o coexistían de manera espléndida. Entre ellas se distinguieron las antiguas civilizaciones de Mesopotamia, Egipto, la América precolombina, India, etc., y también comprende la de Europa Occidental, cuyas raíces son las antiguas civilizaciones griega y romana. Asimismo, figuran las civilizaciones de Asia Oriental, que han sobrevivido durante miles de años. Aunque diferentes culturas surgían y decaían, se fusionaban o colisionaban, realizaban intercambios o se enfrentaban, la coexistencia era la norma y corriente principal, y también la base de la civilización humana.

 

De hecho, las diferentes civilizaciones promovieron, a su propia manera, el progreso de la región, e impulsaron que sus características y fenómenos culturales se desarrollaran, maduraran y establecieran un estándar que las hizo distinguirse de las demás. Como sostiene el reconocido historiador Arnold Toynbee, cada civilización presenta algunas cosas que no son comprendidas por las otras.

 

Especialmente en esta era de la globalización, más elementos culturales regionales han tenido la oportunidad de volverse globales, y las diferentes culturas se han enriquecido aún más en materia de intercambios y aprendizaje mutuo, lo que también ha generado un fenómeno de subculturas, más diversificadas y plurales. Se han ampliado la connotación y la extensión de la diversidad cultural. Aunque el concepto de civilización uniforme dio origen al de “hegemonía cultural” o “colonización cultural” de una parte poderosa a una débil, el mundo se va dando cuenta de que la realidad histórica ha demostrado que este concepto no es civilizado e, incluso, no es cívico.
14 de mayo de 2019. Un invitado extranjero en el banquete familiar Tianfu, de la gastronomía de Sichuan, una actividad realizada en Chengdu en el marco de la Conferencia sobre el Diálogo de las Civilizaciones Asiáticas.

 

 

Institucionalización

 

Es innegable que existen diferencias entre las diversas civilizaciones. Especialmente en esta era de la globalización, la relación entre las civilizaciones ha sufrido profundos ajustes, lo que ha generado interacciones fuertes, multidimensionales y continuas, e incluso colisiones entre ellas.

 

A comienzos del siglo XXI, con una cada vez menor influencia de la Guerra Fría y una mayor preocupación en la lucha contra el terrorismo, surgió la teoría del “choque de civilizaciones”. Se cree que los conflictos entre las diferentes civilizaciones dominarán el mundo, y que las diferencias culturales son las causas esenciales de estos conflictos. De hecho, el llamado “choque de civilizaciones” es solo un fenómeno superficial. Sus raíces residen en la búsqueda y captura por parte de diferentes países y grupos étnicos del poder, la riqueza y la seguridad. La causa real es de carácter socioeconómico y es resultado del irrazonable e injusto orden político y económico del mundo.

 

“No debe haber conflictos entre las diferentes civilizaciones, sino tener solo ojos para apreciar la belleza de todas las civilizaciones”. Estas son las palabras del presidente Xi Jinping. No hay una conexión directa e inevitable entre los conflictos y las civilizaciones plurales y diversificadas. Los prejuicios y malentendidos por el aislamiento y la mala comunicación son un terreno fértil para gestar y agravar los conflictos.

 

Por lo tanto, el respeto a la diversidad cultural del mundo, la persistencia en los principios de búsqueda de terrenos comunes que marginen las diferencias e impulsen los intercambios y el aprendizaje mutuo, contribuirán al conocimiento y el entendimiento completo y objetivo entre las diferentes civilizaciones, y fomentarán su coexistencia en armonía y desarrollo. Es necesario construir primero plataformas de intercambio y desplegar su papel, por ejemplo, con la construcción de mecanismos culturales bilaterales y multilaterales, la convocatoria de conferencias regionales o continentales sobre el diálogo entre civilizaciones, o el apoyo a organizaciones como la Unesco.

 

En segundo lugar, se debe tener en cuenta que cada civilización tiene sus propias ventajas. Hay que mantener una mente abierta en cuanto a los intercambios y diálogos, aprender de los logros cosechados y promover la prosperidad y el progreso común de la civilización humana. Este es el sentido de “trabajar juntos para construir una comunidad de destino compartido”.

 

En una época como esta, de desarrollo y cambios gigantescos, la coexistencia armoniosa con otras civilizaciones es la oportunidad de lograr un desarrollo. La Conferencia sobre el Diálogo de las Civilizaciones Asiáticas proporciona una nueva plataforma a los países de Asia y el mundo para que puedan dialogar, hacer intercambios, aprender uno del otro e iluminarse mutuamente. Consolidará, además, la base de construcción conjunta de la comunidad de destino de Asia y de la humanidad.

 

 
 
*Wang Lei es profesor asociado de la Escuela de Gobernanza de la Universidad Normal de Beijing, y director del Centro de Estudios de la Cooperación entre los Países BRICS.

 

Li Tianxue es cursante de maestría en la Escuela de Gobernanza de la Universidad Normal de Beijing.

 

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Editor: Wu Wen Da-->

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