El presidente de China, Xi Jinping, llegó el martes 27 a Madrid para la primera visita de Estado de un presidente de la República Popular China en 13 años. El mandatario chino se reunió con el Rey Felipe VI y el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, y pronunció un discurso en el Senado y participó en un acto en la Casa de la Villa, donde recibió las llaves de la ciudad de Madrid. Se trataron temas de crucial importancia con la idea de fortalecer las relaciones bilaterales, difundiendo de forma oficial la declaración conjunta sobre el “fortalecimiento de la relación estratégica integral” entre España y China, que busca profundizar en las relaciones políticas, económicas o culturales.
Durante la visita del presidente Xi Jinping se firmaron acuerdos institucionales esenciales como eliminar la doble imposición y prevenir la elusión fiscal, otro sobre seguridad social, así como un acuerdo sobre el fortalecimiento de la cooperación en terceros mercados. Esenciales son los acuerdos en materia alimentaria, en concreto para regular los requisitos fitosanitarios para la exportación de uva de mesa y de carne de cerdo y productos derivados (de las que ya tienen una cuota del 20% del mercado chino), incluyendo, al fin, la exportación del jamón serrano con hueso, acuerdos que ayudarán a la penetración en el mercado chino de las empresas agroalimentarias españolas. También se suscribieron un protocolo en materia cultural para ampliar los centros culturales y un acuerdo para promocionar en China la plataforma de servicios lingüísticos de la Real Academia Española de la Lengua.
Igualmente se firmaron acuerdos con empresas privadas en distintos sectores, financiero, energético, petroquímico o aeroportuario, con empresas como ICO y Bank of China, Abengoa, Técnicas Reunidas, puerto de Algeciras y Ningbo-Zhoushan. Sin embargo, se han olvidado acuerdos en materia de turismo, visado o comunicaciones aéreas, cuando existe un fracaso de las políticas españolas para atraer turistas chinos, tal y como se concluyó en el Madrid Foro Empresarial, ya que solo el 15 % del turismo de élite chino elije España como destino vacacional, por detrás de países como Francia, Italia o el Reino Unido.
España intentará que la firma de estos acuerdos y protocolos, institucionales y privados, ayuden a equilibrar la balanza comercial con China, pues existe un déficit del 75 %. España importó 25.661 millones de euros y exportó 6.257 millones. La estrategia pasa por eliminar las barreras comerciales entre ambos países y no por imponer subidas arancelarias como acordó el Gobierno de Estados Unidos.
*Carlos Javier Campoy Peláez es director internacional de IGOB.